Thermaltake THE TOWER 300, una singular minitorre que puede presumir de mucho espacio
Con nosotros tenemos hoy para su review la Thermaltake THE TOWER 300, una mini torre que de pequeña en si tiene poco, pero de mostrarnos el equipo tiene mucho. Y es que su frontal de cristal panorámico dividido en tres secciones permite ver los principales componentes del equipo, que además quedará girado 90 grados para ofrecer una mejor refrigeración.
Antes de comenzar la review, debemos agradecer a Thermaltake su confianza en El Chapuzas Informático al cedernos este chasis para nuestro análisis.
Índice de contenidos
Especificaciones Técnicas de la Thermaltake THE TOWER 300
Thermaltake THE TOWER 300 | |
Diseño | Mini torre – micro-ATX |
Materiales | Chasis acero SPCC Frontal panorámico de cristal templado de 3 mm de grosor |
Dimensiones | 551 x 342 x 281 mm (alto, ancho, profundo) |
Peso | 8,3 kg |
Bahías | 3 x 3,5/2,5 pulgadas |
Esquema de Refrigeración | Superior: 2 x 120/140 mm (2 x CTA140, 1500
rpm, 30,5 dB) Lateral derecho: 3 x 120/140 mm Trasero: 2 x 120/140 mm Carenado fuente: 1 x 120/140 mm |
Radiadores compatibles | Lado derecho: 420/360/280/240/140/120 mm |
Ranuras expansión | 4 slots |
Conectores | 1 x USB-C 3.2 Gen2 2 x USB 3.0 2 x Jack 3.5 mm (auriculares y micrófono) |
Limitaciones | Disipador: hasta 210 mm Gráficas: hasta 280-400 mm (con - sin carenado de la fuente) Fuente de alimentación: ATX hasta 220 mm |
Embalaje y Accesorios
Damos comienzo a la review de la Thermaltake THE TOWER 300 colocando la caja de cartón que la protege sobre nuestra mesa de trabajo. Nos encontramos ante un embalaje muy estilizado y con un formato bastante peculiar, que anticipa el formato del propio chasis.
En su interior, unos marcos de corcho y una bolsa de plástico se encargan de protegerlo a la perfección para que llegue impoluto a nuestras manos, siendo acompañado del siguiente kit de accesorios.
Además del manual de usuario, encontramos una tapa frontal alternativa que permite colocar una pantalla opcional (se vende aparte), una tapa de plástico interior, un juego de bridas de plástico para organizar el cableado, el altavoz de sistema y los tornillos que permiten instalar todos los componentes.
Thermaltake THE TOWER 300 – Diseño exterior
Continuamos la review de la Thermaltake THE TOWER 300 ya con esta liberada de todas sus protecciones y colocada de nuevo sobre nuestra mesa de trabajo. Ante nosotros tenemos la versión verde matcha, un color muy original que luce realmente bien y que forma parte de un total de siete acabados distintos a elegir.
Optemos por cualquier de ellas, tendremos un chasis de acero SPCC de buen grosor y robustez que especifica unas dimensiones de 551 x 342 x 281 mm (alto, ancho, profundo) y un peso de 8,3 kg, por lo que realmente de mini chasis tiene poco.
El frontal de la Thermaltake THE TOWER 300 es bastante singular, pues encontramos un cristal templado panorámico dividido en tres secciones que permiten ver el interior del equipo a la perfección. Estos tienen un grosor de 3 mm, que es lo mínimo aceptable, y se retiran de forma manual, aunque el principal tiene unos clics en el margen superior que lo liberan.
Conectividad frontal
En el margen superior, encontramos los botones de encendido y reset y la conectividad de la Thermaltake THE TOWER 300. Este modelo ofrece un puerto USB-C 3.2 Gen2, una pareja de puertos USB 3.0 y una pareja de conectores jack de 3,5 mm para auriculares y micrófono, por lo que la conectividad es perfecta.
Además, en el margen inferior es donde podemos quitar la tapa que viene de fábrica y colocar la alternativa que vimos en los accesorios para colocar una interesante pantalla, aunque esta se vende aparte.
La Thermaltake THE TOWER 300 cuenta con unos laterales de acero agujereados para permitir el flujo de aire, aunque en el caso del derecho tenemos la posibilidad de instalar un radiador y, obviamente, ventiladores.
Como no podía ser de otra forma, el lado posterior es bastante singular en este modelo. Si bien la fuente de alimentación queda situada en el margen inferior, como es costumbre, sobre ella tenemos espacio para dos ventiladores de 120 y 140 mm.
La tapa de la Thermaltake THE TOWER 300 ofrece un diseño agujereado a modo de panel de abeja, pudiendo retirarla con solo tirar de ella para ver como cuenta en su interior con un filtro antipolvo. Vemos como en la zona posterior tiene un agujero por el que saldrán los cables de los conectores traseros de la placa base, anticipando ya que esta quedará girada 90 grados. Por lo tanto, debemos quitar esta tapa cada vez que queramos conectar cualquier cable, algo que puede parecer molesto, pero tanto o menos que conectarlos en el lado posterior del chasis como es habitual.
Mientras, la base cuenta con un filtro antipolvo extraíble hacia el frontal para su fácil limpieza, quedando está apoyada sobre cuatro patas de plástico que son rematadas por tiras de goma para un buen apoyo sobre la mesa.
Thermaltake THE TOWER 300 – Diseño interior
Retiramos los cristales frontales y la tapa superior para centrar ahora la review de la Thermaltake THE TOWER 300 en su singular diseño interior.
Placa base micro-ATX y disipador de hasta 210 mm de altura
La Thermaltake THE TOWER 300 permite instalar en su interior una placa base de formato micro-ATX o mini-ITX, la cual quedará girada 90 grados a la derecha para que los conectores posteriores queden en este caso hacia arriba. Además, de forma previa a colocar la placa base, podemos instalar una pareja de unidades de 3,5 o 2,5 pulgadas en la misma bandeja, por si no solo queremos usar M.2 o por si queremos reaprovechar las que ya tenemos.
Siendo un chasis teóricamente mini, como hemos dicho, realmente no lo es. Permite instalar un disipador de hasta 210 mm de altura y una tarjeta gráfica de hasta 400 mm. Sin embargo, para llegar a esta longitud debemos retirar el carenado de la fuente de alimentación, pues con este puesto estaremos limitados a 280 mm, que nos limitaría a modelos de doble ventilador.
La zona inferior del chasis queda relativamente tapada por un panel de rejilla que permite la instalación de un ventilador de 120 o 140 mm, quedando oculta por tanto en su mayoría la fuente de alimentación y su cableado.
Radiador triple de 420 o 360 mm
Mientas que el lateral izquierdo no permite la instalación de componentes, en el derecho tenemos la posibilidad de instalar un radiador triple de 420 o 360 mm, es decir, correspondiente a tres ventiladores de 120 o 140 mm. No tendremos por tanto problema en optar por una refrigeración liquida, ya sea AIO o personalizada.
En la cara superior de la Thermaltake THE TOWER 300 nos encontramos con una pareja de ventiladores Thermaltake CTA140 de 140 mm, los cuales especifican un giro máximo de 1500 rpm y una sonoridad de 32,5 dBA.
Bajo ellos tendremos el espacio para el cableado trasero de la placa base y el de la GPU, la cual quedará instalada en los cuatros slots acordes a una placa base de formato micro-ATX. De esta forma, la GPU quedará colocada en vertical, con los ventiladores tomando el aire desde el lado izquierdo del chasis y con su margen más atractivo hacia el frontal del mismo.
Giramos la Thermaltake THE TOWER 300 para ver cómo tras la bandeja de la placa base tenemos mucho espacio para organizar el cableado, pues incluso podemos instalar una pareja de unidades de 3,5/2,5 pulgadas como ya hemos comentado.
Contamos también con un hueco pasacables engomado y vemos como en la zona inferior queda situada la fuente de alimentación en formato ATX de hasta 220 mm de profundidad.
Echamos por último un vistazo al cableado, consistente en cuatro headers para la conexión de los puertos y botones frontales, así como conectores PWM para los dos ventiladores preinstalados en el chasis.
Conclusión
Concluimos la review de la Thermaltake THE TOWER 300 destacando lo singlar del diseño de este chasis, que escapa a la tónica general de todos los modelos del mercado. Nos encontramos con un frontal que permite ver el interior del equipo a la perfección gracias a un cristal panorámico dividido en tres secciones, mientras que su placa base queda girada 90 grados para mejorar la refrigeración. De esta forma, la GPU queda colocada en vertical, colgada de la tapa, y los cables quedan bajo esta misma tapa, con mejor acceso previa retirada de ella.
Este formato solo supone una limitación en cuanto a la placa base, que debe ser de formato micro-ATX o mini-ITX, pero no para los demás componentes. Para la refrigeración del procesador, podemos optar por un disipador de hasta 210 mm de altura o por una refrigeración liquida de radiador triple de 420 o 360 mm. Además, podemos instalar una tarjetas gráfica de hasta 400 mm de longitud, aunque se limita a 280 mm si mantenemos la tapa que cubre la fuente de alimentación ATX.
Teniendo en cuenta todas estas singularidades, nos sorprende que el precio de la Thermaltake THE TOWER 300 sea de 155 euros para la versión negra y hasta 175 euros para otros acabados. Es un precio bastante bueno teniendo en cuenta que no es el clásico chasis y que incluye dos ventiladores de 140 mm, pudiendo elegir entre siete colores que le sientan realmente bien.
Principales ventajas | |
+ | Diseño muy singular con frontal de cristal panorámico e interior girado 90 grados |
+ | Disponible en siete acabados, muchos con colores únicos |
+ | Admite un disipador de hasta 210 mm o un radiador triples de 420/360 mm |
+ | Permite una tarjetas gráficas de hasta 400 mm (280 mm con tapa de fuente) |
+ | Incluye dos ventiladores de 140 mm |
+ | Filtros anti polvo en todas las zonas de ventilación |
Aspectos Negativos | |
- | No admite una placa ATX por muy poco |
Desde del El Chapuzas Informático le otorgamos el Galardón de Platino al chasis Thermaltake THE TOWER 300.