EE.UU. pospone los aranceles al hardware desde China en 3 meses y el sector de los semiconductores respira momentáneamente
Durante años, la industria tecnológica ha estado caminando sobre una especie de alambre, tenso, entre Washington y Pekín. Esta semana, ese alambre ha cedido algo de holgura, ya que EE.UU. ha decidido congelar durante tres meses los aranceles del 25% que pesaban sobre productos tecnológicos, hardware y chips, semiconductores en general, procedentes de China. Por tanto, los precios no subirán, de momento, confirmando que ninguno de los dos países puede apretar en este aspecto, por ahora.
La decisión, que afecta a chips de todo tipo para tarjetas gráficas, placas base y paneles solares, se enmarca dentro de una tregua bilateral pactada en mayo. Pero esto no es el final del conflicto, sino una prórroga momentánea que da un poco de oxígeno a fabricantes y consumidores… antes de que vuelva a estallar la batalla.
EE.UU. pospone los aranceles al hardware y chips en general, habrá desescalada general
Aunque la guerra comercial entre China y EE.UU. lleva años en marcha, las reglas del juego están cambiando otra vez. Las tensiones tecnológicas van en aumento, ambas potencias se han sentado a hablar (esta vez en Ginebra) y han acordado una desescalada temporal de sus respectivas sanciones.
¿La idea? Evitar que el precio de los productos tecnológicos se dispare y sentar las bases para nuevas negociaciones. Pero como en cualquier tregua, hay condiciones y desconfianza mutua.
Se trata de una prórroga clave, tras el batacazo en los tribunales, que beneficia directamente a importadores de componentes como GPU, placas base y otros elementos esenciales para la industria electrónica. La medida evita así un impacto directo en los precios de venta al consumidor durante el verano, y también sirve como un gesto político hacia la otra parte de la mesa.
El 1 de septiembre podrían volver las hostilidades si no hay acuerdos
En concreto, la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) ha suspendido hasta el 31 de agosto de 2025 el temido arancel del 25% sobre productos tecnológicos chinos, aplicando lo que denominan una “modificación temporal” dentro del marco legal de la Sección 301.
Por su lado, China ha respondido con una medida espejo: pausará también el 24% de sus propios aranceles a productos estadounidenses durante el mismo periodo de 90 días, y además eliminará otras tasas impuestas en abril de este año. A esto se suma la suspensión de varias contramedidas no arancelarias que afectaban a productos estadounidenses desde principios de abril.
Ambas partes acordaron además establecer un mecanismo de consultas para mantener abiertas las conversaciones mientras dure esta tregua. Por lo pronto, es otra oportunidad para coger aire de cara a los usuarios del hardware, puesto que con la gama media de CPU y GPU en el mercado, más de uno aprovechará para comprar antes de que termine el verano y vuelva la incertidumbre.
¿Es un "alto el fuego" o un paso real para terminar con los aranceles a los productos informáticos más básicos? Antes de septiembre tendremos la respuesta. Seguramente, todo se esté jugando en el campo de la IA y las tierras raras, donde los ataques siguen vigentes y no tienen pinta de terminar, pero sí influir, tanto por parte de EE.UU. como de China, en estos aranceles al hardware.