Windows 10 vs Windows 11 en gaming, con y sin HVCI, ¿cuál es más rápido tras las actualizaciones y de cara a 2025?
Windows 11 no convence, demasiados fallos, demasiadas actualizaciones para corregir lo que nunca debió romperse en un principio, y por supuesto, un rendimiento que años después parece estar por detrás, todavía, de Windows 10. Pero, ¿qué hay de cierto en esto? ¿Es Windows 11 24H2 más rápido que Windows 10 en gaming?, y de serlo, ¿es con HVCI o sin él? Pues ya tenemos datos al respecto que van a determinar el porvenir del SO más nuevo de Microsoft en el 2025, año donde Windows 10 dirá adiós en la gran mayoría de PC del planeta.
Es cierto que por 30 dólares Microsoft permitirá su ESU (Extended Security Updates) en Windows 10, pero el salto a Windows 11, si tienes licencia legal, es gratuito, así que sabiendo que el primero no tiene activado HVCI de serie y el segundo sí para mejorar la seguridad del SO, sabiendo también que esto afecta al rendimiento incluso con los parches para los Ryzen, ¿cuál es mejor de cara a 2025?
Windows 10 vs Windows 11 con y sin HVCI, ¿qué elegir para gaming o multitarea?
Los compañeros de ComputerBase han puesto a prueba estos dos SO en sus dos configuraciones posibles, activando HVCI y sin esta opción de seguridad activa. Huelga decir, aunque se sepa de sobra por muchos, que Windows 10 viene predeterminado sin su activación, mientras que Windows 11 lo trae ON. Por ello, para igualar la contienda, veremos cuatro configuraciones distintas, dos donde está activo, dos donde no lo está y se ha forzado manualmente a ello.
Esto igualará a mismo hardware los settings y nos permitirá, además, ver cuánto influye esta medida de seguridad que Microsoft describe así:
La integridad de memoria es una característica de seguridad basada en virtualización (VBS) disponible en Windows 10, Windows 11 y Windows Server 2016 y versiones posteriores. La integridad de la memoria y VBS mejoran el modelo de amenazas de Windows y proporcionan protecciones más sólidas contra malware que intentan aprovechar el kernel de Windows. VBS usa el hipervisor de Windows para crear un entorno virtual aislado que se convierte en la raíz de confianza del sistema operativo que supone que el kernel se puede poner en peligro.
La integridad de memoria es un componente crítico que protege y protege Windows mediante la ejecución de la integridad de código del modo kernel dentro del entorno virtual aislado de VBS. La integridad de la memoria también restringe las asignaciones de memoria del kernel que podrían usarse para poner en peligro el sistema, lo que garantiza que las páginas de memoria del kernel solo se realicen ejecutables después de pasar comprobaciones de integridad de código dentro del entorno de tiempo de ejecución seguro y las páginas ejecutables nunca se puedan escribir.
Por último, y antes de ver los datos y comentarlos, incidir en el hecho de que todo el software, BIOS y parches incluidos, están al día para todos los sistemas probados, sean Intel o AMD. Se ha usado para medir el rendimiento entre estos SO un Ryzen 5 7600X3D, donde todas las opciones han mostrado el mismo consumo y comportamiento.
Rendimiento en gaming, un ganador por la mínima
La realidad que muestran los datos es la que todos esperábamos, pero no por la distancia que creemos en un principio y que se vio al comienzo de la andadura de Windows 11. Windows 10 sin HVCI es más rápido que Windows 11 en gaming, no hay duda, pero lo es por un 3% tras actualizarlo a 24H2. En cambio, con la anterior versión del SO de Microsoft y HVCI ON y OFF, las diferencias se van hasta el 6% nada menos.
Windows 11 se muestra prácticamente estable, con solamente un 1% de diferencia entre habilitar esta característica de seguridad o no, por lo que al estar dentro del margen de error lo lógico sería dejarla activa por motivos obvios. En cambio, en sus Frametimes sí que podemos ver algo más de diferencias, y no es un parámetro a descartar ni mucho menos, es quizás hasta más importante que la media de FPS.
Aquí Windows 10 sin HVCI es un 4% más rápido que Windows 11 en las mismas condiciones en gaming, lo que ya nos deja 4 FPS de diferencia entre ellos. No es determinante, pero sí representativo de que el SO más antiguo sigue siendo el mejor para los jugadores que quieren hasta el último FPS.
La diferencia entre Windows 10 con o sin HVCI revelan un 7% de distancia, mientras que Windows 11 se mantiene con ese 1% de GAP en el Frametime mostrando más consistencia, pero quedando por debajo de su predecesor si se desactiva esta característica.
Para multitarea las tornas se giran, aunque en menor medida
Si lo que buscas es trabajar o necesitas el mejor desempeño en multitarea a uno o varios núcleos, Windows 11 se posiciona como el mejor SO que puedes instalar dentro de los que tiene Microsoft con soporte. Las diferencias son de un 5% frente a Windows 10 en multi núcleo, que si bien es un valor mayor a los vistos anteriormente en el apartado gaming, puede ser menos representativo para el común de los usuarios que normalmente compran un PC más para jugar que para trabajar.
Curiosamente, a un núcleo ningún SO, ya sea activando HVCI o no, muestra superioridad palpable frente al otro, puesto que las distancias son del 1% y esto entra una vez más dentro del margen de error de cualquier medición común. Por lo tanto, podemos sacar como conclusión que incluso en juegos muy bien optimizados para distintos Cores e hilos, Windows 11 no consigue impactar en el rendimiento en gaming y FPS pese a su ventaja en este campo contra Windows 10.
El ya veterano SO de Microsoft sigue siendo la mejor opción para jugar, por poco, frente a su nuevo hermano, aunque pierde en el uso de varios Cores, que puede ser menos determinante si lo que prefieres es jugar al haberte gastado un buen dinero en una gráfica.
Podemos decir, sin riesgo a equivocarnos, que Windows 10 es el SO por definición de 2025 para gaming salvo que Microsoft encuentre algo para impulsar a Windows 11 en sus siguientes versiones, porque de no conseguirlo, muchos jugadores se mantendrán en el primero sin dar el paso al segundo, por mucho que sea gratuito.
Esto mandaría un mensaje directo al seno de los de Redmond, que tendrían que asimilar una derrota muy interesante por primera vez en su historia pese a poner todas las facilidades para el salto. Evidentemente, los problemas de Windows 11 que van saliendo prácticamente cada semana tampoco ayudan. Microsoft tiene mucho trabajo por delante si quiere cambiar las cosas y la percepción del usuario, que ve en Windows 10 un sistema extremadamente rápido, robusto, sólido y más que probado.