La DDR4 está a punto de desaparecer, pero tiene un último as en la manga: subidas de precios de hasta un 56%

Aunque parezca cosa del pasado, la memoria DDR4 está dando de qué hablar de nuevo. Justo cuando muchos pensaban que la DDR5 iba a tomar el relevo de forma tranquila y definitiva, la vieja DDR4 se resiste a desaparecer... y lo está haciendo por todo lo alto: con unas subidas de precios express que están pillando por sorpresa tanto a fabricantes como a usuarios. Las causas van, según DigiTimes Asia, desde decisiones estratégicas de producción hasta maniobras políticas en China, pasando por una demanda que, contra todo pronóstico, sigue muy viva.

Y es que el mundo de la memoria RAM vive una de esas sacudidas que parecen sacadas del manual del caos del mercado tecnológico. Porque no se trata solo de que la DDR4 no desaparezca: es que está subiendo de precio a un ritmo muy poco habitual.

Las continuas subidas de precios que nadie en el mercado vio con la DDR4 y que amenaza con romper stock

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Y no es por una moda retro ni porque los gamers estén resucitando plataformas antiguas, sino por una tormenta perfecta de factores que han coincidido justo en este momento. Uno de los ingredientes principales del problema viene de la propia industria: los grandes fabricantes están reduciendo drásticamente la producción de memorias más antiguas como DDR3 y DDR4.

¿El motivo? Sencillo: prefieren centrarse en productos más rentables como la DDR5 o incluso en las HBM, que tienen más tirón en sectores como los servidores y centros de datos, o las GPU de IA. Esa retirada progresiva ha dejado a muchos compradores habituales (especialmente empresas y ensambladores) buscando módulos que ahora escasean más de lo esperado.

A este cóctel se ha sumado la influencia de China. Durante los últimos meses, fabricantes locales como CXMT estuvieron sacando chips DDR4 a precios muy bajos, lo que inundó temporalmente el mercado. Pero Pekín ha metido mano y ha ordenado frenar la producción de esa generación de memorias. El resultado: un desequilibrio de oferta que está empujando al alza los precios justo cuando parecía que se estabilizaban. El cóctel perfecto.

El coste es desorbitado, ya no merece la pena comprar plataformas como AM4

HyperX Predator DDR4

Y si miramos los datos, el impacto no es menor. Solo en mayo, el precio de los chips DDR4 se disparó hasta un 50%. Los módulos de 8 GB fueron los más golpeados, con subidas cercanas al 56%, seguidos de los de 16 GB, que no se quedaron lejos. En el terreno empresarial, donde se compran miles de unidades, pasar de pagar 1,75 a 2,73 dólares por chip supone una diferencia multimillonaria.

Por si fuera poco, se espera que en los próximos meses haya más incrementos, aunque más contenidos. Los analistas hablan de un posible repunte del 10% al 20% en el tercer trimestre. Todo dependerá de cómo evolucionen las tensiones geopolíticas, la transición a DDR5 y, sobre todo, de si los fabricantes logran ajustar el equilibrio entre lo que producen y lo que se sigue necesitando.

Así que, lejos de haber muerto, la DDR4 está viviendo su último gran acto, aunque no como nos gustaría. Y lo está haciendo encareciéndose como nunca. Para quienes aún dependen de ella, toca apretarse el cinturón… o dar el salto definitivo a las nuevas generaciones de CPU y placas, como AM5 o LGA1851, por ejemplo.