Google Project Astra, el asistente de IA disruptivo que puede controlar tu móvil según le indiques y necesites con tu voz
La gran G está a punto de cambiar el mundo para siempre con lo último que ha presentado en su conferencia I/O 2025 Keynote. Si lo que hemos visto antes con las Android XR, todavía como prototipo, es disruptivo, el llamado Project Astra, que debería llegar antes al mercado, es alucinante. ¿De qué se trata? Es el primer intento de Google para crear el principio de mundos virtuales dentro y fuera del real, es una IA mundial que abarcará desde la robótica, los vídeos, imágenes y por supuesto, smartphones. Por ello, han presentado la representación más simple, la que llegará a los teléfonos Pixel como un asistente de IA universal. Así es Google Project Astra.
No es que sea nuevo, de hecho, comenzó el año pasado, solo que ahora Google lo vuelve a nombrar dentro de su plataforma Gemini Developers en lo que ha llamado el paso intermedio para llegar a la IA General, o AGI. El objetivo es triple: que sea personal, proactiva y poderosa, pero, ¿realmente estamos tan cerca de tocar la Inteligencia Artificial General? Pues tenemos una breve demostración.
Google Project Astra impresiona: el primer asistente de IA universal para smartphone que promete cambiarlo todo
La demostración es muy impresionante y al mismo tiempo, muy fácil de entender. Project Astra trabaja en tres ámbitos dentro de los smartphones: comprensión de vídeos, uso compartido de la pantalla y un trabajo de memoria. Según Google, han incluido capacidades de Gemini Live, han mejorado la salida de voz, mejorado el apartado de memoria general y han añadido un control mediante PC.
El resultado es el vídeo de arriba, donde con un prototipo un chaval busca que Project Astra le ayude a reparar su bicicleta. La conversación de este con su Pixel 9 Pro XL se basa en una interacción como si fuese una persona. Le pide que acceda a internet y busque el manual de usuario del modelo de su bicicleta, para luego pedirle que se desplace al apartado de los frenos.
Tras un solo toque en la pantalla, la IA comienza a trabajar. Desplaza la pantalla sola hasta la página 14 del manual, donde se encuentra dicho apartado de los frenos. Tras ello, el usuario le pide que busque vídeos en YouTube para ayudarle a reparar el problema, algo que la IA hace en un instante y se los muestra en pantalla, todo sin tocar el teléfono.
Recomendaciones e iniciativa propia: la IA simula una conversación con un ser humano, interpreta, se adelanta y adapta
No pensemos que se queda esperando a que le demos otra orden. Como hemos dicho arriba, Google busca que esta IA mediante Project Astra sea proactiva, y vaya que si lo es. Una vez que está en YouTube desplaza la pantalla y le recomienda un vídeo que, a su juicio, le parece bueno, y no solo eso, sino que entra en él y lo reproduce, sin intervención alguna del usuario, sin tocar el móvil.
Tras eso, le pide a la IA, ahora sí móvil en mano, que examine qué tipo de tuercas necesita para la rueda. La información está en un correo electrónico del usuario con la empresa de la bicicleta, así que la IA entra en su email, lo encuentra, lee el contenido y le dice el tipo de tuerca.
Pero no se queda ahí, con una foto de unas cajas que tiene colgadas en la pared con distintos tipos de tuercas, la IA le dice qué caja es la que contiene la tuerca que necesita con solo apuntar la cámara del teléfono hacia dicha pared.
Por último, el vídeo muestra cómo el usuario le pide a la IA que llame a la tienda de bicicletas porque necesita un tornillo en concreto, y quiere saber si tienen stock para ir a comprarlo. Lo mejor de esto es que el usuario no tiene que hablar con el que está al otro lado del teléfono, la IA lo hace por él y le da la respuesta.
El ejemplo de Google simula una conversación con una persona normal, porque no solamente lo mostrado es impresionante, sino que la IA también sabe interpretar cuándo se está hablando con otras personas, y detiene su conversación a la espera de que le digas que la vuelva a reanudar.
Sin duda, Project Astra va a cambiar la forma de relacionarnos con los smartphones, hasta tal punto, de que quizás en el futuro con las Android XR, un Pixel Watch o cualquier gadget con conexión a Internet podría terminar siendo más útil que el propio teléfono, más cómodo y sin estar pendiente de nada. Quizás, los móviles terminen siendo cámaras de fotos y PC, algo que usaremos cuando solo sea necesario.