Intel vende sus oficinas en Europa tras más de 40 años mientras Arm pregunta por su división de productos
Que Intel está recortando todo lo posible el gasto monetario y deshaciéndose de activos por doquier es algo que la propia empresa ha dicho, pero lo que nadie imaginaba es que estaban dispuestos a todo, literalmente. Tanto es así que tras más de 40 años en Europa, con la segunda sede más antigua para la compañía, Intel pone a la venta Swindon, en UK, para recuperar algo de masa monetaria, pero sobre todo, para quitarse empleados de enmedio.
La estrategia es lícita, y será englobada entre la reestructuración de valores de la empresas, y por supuesto, de los más de 15.000 empleados que serán despedidos. Parece una recogida de cable evidente por parte de los azules que van a ir a lo básico, a lo imprescindible, para volver a ser rentables, y el siguiente paso está de nuevo en Europa.
Intel pone en venta su sede en Swindon tras más de 50 años desde su fundación
El gigante de los chips americano ha contratado a Colliers para vender su parcela de 12,87 acres, el cual se construyó a principios de los 80, y que según la empresa tiene a más de 1.000 empleados trabajando. El portavoz de los azules dijo lo siguiente al respecto:
“Estamos cambiando nuestra estrategia inmobiliaria global para centrarnos en menos ubicaciones más pobladas y eliminar el espacio subutilizado. Este enfoque fomentará una mayor colaboración en persona en nuestros sitios más grandes y, al mismo tiempo, generará ahorros de costos para la empresa. Seguimos centrados en satisfacer las necesidades del mercado local y apoyar el crecimiento de nuestros clientes y socios”.
Se dice que el valor de la parcela junto con las instalaciones es de más de 12 millones de dólares, calderilla realmente para Intel, así que parece que lo que quiere con esto es no solamente quitarse inmuebles y costes anexos como dice el portavoz, sino liberar masa salarial, la cual es muy costosa mensualmente. Pat Gelsinger lo dejó claro hace unas pocas semanas con una frase dilapidadora, donde dejó claro que los costes son demasiado altos, mientras que los márgenes son demasiado bajos.
Si quieren competir contra TSMC, AMD y NVIDIA al mismo tiempo, o se optimizan los costes y se elevan los márgenes, o será imposible, y en ello están. El problema es la imagen de debilidad que están mostrando, hasta el punto que tras Qualcomm otra empresa se les ha acercado a preguntar por su posible "despiece".
Arm pregunta a Intel si vende su división de productos, ¿están oliendo sangre los grandes del sector?
Por si la noticia de la venta de Swindon no es suficiente, Arm se acercó recientemente a Intel para explorar la compra de su división de productos, según una fuente cercana. Sin embargo, Intel negó cualquier intención de vender.
Las conversaciones no involucraron el interés de Arm en las operaciones de fabricación de Intel, es decir, IFS, un aspecto clave de la estructura de la compañía que actualmente cuenta con dos divisiones principales: la de productos, que incluye chips para PC y servidores, y la fabricación en sí misma donde se incluyen lógicamente sus nodos litográficos y tecnologías de packaging.
Ambas compañías se negaron a hacer comentarios. Como sabemos, Intel ha enfrentado crecientes dificultades este año, tras un informe financiero desalentador que provocó una drástica caída en sus acciones y la reducción de 15.000 empleos. Además, ha detenido sus planes de expansión de fábricas y suspendido sus dividendos.
En su intento por recuperarse, Intel ha separado su división de productos de sus fábricas, lo que podría atraer nuevos inversores y posibles compradores. Según las fuentes, Intel ha considerado dividir la compañía, un movimiento que podría facilitar la venta de alguna de sus partes.
Por su parte, Arm, propiedad en gran parte de SoftBank, está buscando expandirse más allá del mercado de teléfonos inteligentes hacia sectores como los PC y servidores, donde competiría directamente con Intel, Qualcomm y AMD. Bajo la dirección de Rene Haas, Arm está desarrollando productos más completos que podrían aumentar su competitividad.
Arm, con sede en Cambridge, ha visto aumentar su valoración a más de 156.000 millones de dólares, en gran parte impulsada por el crecimiento en la demanda de chips para inteligencia artificial. Mientras tanto, Intel, con una capitalización de mercado de 102.300 millones de dólares, busca opciones para recuperarse, incluyendo una inversión de Apollo Global Management.