Todos los seres vivos están compuestos por el conocido ácido desoxirribonucleico, el conocido como ADN en su versión simplificada. Este se encuentra en el núcleo de las células eucariotas y el citoplasma de las procariotas y se encarga de contener la información de los genes de personas y animales. En nuestro caso, saber nuestra información genética nos permite saber muchos detalles y características sobre nosotros, además de conocer que podrían heredar los hijos. Aunque el procedimiento de secuenciación de ADN para ver la información genética ha existido desde hace varias décadas, a día de hoy se usa NGS (secuenciación de ADN de nueva generación) y resulta que este procedimiento es vulnerable a ciberataques.
Fue en 1975 cuando Frederick Sanger y el resto de su equipo mostraron el método de terminación de cadena que se consideraba una forma más rápida de secuenciación del ADN, pues previamente a ellos se empleaban otras técnicas en el laboratorio. Apenas un par de años después, Allan Maxam y Walter Gilbert usaron un sistema de secuenciación basado en la modificación química del ADN y escisión de bases llegando a crear su propio método. También tuvimos otras metodologías como la secuenciación alelo-específica por bisulfito.
Debido a la gran demanda en la secuenciación de ADN, se requerían buscar nuevos métodos de alto rendimiento. Así es como surgió la secuenciación paralela masiva o secuenciación de ADN de nueva generación (NGS). Con esta se pueden paralelizar operaciones de forma de que se puedan realizar a 1 millón a 43.000 millones de lecturas cortas
y son mucho más rápidas. Aunque sea una técnica mejor, esta no se libra de posibles ciberataques según los resultados de la investigación de la Universidad de Portsmouth.Resulta que en cada etapa de este método de secuenciación hay vulnerabilidades y un ciberatacante puede aprovecharlas para acceder al proceso, llegar a los datos y usarlos de forma indebida. Todo ocurre desde la preparación de las muestras hasta su secuenciación y análisis de los datos.
Según la Dra. Nasreen Anjuum de la Escuela de Informática de la Universidad de Portsmouth, estos procesos forman múltiples puntos donde se generan brechas de seguridad y este riesgo se incrementa a medida que se almacenan y comparten de forma online grandes conjuntos de datos genómicos. Utilizando estos exploits los atacantes pueden acceder a datos de personas infringiendo la privacidad y además se puede emplear para rastrear o peor aún, manipular los datos y crear malware codificado con ADN sintético.
Según indican, no es suficiente con encriptar el ADN, sino que además hay que prevenir los ataques antes de que sea demasiado tarde. Los investigadores sugieren que se realizan una serie de cambios al respecto como el uso de protocolos de secuenciación más seguros, almacenamiento de datos cifrados en todo momento y detección de errores y anomalías utilizando IA. Para ello, motivan a los gobiernos y organismos reguladores a que implementen mejores medidas de seguridad.
La inteligencia artificial se ha convertido en una herramienta cada vez más utilizada por usuarios… Leer más
Microsoft ha estado involucrada en el negocio de las consolas desde 2001 con la Xbox.… Leer más
ASUS anunció los que dicen ser los primeros monitores WOLED con una película o film… Leer más
En el caso de que tengas interés en comprarte una Nintendo Switch 2 no estás… Leer más
Stellar Blade, un aclamado RPG exclusivo de PlayStation 5, ha sido portado a PC, por… Leer más
Apple ha puesto toda la carne en el asador dado el despliegue que van a… Leer más
Esta web usa cookies.