Ubisoft sobre Assassin’s Creed: Shadows: «No seguimos agendas modernas, pero nuestro equipo enfrenta mentiras, medias verdades y ataques personales»
La controversia con Assassin's Creed Shadows sigue vigente. Tras las múltiples críticas, tras la caída en bolsa de Ubisoft, la cual ha perdido casi la mitad de su valor en un año, Coté, el vicepresidente de la franquicia AC, ha ofrecido unas declaraciones sobre su nuevo juego, puesto que considera que la situación está llegando a un límite muy complejo, donde afirma que ni siguen agendas, ni sus trabajadores pueden soportar lo que están viviendo con Assassin's Creed Shadows en estos momentos.
Como siempre ocurre, todo pasa por la figura de Yasuke, la cual es un samurái que nació en África, y por tanto es negro. El hecho de que Ubisoft siempre esté jugando con la historia y una adaptación de la misma para darle o bien más profundidad al juego o a los personajes de turno ha chocado con la idea de que el llamado "wokismo", se ha adueñado de la compañía, y con ello, la agenda 2030.
Ubisoft responde a las críticas por las agendas y el efecto woke con Assassin's Creed Shadows
Ha sido en los BAFTA, donde Marc-Alexis Coté ha tenido que frenar lo que está pasando con su compañía y su último juego, ya que la franquicia está recibiendo un "hate", un odio, tremendo, sobre todo y precisamente por el personaje de Yasuke. Coté decía lo siguiente:
"En Assassin's Creed Shadows, destacamos figuras, tanto ficticias como Naoe, una guerrera japonesa, como históricas, como Yasuke, el samurái nacido en África. Si bien la inclusión de un samurái negro en el Japón feudal ha generado preguntas e incluso controversia, Naoe, como personaje ficticio, también se ha enfrentado al escrutinio por su género.
Pero así como la presencia de Yasuke en la historia japonesa es un hecho, también lo son las historias de mujeres que desafiaron las expectativas sociales y tomaron las armas en tiempos de conflicto.
Así que, si bien las historias de Naoe y Yasuke son obras de ficción histórica, reflejan la colisión de mundos, culturas y roles diferentes, y su inclusión es precisamente el tipo de narrativa que Assassin's Creed busca contar, una que refleje la complejidad e interconexión de nuestra historia compartida".
Mentiras, medias verdades y ataques personales online
Si bien es cierto que hay una especie de censura online que parecen querer imponernos desde las altas esferas amparados en el discurso de odio, y en parte dicho discurso es cierto, ya que solo hay que mirar foros, redes sociales y demás para darnos cuenta de eso, nunca se debería pasar a lo personal.
Debe de haber otras formas para decir lo mismo, sin crear ese "hate", pero cuando de ahí se pasa a amenazas o ataques personales, todo toma un cáliz distinto y preocupante. Coté habla sobre la situación de su equipo largo y tendido, como también habla de "compromiso con la inclusión" y "diversas perspectivas":
"Esto no es algo nuevo para la franquicia... Hemos presentado constantemente protagonistas de diversas identidades raciales, étnicas y de género. La historia es inherentemente diversa, y también lo es Assassin's Creed y las historias que contamos. Entonces, para ser claros, nuestro compromiso con la inclusión se basa en la autenticidad histórica y el respeto por las diversas perspectivas, no está impulsado por agendas modernas.
Sin embargo, hoy en día todos nos enfrentamos al reto añadido de distinguir entre los comentarios genuinos y los ataques motivados por la intolerancia. El clima actual es duro para nuestros equipos creativos.
Se enfrentan a mentiras, medias verdades y ataques personales en línea. Cuando el trabajo en el que ponen todo su corazón se convierte en un símbolo de división, no solo es desalentador, sino que puede ser devastador. Lo que me hace seguir adelante es la resiliencia que nace de la convicción que veo en nuestros equipos todos los días. Estoy especialmente orgulloso del equipo de Shadows por mantenerse fiel a su visión creativa y a los principios básicos de Assassin's Creed.
Al elegir a Naoe y Yasuke como protagonistas, estamos ampliando el panorama narrativo, ofreciendo nuevos puntos de vista que desafían las normas establecidas que se encuentran en muchas obras de ficción, al tiempo que se mantienen fieles a la historia que las moldeó".
El odio y la "era de la Revolución", la democracia en juego
El discurso varía hacia algo más generalista, fuera de su franquicia, y Coté habla de libertad, silencio, miedo y odio en un discurso que es tan crítico como cargado de argumentos personales:
"Las historias que contamos, los personajes que creamos y los mundos de juego que construimos son instrumentalizados por aquellos que buscan silenciar la creatividad, avivar el miedo e incitar al odio. Creo que nos enfrentamos a lo que Fareed Zakaria llama una "Era de la Revolución", una época en la que el verdadero conflicto no es entre la izquierda y la derecha, sino entre las sociedades que se cierran en sí mismas y las que se abren al mundo.
A lo largo de la historia, siempre han prevalecido las sociedades abiertas. Si bien puede haber reveses a lo largo de años o incluso décadas, es la apertura la que ha impulsado continuamente a la humanidad hacia adelante. Como afirmaron con tanta fuerza los autores de 'Cómo mueren las democracias', las democracias se desmoronan cuando las personas buenas deciden permanecer en silencio.
Lo mismo es cierto, creo, de nuestra libertad creativa cuando permitimos que el miedo ahogue nuestras voces. Cuando nos autocensuramos ante las amenazas, entregamos nuestro poder, pieza por pieza, hasta que tanto la libertad como la creatividad se marchitan. No podemos permitir que eso suceda. Es hora de que nosotros, como creadores, nos mantengamos firmes en nuestro compromiso con nuestros valores, contando historias que inspiren, que desafíen y que ayuden a las personas a conectarse. Nuestro silencio no puede convertirse en cómplice"
Retomando el comentario, Coté habla de silenciar la creatividad, miedo, odio, apertura de sociedades, democracia, libertad, valores, historias, desafíos y silencio. Si bien el "hate", las amenazas y los ataques personales no están justificados prácticamente nunca, la realidad es que lo que están recibiendo fuera de esto son críticas, muchas con faltas de educación y respeto, tampoco justificadas.
Pero aquellas que mantienen la educación y el respeto solo expresan de forma controlada la idea de que no está gustando lo que se está promoviendo con esta franquicia, de ahí la agenda que se comenta, o el wokismo que parecen tener las historias y personajes. Dejando todo lo malo ya dicho a un lado y centrando el discurso en los comentarios con educación y respeto, es lo que se puede ver en gran medida: jugadores insatisfechos con lo que promueve Ubisoft.
Además, el dinero de los accionistas no entiende de agendas, ideología o política, premia o golpea cuando las cosas salen mal o bien, y en este caso, Ubisoft, como cualquier desarrolladora, debería intentar tener contentos a sus usuarios, sean de donde sean o piensen como piensen, porque al final, quieren vender su producto y hacer dinero. Si Ubisoft quiere ir contra la corriente general, están en su derecho sin duda, su producto recibirá alabanzas o críticas, más de la segunda que de la primera.
Por ello, salvando todo lo malo que está pasando, deben de hacer una reflexión profunda tras las declaraciones de Coté, porque el dinero está saliendo por la puerta y parece que no tienen a nadie contento, ni inversores, ni usuarios.
El mensaje final de Coté deja cero autocrítica y es, curiosamente, "muy woke" dentro de la agenda
La conclusión de Coté a su discurso evidencia que parecen hacer oídos sordos a un mensaje claro, nada correcto eso sí, pero totalmente nítido:
“Soy optimista y soñador. Creo que la respuesta al odio es seguir creando experiencias que celebren la riqueza de nuestro mundo y capturen la magia de nuestra imaginación colectiva, porque al final, la creatividad es más fuerte que el miedo y juntos estamos creando el futuro del entretenimiento”.
Todos los desarrolladores de videojuegos enfrentan críticas, todos lo hacemos en nuestra vida diaria, sobre todo los que nos exponemos públicamente en mayor o menor medida, pero en el mundo de la fantasía que permiten esos mismos videojuegos, la gran mayoría de desarrolladores no obtienen ese odio del que habla Coté. Da qué pensar.
El juego en cuestión, el que esté de moda en ese momento, se criticará más o menos: optimización, problemas, rendimiento, precio, jugabilidad, diversión y un largo etc, pero pocas veces se han visto ataques tan duros y directos contra un título y compañía, contra personas particulares en concreto, y eso tiene que dar que pensar a todos, compañía y usuarios.
Al final, como bien dice el refranero español, "el mejor golpe es el que no se da", y quizás si Ubisoft no vendiese Assassin's Creed Shadows, lleve agenda 2030 y wokismo a raudales, o no, es un mensaje más contundente que cualquier insulto o amenaza a personas de carne y hueso, porque lo que está ocurriendo es llegar a un punto muy peligroso, esperemos que con retorno.