Intel no quiere cerrar el proyecto de la FAB de chips en Alemania y pretende volver en 2030
El culebrón de Intel sigue su curso y parecen no tener suficiente. Si ayer mismo informábamos sobre el hecho de que el gobierno alemán retiraba los fondos para la FAB de Magdeburgo tras la espantada de los azules en el último momento y con todo firmado, ahora Intel, la compañía que dirige Pat Gelsinger, deja entrever que el proyecto de dicha FAB en Alemania tiene una validez hasta 2030, diciendo que solo lo pospone, pero el dinero de los contribuyentes europeos y alemanes ha volado, ¿qué ocurrirá entonces?
No cancelan, posponen, o eso es lo que se está vendiendo desde EE.UU. en un momento complicado en lo económico donde Intel parece que no quiere faltar a su palabra como tal, pero es que ya lo ha hecho incumpliendo los plazos firmados. El acuerdo, de alguna manera, sigue vigente, pero las condiciones serán totalmente distintas y eso es precisamente lo que arroja agua sobre el fuego.
Intel solo quiere posponer la FAB de chips en Alemania, hasta 2030, pero el gobierno teutón ya no se fía
Es lo que tiene faltar a tu palabra, que nadie te cree a partir de ese momento, y por eso, tanto en la vida diaria como en los negocios, la palabra del empresario o político de turno es tan importante. Después de dos años de duras negociaciones y de encontrar más de 10.000 millones en total en varios tramos, donde tanto la UE como Alemania rebuscaron bajo las piedras para no comprometer las finanzas de Magdeburgo, Alemania y la propia Unión Europea, Intel dijo "chao bella".
Por tanto, tal fue el palo, que ayer mismo se filtró el documento donde Alemania devolvía el primer tramo de 3.960 millones de euros para 2024 al KTF. A primera hora de hoy el enfrentamiento entre políticos alemanes era evidente, y no por Intel, si no por cómo utilizar los casi 4.000 millones para este año y los 6.000 restantes presupuestados para los siguientes. Robert Habeck, Crhistian Lindner y otros políticos han discutido sobre ello y ofrecido su visión: usar los fondos para sacar a Alemania de los problemas económicos en ciertas materias, o gastarlos en meter más leña al fuego de lo económico y a las iniciativas climáticas para reducir las dependencias energéticas.
Si Intel quiere volver al proyecto, será con unas condiciones mucho peores
Le va a costar caro a Intel ese "posponer" la FAB de chips en Magdeburgo, porque las opciones de financiación serán mucho peores, lo que significa que la compañía tendría que poner mucho más dinero. Alexander Schiersch, del Instituto Alemán de Investigación Económica, afirmó que dados los problemas económicos de los azules, muy graves, la posibilidad de que retomen el proyecto de Magdeburgo es inferior al 50%.
Pero de hacerlo, las condiciones serán brutales, puesto que el gobierno tendría que volver a buscar dinero de donde no lo tiene, quitando de aquí y allá, renegociando las condiciones desde cero y no precisamente con el objetivo de traer a Intel a cualquier precio. Ahora, según lo que se está diciendo desde el parlamento alemán, las prioridades son otras, aunque de aquí a 2030 las cosas pueden cambiar y mucho.
El suelo e infraestructura previa, específico para Intel, sin poder ser utilizado
Hay problemas anexos, como el emplazamiento destinado a la FAB de chips. Era tan concreto y específico para Intel, según sus condiciones, que usarlo para otras empresas o menesteres parece complicado, y ya se gastó el gobierno mucho dinero en carreteras (Autobahn), accesos y cierta infraestructura, no mucha, pero hubo inversión previa. Dado que la economía no va bien ni en la empresa ni en el país, las condiciones a negociar serán tan duras, que podría darse el caso de que, aunque haya intención por ambas partes, ninguna ceda.
Sea como fuere, el primer paso lo tendrá que dar Intel, porque Alemania ahora se está volcando con TSMC, los cuales sí que están yendo en serio con su FAB de chips, mientras que 5 años más tarde para los azules significa ir a remolque del líder mundial en fabricación de semiconductores en un continente donde el consumo en general, sobre todo en equipos electrónicos de toda índole, está en plena recesión desde hace meses.