Intel venderá todo su campus de California mientras EE.UU. le reduce la subvención de la Ley CHIPS
Intel tiene puesto el cartel de “se vende” en cada vez más partes de la empresa, y por ello, ha anunciado su intención de vender su campus de 150 acres en Folsom, California, como parte de una estrategia para reducir costos en un entorno de caída en las ventas. Todo esto se da en un momento donde el gobierno de EE.UU. va a reducir las subvenciones de la Ley CHIPS, ¿final de año más complicado de lo que parece para Intel?
Vender para cuadrar las cuentas, no hay otra, y menos después del pequeño varapalo que le ha dado Biden y Raimondo a los azules antes de salir de la presidencia y el departamento de comercio, porque si recordamos, el Pentágono firmó con los azules un contrato por valor de 3.000 millones, así que la Ley CHIPS y sus subvenciones se verán recortadas.
Intel venderá todo su campus en California para cuadrar aún más sus cuentas
Según la empresa, esta medida forma parte de un enfoque para "centrarnos en menos ubicaciones y más pobladas y eliminar el espacio infrautilizado", lo que permitirá "fomentar una mayor colaboración presencial en nuestras instalaciones más grandes y, al mismo tiempo, generar ahorros de costos para la empresa".
La planta de Folsom, que cuenta con 5.000 empleados y abarca siete edificios con casi 150.000 metros cuadrados de oficinas y laboratorios, no cerrará. Sin embargo, Intel está explorando "opciones de uso del espacio más rentables para el sitio Folsom, incluido un arrendamiento parcial de nuestro espacio actual". Este tipo de iniciativas, como ventas o arrendamientos, son estrategias comunes utilizadas por empresas para monetizar propiedades y obtener liquidez.
El panorama financiero de Intel es desafiante. La empresa ha perdido terreno frente a TSMC en la producción de chips y enfrenta una disminución en la demanda de sus microprocesadores para PC y centros de datos frente a AMD. Además, su incursión en el campo de la inteligencia artificial, dominado por NVIDIA, ha sido limitada. Desde 2021, las ventas de Intel han caído un tercio, y recientemente informó "una pérdida de casi 17.000 millones de dólares el último trimestre".
Más despidos y posibles ventas futuras similares a las vistas
En un esfuerzo por reducir costes, Intel eliminó 15.000 puestos de trabajo este otoño, a través de despidos y adquisiciones, como parte de su plan para "ahorrar 10.000 millones de dólares". Esto incluyó "272 despidos en Folsom el mes pasado y 1.300 en Oregon", donde la compañía tenía unos 23.000 empleados a principios de año.
La reestructuración también afecta a propiedades como Hawthorn Farm, un campus de 50 acres en Oregon, que Intel describe como "el más pequeño de los cuatro campus de Intel en Oregon". Aunque la instalación, inaugurada oficialmente en 1981, también sufrió despidos recientes con 124 empleados afectados, la empresa indicó que no tiene planes inmediatos de vender la propiedad. Según Intel, Hawthorn Farm está centrada en "la investigación de tecnología para placas base".
Estas decisiones reflejan un esfuerzo estratégico de Intel para consolidar operaciones, optimizar recursos y adaptarse a un entorno de creciente competencia tecnológica. La compañía ha comunicado a sus empleados que busca consolidar operaciones en su sede de Santa Clara, California, aunque no ha anunciado cambios específicos para otros sitios.
Menos subvenciones procedentes de la Ley CHIPS
El gobierno de Estados Unidos ha decidido ajustar la inversión destinada a Intel, según se reportó ayer domingo, citando fuentes confidenciales. La subvención federal inicial de 8.500 millones de dólares para la fabricación de chips ha superado los 8.000 millones de dólares originalmente estimados, así que EE.UU. reducirá la financiación por debajo de esa cifra original.
Es decir, Intel recibirá menos de 8.000 millones finalmente, aunque no está clara la cantidad. Este cambio considera un acuerdo previo de 3.000 millones de dólares que se ofreció a Intel para producir semiconductores para el Pentágono, según las mismas fuentes.
A inicios de este año, Joe Biden anunció la asignación de casi 20.000 millones de dólares en subsidios y préstamos a Intel. Este apoyo tiene como objetivo fortalecer la capacidad de la compañía para fabricar chips semiconductores en territorio estadounidense, representando una de las mayores inversiones gubernamentales para estimular la producción de tecnologías avanzadas en el país.
Dentro de este plan, se incluyó un acuerdo preliminar que destina 8.500 millones de dólares en subvenciones y hasta 11.000 millones de dólares en préstamos para impulsar las operaciones de Intel en Arizona. Como sabemos, este monto se utilizará para construir dos nuevas plantas de fabricación de chips y renovar una instalación existente.
Por tanto, EE.UU. no está dispuesta a todo con Intel, y esos 3.000 millones del acuerdo del pentágono han pesado en un momento donde los azules necesitan hasta el último céntimo, y prueba de ello no solamente son los despidos, sino el hecho de que parece que Intel venderá lo que haga falta, y el campus de California es el mejor ejemplo que tenemos para ver cómo cuadran sus cuentas.