OpenAI confirma la distopía del ser humano con ChatGPT: «La gente no toma decisiones vitales sin preguntarle qué deberían hacer»

Vamos a ver cosas distópicas en los próximos años y quizás, de manera totalmente previsible, algunas películas de Hollywood nos anticiparon cómo será el futuro de la mano de la IA. Una de esas películas que fue muy adelantada a su tiempo, como tantas otras, fue HER, donde Joaquin Phoenix, Scarlett Johansson, Olivia Wilde y Chris Pratt, entre otros actores reconocidos, de la mano del director Spike Jonze, avanzaron un mundo donde el ser humano y la IA convergieron, y mucho. Ahora, OpenAI delimita la frontera en la que nos encontramos con su IA, ChatGPT, donde afirman que la gente no toma decisiones vitales sin preguntarle a su asistente sobre el qué debería hacer.

Que el ser humano ha perdido el rumbo y es más que nunca un bobalicón miedoso que busca desprenderse de cualquier cosa, incluso de su propia libertad, a costa de una hipotética seguridad ficticia que nos da "el primer mundo", es algo que se ve a plena calle. Pero en casa, las cosas están yéndose de madre, donde ese miedo, mezclado con una falta de madurez, debería hacernos replantearnos más de una cosa. Si no has visto HER, te recomendamos que dejes de leer, veas la película, y luego vuelvas, porque de lo contrario, podría haber spoilers que no queremos desvelarte con lo que está pasando en la vida real.

OpenAI confirma la distopía del ser humano: "La gente no toma decisiones vitales sin ChatGPT"

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Como si la IA tuviese todas las respuestas, como si no fallase o solucionase problemas de cualquier tipo. La comodidad del ser humano y su miedo, infundado en algunos casos, impuesto en otros, inconsciente en la mayoría, está dejando paso a algo preocupante como es el hecho de que una IA pueda influir en tu vida a petición tuya. Y eso es tremendo si te paras a pensar un momento, escalofriante incluso.

En una conferencia de Sequoia Capital AI Ascent, Sam Altman, CEO de OpenAI respondió a una serie de preguntas del público, expertos en IA o usuarios normales, donde reconoció que las cosas están avanzando a tal ritmo que no somos conscientes realmente. En contra de lo que podrías pensar, Altman ve como algo totalmente positivo lo que está viendo desde su punto privilegiado con su compañía y su IA:

"Realmente la gente no toma decisiones vitales sin preguntarle a ChatGPT qué deberían hacer. ChatGPT tiene el contexto completo de cada persona en su vida y de lo que han hablado".

Tu vida resumida en una IA, que lo sabe todo sobre ti: ¿puede llevarnos OpenAI hacia donde quiera como borregos?

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Sin duda, salvo que la IA tome consciencia de sí misma y experimente con deseos, miedos e inquietudes, como en la película HER, la realidad es que la empresa de turno, sea OpenAI, Microsoft, Google u otra, mientras tenga el control de la misma, puede decidir e influenciar en miles de millones de personas.

Es un método de control mucho mejor que un smartphone, mucho mejor que Internet, que las redes sociales, es el paso previo al último eslabón: el control mental mediante implantes cerebrales, el último bastión de intimidad que tiene el ser humano... De momento.

Y por ello, Altman ve genial que la gente haga uso de su IA para ello, donde llegó a decir que las personas de 30 años o más usan ChatGPT como alternativa a Google realmente, lo cual siembra de nuevo dudas. Y es que esas dudas son legítimas cuando hemos visto las alucinaciones que tienen todas las IA.

¿Es realmente lógico preguntarle a una IA para que nos dé una respuesta que puede no ser la mejor, o inventada, o basada en parámetros poco óptimos, para tomar decisiones vitales? En otros casos que hemos visto, las IA han fomentado actitudes poco saludables en lo físico y en lo mental, porque ni son tan inteligentes, ni entienden las repercusiones a futuro que pueden pasar con determinadas respuestas.

Igualmente, opinen en los comentarios si vamos hacia un mundo donde la IA deba ser el eje desde donde pivoten las decisiones de más de uno, o si, en cambio, deberíamos tomar esas decisiones nosotros mismos y asumir las consecuencias de ellas como siempre se ha hecho.