Samsung culpa a los derechos de los trabajadores el fracaso de su SoC Exynos: «Solo pueden trabajar un máximo de 52 horas semanales»
Samsung enfrenta dificultades para mantenerse competitivo en la industria de los semiconductores con su rama Electronics, especialmente en su división de sistemas LSI, dedicada al diseño de los chips Exynos. La razón, según la propia empresa, radica en la normativa laboral de Corea del Sur que impone un límite semanal de 52 horas de trabajo, incluyendo las horas extraordinarias. Para cumplir con esta regulación, los empleados deben detener sus actividades incluso si tienen tareas pendientes, lo que afecta la capacidad de Samsung para cumplir con los cronogramas y los requisitos de calidad en sus proyectos, en especial, sus SoC Exynos, los cuales, según dicen, no cumplen por estos motivos horarios.
Un ingeniero de alto rango en el equipo de desarrollo de aplicaciones móviles (AP) de Samsung explicó: “En los últimos años, muchas veces tuve que dejar el trabajo sin terminar y volver a casa debido al límite de 52 horas, a pesar de que se acercaba la fecha límite de un proyecto”. La limitación ha llevado a que algunos empleados trabajen extraoficialmente fuera de horario para avanzar en los proyectos sin que estas horas adicionales se registren formalmente. Pues ni con esas parece ser suficiente para los coreanos.
Samsung atribuye el fracaso del Exynos 2500 a la jornada laboral de sus trabajadores de 52 horas
La situación se vuelve más compleja en temas de horario para Samsung debido al tamaño relativamente pequeño del equipo de desarrollo de Exynos, que cuenta con entre 10 y 20 veces menos personal que sus principales competidores, como Apple, Qualcomm y MediaTek. Esto coloca a los empleados bajo una gran presión para alcanzar los mismos resultados con menos recursos y en menos tiempo.
Además, a diferencia de empresas como SK Hynix, que también está sujeta a la semana laboral de 52 horas, pero se centra principalmente en la producción de semiconductores de memoria, Samsung tiene un enfoque diversificado que incluye el diseño de sistemas en semiconductores y los servicios de fundición. Estas áreas requieren adaptarse a pedidos personalizados y responder rápidamente a las necesidades de los clientes, algo que los ingenieros de Samsung encuentran desafiante bajo las actuales restricciones laborales.
Para abordar este problema, Samsung ha comenzado a explorar alternativas que le permitan operar de manera más flexible. Las autoridades de la compañía han planteado sus preocupaciones a legisladores en Corea del Sur, iniciando conversaciones sobre la posibilidad de flexibilizar o eximir a Samsung de la norma de las 52 horas.
Samsung no puede seguir el ritmo de sus competidores, algunos de ellos, sin horas límite
La empresa argumenta que la falta de horas de trabajo adicionales les impide mantener el ritmo de sus competidores globales, que tienen más libertad en la asignación de horas. En Estados Unidos, por ejemplo, Qualcomm y Apple no enfrentan límites similares, lo que les permite exigir más de sus empleados cuando es necesario.
El impacto de la normativa de las 52 horas no solo se refleja en los problemas para cumplir con los cronogramas, sino también en el rendimiento competitivo de sus chips Exynos, que han perdido terreno frente a las ofertas de Qualcomm y Apple en el segmento de gama alta.
Esto ha llevado a que el próximo modelo Samsung Galaxy S25 se equipe en todo el mundo con el procesador Snapdragon 8 Elite de Qualcomm, en lugar de la próxima generación de Exynos 2500, lo que evidencia el reto que enfrenta Samsung para posicionarse en un mercado tan exigente.
Echar más horas no tendría un impacto garantizado en cuanto a mejorar los diseños
A pesar de estos obstáculos, algunos empleados y expertos sostienen que extender la jornada laboral no garantizará automáticamente mejoras en la innovación o la eficiencia. Sin embargo, la estrategia de “superbrecha” de Samsung, que busca lograr una ventaja competitiva duradera mediante el avance constante en tecnología y eficiencia, requiere dedicación y recursos que son difíciles de movilizar bajo las restricciones horarias actuales.
Mientras tanto, los equipos de I+D de semiconductores en Samsung operan bajo un sistema de trabajo flexible, donde deben cumplir una media de 52 horas semanales en el transcurso de un mes. La división de fundición, que compite con TSMC enfrenta un desafío aún mayor, pues debe responder rápidamente a las solicitudes de sus clientes internacionales en el sector de alta tecnología, como la memoria HBM3e, que dependen de procesos avanzados y soluciones de última generación.
Con una demanda constante de personal capacitado y de entregas puntuales, esta división se encuentra en desventaja frente a competidores en regiones con normativas laborales más laxas o mayores equipos de desarrollo.
Samsung, en su intento de retomar el liderazgo en la industria de los semiconductores, se enfrenta a un dilema: equilibrar el cumplimiento de las normas laborales con la necesidad de mantener la competitividad en un entorno global cada vez más exigente. Sea como fuere, este es solo otro ejemplo del nivel de exigencia de nuestra industria, donde los minutos cuentan para competir e intentar ser líderes en las respectivas parcelas y sectores intermedios. Veremos qué hace Samsung con sus trabajadores y las horas, un tema complicado de solucionar y que deberá de afectar a más empresas rivales, como la citada SK Hynix.