China se la juega de nuevo a EE.UU., esta vez, con los discos duros para entrenar IA en Malasia con hardware de NVIDIA
China le está haciendo la 10/11 a EE.UU. cuando y como quiere. Donde Trump y su gobierno ponen sanciones, los de Xi Jinping usan el ingenio y se las saltan de maneras realmente increíbles. Lo último es un ejemplo perfecto de ese intento en “ponerle puertas al campo”, porque China está mandando maletas cargadas de discos duros con rumbo a Malasia para poder entrenar en dicho país sus IA, y traer después los datos a casa.
Así es como cuatro ingenieros chinos despegaron de Pekín rumbo a Kuala Lumpur, cada uno con una maleta cargada de discos duros que sumaban 80 TB por cabeza, con el objetivo de aterrizar en el país vecino y desplegar su estrategia, imposible de parar por parte de Trump, al menos, de momento.
China se salta las restricciones de EE.UU. mandando discos duros a Malasia donde entrenar sus IA con el hardware estadounidense
Entre vías grises legales, contrataciones en filiales extranjeras y una organización meticulosa, el esquema consistió en cargar físicamente unos 4,8 PB de datos en 60 discos duros, distribuirlos entre pasajeros para no levantar sospechas en aduanas, y enviarlos a un centro de datos en Malasia. Allí, 300 servidores con hardware de alto nivel fueron alquilados para dar vida a nuevos modelos de IA.
Lo curioso es que esta no era la primera vez. La misma compañía ya había alquilado infraestructura en Malasia previamente, utilizando su filial registrada en Singapur para firmar contratos. Pero cuando este país comenzó a aplicar sus propias restricciones a la exportación de tecnología de IA, la empresa malasia solicitó a su cliente chino que se registrara localmente para evitar investigaciones indeseadas.
Con esto, China logra esquivar legalmente todo lo que EE.UU. ha puesto encima de la mesa con controles de exportación, limitaciones de acceso y un sin fin de normativas para intentar frenar a los asiáticos, que una vez más, usan el ingenio ante el intento torpe y tosco de su gran rival por frenarles.
La estrategia fue un éxito: pudieron entrenar su IA sin problemas y volver
La operación, aunque exitosa, no es barata. Transportar datos físicamente, montar una estructura legal en otro país y acceder a servidores con GPU Hopper de NVIDIA implica un gasto considerable. A esto se suma el creciente escrutinio que EE.UU. ejerce sobre países como Malasia, Singapur o Filipinas, a los que China recurre para sortear los bloqueos.
Washington, por su parte, lidia con su propia fragilidad: el Senado ya ha advertido que el Departamento de Comercio carece de los recursos necesarios para aplicar de forma efectiva los controles. Mientras tanto, las exportaciones de NVIDIA a Malasia alcanzaron los 3.400 millones de dólares en un solo trimestre, lo que evidencia que parte del hardware está sirviendo a intereses chinos, directa o indirectamente.
La escena es clara: los datos viajan, los chips se alquilan y las empresas burlan las restricciones con un ingenio que no entiende de fronteras. La carrera tecnológica entre EE.UU. y China no solo se libra con leyes y sanciones, también se combate con maletas, rutas alternativas y una determinación inquebrantable por seguir avanzando. Una escena digna de una película de espías al más alto nivel, donde la discreción había sido la tónica hasta esta filtración.
¿Cómo va a reaccionar Trump? ¿Hasta cuándo China podrá seguir enviando discos duros para entrenar en hardware de NVIDIA sus IA en Malasia o países vecinos? En el siguiente capítulo lo veremos.