OpenAI cambia de planes: ahora será una empresa con ánimo de lucro
OpenAI, la compañía detrás del famoso chatbot ChatGPT, presentó este fin de semana sus planes de convertirse en una empresa con ánimo de lucro. De esta forma, según se indicó por medio de un post en el blog oficial, la junta directiva de la compañía enfocada en inteligencia artificial reemplazará la estructura actual de la empresa por una que ponga el control en manos de su división con fines de lucro. Según defiende la compañía, es un movimiento necesario para que OpenAI sea una compañía duradera.
"A medida que nos adentremos en 2025, tendremos que convertirnos en algo más que un laboratorio y una startup: tenemos que convertirnos en una empresa duradera. Los objetivos del Consejo de Administración, en consulta con asesores jurídicos y financieros externos, han sido cómo estructurar mejor OpenAI para avanzar en la misión de garantizar que la AGI (inteligencia artificial general) beneficie a toda la humanidad".
¿Qué beneficios traerá que OpenAI se convierta en una empresa con ánimo de lucro?
¿La principal ventaja de que OpenAI sea una compañía con ánimo de lucro? tener acceso a muchísimo dinero. Dicho de una forma más refinada, acceso a un mayor capital junto a poder atraer una gran cantidad de inversores. Cuanto más dinero recaude OpenAI, más dinero se puede destinar a mejorar la infraestructura y contratar a investigadores para competir con otras compañías emergentes que están plantándole ya una feroz competencia. Todos estos recursos permiten aumentar la velocidad de desarrollo de tecnologías y productos. Se garantiza la sostenibilidad, se puede invertir en talento, y se buscará que todo este dinero se priorice en productos útiles que generen aún más ingresos.
Como desventaja, al priorizarse el rendimiento, ya el objetivo original de OpenAI cambiará. Pues los inversores presionarán a la compañía para maximizar las ganancias a corto plazo. Podría haber un enfoque en ofrecer unos servicios más exclusivos y caros limitando el acceso. Pasamos de puntillas por problemas de ética y transparencia, conflictos de interés, y la reducción de colaboraciones abiertas con la comunidad de investigación.
En resumen, necesitan dinero para equipararse a una competencia recién llegada que les está adelantando por la derecha en esta carrera por la IA. Así que el movimiento de OpenAI a una empresa con ánimo de lucro es esencial para ello.
Hemos aprendido a pensar en la misión como un objetivo continuo en lugar de limitarnos a construir un único sistema. El mundo se está moviendo para construir una nueva infraestructura de energía, uso del suelo, chips, centros de datos, datos, modelos de IA y sistemas de IA para la economía del siglo XXI. Buscamos evolucionar para dar el siguiente paso en nuestra misión, ayudando a construir la economía AGI y asegurándonos de que beneficia a la humanidad.
Una pequeña parte del comunicado oficial sobre este cambio
En 2019, nos convertimos en algo más que un laboratorio: también nos convertimos en una startup. Calculamos que tendríamos que recaudar unos 10.000 millones de dólares para construir AGI. Este nivel de capital para computación y talento significaba que necesitábamos asociarnos con inversores para continuar con la misión de la organización sin ánimo de lucro.
Creamos una estructura a medida: una empresa con ánimo de lucro, controlada por la organización sin ánimo de lucro, con una participación en los beneficios limitada para inversores y empleados. Pretendíamos obtener beneficios significativos para retribuir a los accionistas, que hacen posible nuestra misión, y que el resto fuera a parar a la organización sin ánimo de lucro. Reformulamos nuestra misión para «garantizar que la inteligencia artificial general beneficie a toda la humanidad» y planeamos conseguirlo «principalmente intentando construir AGI segura y compartir los beneficios con el mundo». Las palabras y el enfoque cambiaron para servir al mismo objetivo: beneficiar a la humanidad.
En 2022 lanzamos ChatGPT, un producto que puso la IA al alcance de la gente corriente y de la vida cotidiana. En la actualidad, más de 300 millones de personas lo utilizan cada semana para productividad, aprendizaje y mucho más, la mayoría de forma gratuita.
En 2024, descubrimos un nuevo paradigma de investigación, con nuestros modelos de la serie o demostrando nuevas capacidades de razonamiento que escalan con la computación «pensante», apilándose junto con la computación para el entrenamiento.
Nuestro impacto no es sólo lo que creamos nosotros mismos, sino cómo influimos en los demás. En parte gracias a nuestros avances, existe una intensa competencia en este ámbito, desde productos comerciales similares a ChatGPT hasta LLM de código abierto, así como una vigorosa innovación en materia de seguridad. Esta actividad es sólo el principio de una economía cargada de IA y muestra cómo la búsqueda del liderazgo en este campo por parte de OpenAI puede inspirar a otras organizaciones para que también avancen en esta misión.
Los cientos de miles de millones de dólares que las grandes empresas están invirtiendo ahora en el desarrollo de la IA muestran lo que realmente se necesita para que OpenAI siga persiguiendo la misión. Una vez más, necesitamos reunir más capital del que habíamos imaginado. Los inversores quieren respaldarnos pero, a esta escala de capital, necesitan capital convencional y una estructura más convencional.