Intel sigue quejándose: han invertido 30.000 millones de dólares y los fondos de la Ley de CHIPS no llegan
Pat Gelsinger, CEO de Intel, ha vuelto a quejarse de la innacción del gobierno de los Estados Unidos en cuanto al dinero. Y es que uno de los principales problemas financieros están ligados con el gobierno. Que está en haber invertido una enorme cantidad de dinero para impulsar la producción nacional de chips con problemas de ayudas financieras. Ayudas ligadas a la Ley de CHIPS, ayudas de las que aún no han visto ni un dólar.
El director ejecutivo volvió a expresas su frustración en una entrevista para Yahoo! Finance. En esta reveló que desde que el presidente Joe Biden promulgó esta ley, Intel ha invertido más de 30.000 millones de dólares en sus instalaciones de fabricación con sede en Estados Unidos. Y sí, los serios problemas por los que está pasando ahora Intel encuentran la raíz en las promesas incumplidas del gobierno.
El gobierno de Estados Unidos es el principal causante de la caída de Intel en 2024
Intel ha destinado una gran cantidad de recursos incentivados por las promesas del gobierno de Biden. Sin este dinero, y sin una fecha real para recibirlo, Intel ha tenido que deshacerse de compañías, vender su participación en Arm, e incluso profundizar su reestructuración y recortar personal. Es por ello que Pat Gelsinger ha dicho que el último trimestre (Q3 2024) ha sido bastante crítico para la compañía. Y es que estamos hablando de que llevan más de dos años esperando el dinero. Ahora bien, cuando el dinero llegue, augura que volverán a entrar en el juego.
"Consideramos que la Ley CHIPS es un asunto crítico en el que hemos invertido mucha energía". Como dijimos en nuestra llamada [de resultados financieros], estamos decepcionados por el tiempo que se está tardando en conseguirlo: han pasado más de dos años desde que se aprobó la Ley CHIPS y en ese periodo hemos invertido 30.000 millones de dólares en la fabricación estadounidense y no hemos visto nada de las subvenciones de CHIPS. Esto está tardando demasiado, tiene que acabar".
"Este ha sido un trimestre crítico para Intel. Los principales esfuerzos han estado en la reestructuración que hemos terminado en gran medida este trimestre. Vamos a decir que la segunda fase de la transformación a medida que avanzamos de volver en el juego y hemos invertido fuertemente en la capacidad y el desarrollo de tecnología y productos que eran competitivos. Ahora es el momento de centrarnos en obtener los beneficios financieros y para los accionistas asociados a esas grandes inversiones de los últimos tres años y medio".
Aquí ha ido a parar parte del dinero de Intel
Parte del dinero de Intel ha ido a las fábricas FAB 52 y FAB 62 en Arizona como un plan del Programa de Co-Inversión en Semiconductores (SCIP). Si bien serán operadas por Intel, estas fábricas son en copropiedad. Teniendo un 49% de propiedad la firma de inversión Brookfield Asset Management.. También invirtió dinero en su planta de empaquetado avanzado en Nuevo México, junto a la fabricación de nuevas fábricas en el estado de Ohio.
Curiosamente, el único pago que ha recibido Intel está ligado a la financiación del plan Secure Enclave. Que fue un pago de 3.000 millones de dólares del Departamento de Defensa para el desarrollo y fabricación de chips de uso militar.
"Nos hemos asegurado de que tenemos la estructura financiera que nos permite terminar con o sin los dólares de la Ley CHIPS. Nos aseguraremos de ejecutar la estrategia que hemos trazado, pero esperamos terminar lo que empezamos con la Ley CHIPS, la pieza más importante de la legislación de política industrial de EE.UU. y algo en lo que participamos con orgullo".
"Dicho esto, estamos trabajando estrechamente con la Oficina CHIPS y colaborando constructivamente con ellos para terminar lo que empezamos".