Intel sigue sin poder detectar si una CPU Core 13 y Core 14 está dañada por los problemas de voltaje y frecuencias descontrolados, ¿cómo hacen el diagnóstico entonces?
Aunque parezca surrealista, la realidad es que Intel sigue con una interrogación encima de la cabeza cuando se le habla de cómo pueden saber si una CPU que les llegue de RMA está afectada o no por los problema de inestabilidad que vimos en los Core 13 y Core 14. Tanto es así, que la propia Intel ha confesado a los compañeros de Tom's Hardware que no tienen una manera, una máquina, herramienta o método de detección de dicho problema y daño. ¿Están aceptando los RMA porque sí?
Es un tema preocupante, muy preocupante, por todo lo que hemos visto en los últimos 11 meses, donde ya vamos casi para el año. Los problemas con los Core 13 y Core 14 supuestamente están corregidos, finiquitados, o lo que es igual, ninguna CPU que se comprase a día de hoy y se instale en una placa base con el último microcódigo debe de causarle daños, pero tampoco hay forma de demostrar fehacientemente que esto es así.
Intel no puede detectar si un Core 13 o Core 14 está dañado, no tienen una herramienta de detección
Parece mentira, pero es una realidad que plasman los compañeros con unas declaraciones tan breves como concisas que son un jarro de agua fría a un problema que sobre el papel es historia. Intel afirmó lo siguiente:
"Seguimos investigando la posibilidad de una herramienta de detección, y emitiremos una actualización de este caso si hay una disponible"
Es decir, si un usuario tiene problemas con su CPU, pide el RMA a Intel y manda la CPU a casa, en el departamento de investigación y detección de problemas no saben exactamente qué hacer con ella. No tienen una herramienta o método por el cual puedan comprobar si, efectivamente, está dañada, si ha muerto por los problemas de frecuencias o voltaje descontrolados (sobre todo el último) o si es cosa del Vmin.
Nada, cero, imposible. Por tanto, si se acepta el RMA la CPU irá seguramente a una fase de reciclaje de componentes electrónicos para extraer los minerales clave, puesto que en unos días oficialmente está "obsoleta" con el aterrizaje de Arrow Lake-S y sus Core Ultra 200K. Sale más rentable mandar procesadores recién salidos de producción, más rápido y óptimo, y es lo que se está haciendo desde los almacenes de Intel.
Intel no debería exigir pruebas y más pruebas a los usuarios sin poder comprobar el daño a la CPU
Sabiendo esto, choca muchísimo el viacrucis que han tenido que sufrir muchos usuarios para poder tramitar el RMA. Se espera, como mínimo, que si no hay forma de saber a ciencia cierta que la CPU está muriendo, o simplemente está dañada, acepten los RMA de las personas que los están tramitando, puesto que el problema lo ha creado la propia Intel, está reconocido y tienen 4 microcódigos en el bolsillo nada menos.
Pero no, a muchos les están pidiendo pruebas, referencias y datos varios para aceptar RMA tras describir los problemas de inestabilidad en sus Core 13 y Core 14. Lo único bueno de este tema, puesto que no hay herramienta de detección para los problemas de inestabilidad, es que una vez aceptado el RMA es posible que terminen por mandar una CPU más rápida, sobre todo si es un Core 13, donde están mandando por norma general Core 14 de la misma gama.
Si efectivamente los problemas se han resuelto y el caso está cerrado como afirma Intel, este "step up" a misma gama puede ser una buena solución en garantía para los afectados, pero sigue siendo sorprendente que una compañía como Intel no sea capaz de discernir si sus propias CPU están dañadas o no de forma interna en sus laboratorios. Eso solo muestra la gravedad del problema y por qué tardaron tanto en solucionarlo al completo, pero no les excusa para facilitar un poco más esos procesos de RMA.