China manda a Huawei a reclutar ingenieros europeos de ASML y Zeiss: les ofrecen triplicar su sueldo, ¿es esto un robo de propiedad intelectual?
La guerra sigue su curso y no precisamente la bélica, sino la tecnológica, puesto que como vimos a mediados de semana, EE.UU. se ha puesto mucho más dura bloqueando a más de 200 empresas chinas, y además, cortando de lleno todo lo que tiene que ver con la memoria HBM. China contraataca ahora y de la forma más dura posible, puesto que si no puede traer la tecnología desde fuera para sus intereses personales, intenta traer lo segundo más valioso: la propiedad intelectual de carne y hueso, es decir, los ingenieros europeos de ASML y Zeiss.
Y lo hará, como no, intentando seducir con su empresa más puntera en el sector, Huawei, la cual se ha lanzado directamente a por las empresas europeas por un motivo realmente simple: EE.UU. requiere una licencia a sus trabajadores si quieren irse a China y su sector tecnológico. Por tanto, los estadounidenses valoran por encima de todo no solamente lo lógico y lo físico, sino a su propio personal cualificado.
Europa tiene que enfrentar la amenaza de China, sus altos sueldos y el intento de reclutar ingenieros de sus dos principales empresas: ASML y Zeiss
La competencia global en la fabricación de chips enfrenta nuevos desafíos debido al agresivo reclutamiento de China, en concreto de Huawei y otras empresas anexas al gobierno de Xi Jinping. Con escasez de expertos en litografía y óptica avanzada que hay en Europa y EE.UU., las empresas chinas han recurrido a ingenieros de empresas líderes como ASML y Zeiss ofreciendo salarios significativamente superiores.
Estas estrategias han despertado alarmas en Europa, Asia y Estados Unidos, donde la transferencia de tecnología sensible plantea riesgos para la seguridad nacional, y no es la primera vez que esto ocurre, por desgracia. El problema llega hasta tal punto y se está tomando tan en serio, que los servicios secretos han entrado de lleno en este tema.
En Alemania, los servicios de inteligencia investigan los esfuerzos de Huawei por atraer empleados de Zeiss SMT, fabricantes de ópticas clave para ASML, y de empresas como Trumpf, especializada en amplificadores láser. Los trabajadores informaron sobre estos acercamientos, revelando ofertas de hasta tres veces sus salarios actuales. Esta situación también ha llevado a acciones regulatorias y sanciones en países como Taiwán y Corea del Sur, que buscan frenar el traslado de tecnología crítica a China.
Xi Jinping está dispuesto a todo y contra todos
A pesar de estas medidas, la oferta de altos salarios respaldados por fondos gubernamentales permite a las empresas chinas captar talentos de Europa, Asia y Estados Unidos. En algunos casos, esta estrategia implica la transferencia de secretos comerciales, lo cual es el principal temor de todos los estados. Un ejemplo extremo fue el de empleados de FemtoMetrix en California, cuyo acceso indebido a datos casi provocó el colapso de la compañía.
Aunque muchos ingenieros declinan estas propuestas por razones éticas y culturales, algunos las aceptan, transfiriendo conocimientos esenciales. Las estrategias de reclutamiento masivo, conocidas como "spray and pray", combinadas con intermediarios para ocultar su origen chino, intentan mantener a las empresas chinas a la vanguardia en la carrera por la innovación tecnológica.
Los gobiernos continúan buscando formas de regular estas prácticas sin comprometer la libertad comercial, enfrentando desafíos significativos en un mercado cada vez más competitivo. Y es un problema, porque implica que entonces, como pasa en EE.UU., hay que pedir permiso para trabajar en China, y si no lo concede La Casa Blanca y el Departamento de Comercio, entonces se pierde una oportunidad laboral que está muy bien remunerada.
Europa, Corea del Sur, Taiwán (que ya lo sufre con TSMC) y Japón están lidiando con esto, y quizás, aunque no sea lo más óptimo, tengan que seguir el camino que ya ha implementado Estados Unidos, porque al fin y al cabo, el activo más importante de cualquier empresa son sus trabajadores, en este caso los ingenieros europeos de ASML y Zeiss.