Las empresas de IA triplicarán la demanda de energía, no usarán renovables y emitirán 600 millones de toneladas de CO2, ¿aquí no importa el cambio climático?
Según estimaciones, solo en Estados Unidos se requerirán más de 50 gigavatios (GW) de capacidad adicional para centros de datos hacia 2030, lo cual implicará una inversión superior a los 500 mil millones de dólares en infraestructura. El problema es que esta infraestructura no será sostenible, es decir, en sectores como la IA no se usará energía limpia, sino nuclear e incluso del carbón y el petróleo, pero entonces… ¿De verdad les importa a los gobiernos del mundo el cambio climático? Obviamente no si no es para su beneficio. El aumento de la demanda de recursos computacionales para la IA y HPC está relacionado con el desarrollo de chips menos eficientes en términos de consumo de energía conforme los nodos litográficos avanzan, y esto lo cambia todo.
Mientras que antes las CPU y GPU duplicaban su eficiencia cada dos años, hoy este proceso tarda tres años o más, lo que incrementa la necesidad de infraestructuras energéticas más robustas y a largo plazo.
La IA lo está cambiando todo, no solo en la demanda de energía, está mostrando las carencias del argumento del cambio climático
El suministro energético para estos centros de datos está siendo un obstáculo clave. Las instalaciones de centros de datos, especialmente en mercados importantes como el norte de Virginia, enfrentan tiempos de espera de hasta tres años para obtener la energía necesaria. Además, la infraestructura energética actual no es suficiente para cubrir la demanda de estos centros, lo que agrava el problema de sostenibilidad energética.
La capacidad para cumplir con las necesidades de estos centros es cada vez más limitada, y en algunos casos, los equipos eléctricos necesarios tienen plazos de entrega de hasta dos años o más. Crea uno en el cambio climático como fenómeno atmosférico planetario por los múltiples estudios realizados, o se piense que es una teoría de la conspiración, la realidad es que la defensa de las menores emisiones de CO2 se está yendo por el retrete con la IA y la criptominería de por medio.
En este contexto, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) asociadas a la construcción y operación de centros de datos son una preocupación crítica. La investigación realizada por Morgan Stanley estima que los centros de datos emitirán la friolera de 2.500 millones de toneladas de CO₂ entre ahora y 2030, lo que representa tres veces más emisiones que si no se hubiera desarrollado la IA generativa.
Para ofrecer una comparación a esta cifra, las emisiones a nivel mundial de los coches de combustión rondan los 4.000 millones de toneladas de CO2. La cifra de los centros de datos, contada anualmente, supondrá una décima parte de lo que contaminan los coches del planeta.
¿De dónde provienen estas emisiones de los centros de datos de IA y HPC?
Gran parte de estas emisiones provienen del llamado "carbono operativo", es decir, el consumo energético diario de las instalaciones, mientras que el resto se atribuye al "carbono incorporado", que se refiere a las emisiones generadas durante la construcción de la infraestructura.
Este crecimiento exponencial de las emisiones ha dado lugar a un mercado en expansión para las soluciones de descarbonización, como la captura, utilización y secuestro de carbono (CCUS) y la eliminación de dióxido de carbono (CDR).
Según Morgan Stanley, solo para descarbonizar la energía de los centros de datos, será necesario capturar y almacenar unas 260 megatoneladas de CO₂ para 2030, lo que requerirá inversiones de entre 15.000 y 45.000 millones de dólares. Estos son fundamentales para que los operadores de centros de datos, incluidas las grandes empresas tecnológicas como Microsoft, Google, Meta, OpenAI y Apple, alcancen sus objetivos de neutralidad medidas de carbono para finales de la década.
El caso es, ¿van a invertir las grandes empresas en estos sistemas de “descontaminación” en pleno proceso de gasto para el hardware de IA donde un servidor de NVIDIA está costando medio millón de dólares? Evidentemente no, al menos, por ahora o por el hecho de que el gobierno de turno les obligue como tal.
Se reduce de un lado, se incrementa por el otro, ¿es el cambio climático un problema que importe de verdad a los gobiernos?
El impacto de la demanda de energía en la IA para el cambio climático es un problema urgente que debe abordarse con rapidez. Si bien las tecnologías digitales pueden ofrecer mejoras significativas en la eficiencia y productividad, también es crucial que las empresas y gobiernos inviertan en soluciones energéticas sostenibles.
Sin un enfoque claro hacia la reducción de emisiones y el desarrollo de infraestructuras energéticas más limpias, la expansión de la IA podría contribuir de manera desproporcionada al calentamiento global.
Por tanto, la excusa de intentar introducir coches eléctricos, de cerrar centrales de carbón, dejar nucleares y otras tantas medidas de los gobiernos de turno contrasta con todo lo dicho. Son soluciones que han demostrado tener poco impacto en el planeta, ya que se está retirando por un lado, y contaminando por el otro. ¿Acaso la IA va a darnos la solución a este tema tan complejo como dijo Eric Schmidt, Ex CEO de Google?