El CEO de Epic cree que muchos juegos se lanzan con presupuestos elevados y luego no se venden tan bien, ¿el futuro es pagar por suscripción?
Tim Sweeney, el visionario detrás de Epic Games, ha encendido un debate crucial en la industria de los videojuegos: ¿por qué títulos con presupuestos astronómicos y expectativas desbordantes están fracasando en taquilla? Sweeney apunta a un cambio generacional en los hábitos de los jugadores, quienes cada vez más buscan experiencias interconectadas y en constante evolución, como las que ofrece Fortnite. Entonces, según Epic ¿presupuestos elevados en juegos no garantiza unas ventas acordes a lo gastado?
Este fenómeno que ha movido Fortnite ha puesto en jaque el modelo tradicional de desarrollo de videojuegos AAA. Por ello, los juegos AAA, con sus ciclos de producción de varios años y presupuestos millonarios, se enfrentan a una serie de desafíos, o al menos, eso piensa Sweeney.
Los presupuestos elevados en juegos no son garantía de ventas según Epic, hay que cambiar el modelo
Uno de estos desafíos que cita el CEO de Epic es la ventana de oportunidad cada vez más estrecha en un mercado saturado. Una vez que la novedad pasa, el interés del público puede desvanecerse rápidamente. Esto lo vemos cada vez más, donde títulos muy jugados durante semanas caen en el olvido a una velocidad increíble. Además, los costos de producción en constante aumento elevan el riesgo de fracaso comercial.
Y por si fuera poco, la rigidez inherente a muchos juegos AAA, con sus historias lineales y mecánicas fijas, dificulta adaptarse a las cambiantes preferencias de los jugadores. Es un cóctel donde las desarrolladoras cada vez tienen más miedo a que pueda no gustar.
En contraste, los juegos como servicio (GaaS) ofrecen una alternativa atractiva. Al actualizar constantemente el contenido y permitir la interacción entre los jugadores, estos títulos logran mantener a los usuarios enganchados durante largos periodos. Fortnite es el ejemplo más claro de este modelo, donde los jugadores pueden construir, competir y socializar en un mundo virtual en constante evolución. Incluso un gigante como WoW, veterano donde los haya, ha tenido que adaptarse a los nuevos tiempos.
El factor social como pieza clave entre los jugadores
Sweeney destaca la importancia de la socialización en los videojuegos modernos. Los jugadores buscan experiencias compartidas, donde puedan interactuar con amigos y crear recuerdos juntos. Fortnite ha sabido capitalizar esta tendencia, ofreciendo un espacio virtual donde las posibilidades son infinitas.
Este cambio de paradigma plantea interrogantes sobre el futuro de la industria. ¿Estamos presenciando el ocaso de los juegos AAA tradicionales? ¿Se impondrá el modelo de juegos como servicio? Aunque es difícil predecir el futuro, lo cierto es que la industria está experimentando una transformación profunda.
Los desarrolladores deberán adaptarse a esta nueva realidad y encontrar formas de crear juegos que sean a la vez atractivos y rentables. Esto implica invertir en la construcción de comunidades, adoptar modelos de negocio más flexibles y priorizar la calidad sobre la cantidad. Lo que parece claro si esto triunfa es que no seremos poseedores del juego como tal, solo del servicio, como pasa con plataformas de streaming varias.
El problema que plantea este modelo en medio de una economía a la baja y claramente en recesión es que la mayoría de los jugadores son, o bien niños, o bien adolescentes, que son precisamente los que menos dinero tienen, mientras que los adultos buscan otras experiencias de juego más allá de lo social. ¿Cómo cuadrar el círculo? Ahí está el kit de la cuestión, pero parece que no será a base de un mayor presupuesto en los videojuegos por lo dicho, ya que las desarrolladoras tienen miedo a no vender.