Intel se desangra en CPU para servidores: caerá por debajo del 50% en dos años y podría perder el liderato antes de 2030
Intel ya no reina en solitario en el mercado de servidores y su hegemonía está en caída libre frente a la creciente presión de AMD y el avance progresivo de Arm. Las cifras lo confirman: en apenas una década Intel ha pasado de controlar prácticamente el 100% del valor de CPU para servidores a una estimación de cuota inferior al 50% para 2027, y mientras tanto, AMD escala sin freno con una Arm que gana un espacio que antes parecía imposible.
Tras años de dominio absoluto, donde Intel llegó a tener más del 99% de la cuota mundial, el terreno ha cambiado y la competencia es más feroz que nunca. AMD ha conseguido posicionarse como la principal alternativa mientras Arm consolida su crecimiento con soluciones personalizadas más eficientes y escalables para centros de datos. Este nuevo equilibrio de fuerzas está reconfigurando por completo el panorama del mercado, y apunta a un declive sin precedentes de los azules.
Intel se desploma y cederá la gran parte de su cuota de CPU en servidores para 2027
En 2017 Intel contaba con una cuota aplastante del 99,9% en el valor del mercado de CPU para servidores según datos recopilados por BofA Global Research en colaboración con IDC y Mercury Research.
Desde entonces la tendencia ha sido claramente descendente con una caída al 75,7% en 2022, 55,2% en 2025 y una previsión desastrosa del 47,7% ya en 2027. Esta pérdida de protagonismo se produce en un contexto donde sus rivales no solo ganan terreno, sino que lo hacen con un ritmo de crecimiento constante y sostenido, lo cual va a introducir un cambio de paradigma en el sector.
AMD es el gran protagonista de este cambio, ya que en 2017 apenas tenía una cuota del 0,0%, pero en 2020 consiguió un 6,3%, que crecería de forma notable hasta el 12,9% en 2021 y el 23,4% en 2022, donde para 2023 se estimaba un 30,5%. Y todo apunta a que alcanzará el 36,1% en 2025 y un impresionante 40,4% en 2027, lo cual le dejaría a las puertas de poder superar a los azules ante de terminar la década.
Buena parte de este éxito se debe al rendimiento y la eficiencia de sus procesadores EPYC que han convencido a grandes proveedores de servicios cloud y centros de datos de alto rendimiento gracias a las arquitecturas Zen.
Arm empieza a coger su sitio y no lo soltará
En paralelo Arm ha pasado de ser un actor casi inexistente con solo un 0,1% en 2017 a convertirse en una opción real con una proyección de 11,8% en 2027 gracias a soluciones desarrolladas por compañías como Ampere y los chips personalizados de gigantes como Amazon. Sus diseños centrados en la eficiencia energética, el coste contenido y la escalabilidad, han hecho que muchos operadores empiecen a mirar más allá de x86.
Mientras todo esto ocurre, el volumen de envíos de servidores a nivel global sigue creciendo. Pasó de 10,2 millones en 2017 a una previsión de 16,1 millones en 2027. Esto confirma que la caída de Intel no es producto de una contracción del mercado sino de una pérdida de cuota ante rivales más competitivos y adaptados a las nuevas demandas de rendimiento y eficiencia que impone la era del cómputo intensivo y distribuido
La transición hacia arquitecturas más eficientes, especializadas y abiertas, ha abierto la puerta a una diversificación del mercado donde ya no hay sitio para un único actor dominante como tal, sino a varias opciones. Intel aún tiene margen de maniobra, pero necesita una estrategia clara e innovadora si quiere recuperar parte del terreno perdido, y el primer paso será Clearwater Forest.
Mientras tanto AMD se afianza como líder tecnológico y Arm continúa ampliando su influencia en una industria que ya no gira en torno a un solo nombre. ¿Es el final anunciado de Intel en servidores por pura cuota de mercado de CPU antes de 2027?Final del formulario