AMD cambia las reglas del overclock con los Ryzen 9000 y Curve Shaper: hasta un +11% de rendimiento extra
Los Ryzen 9000 no han cumplido con las expectativas afirmadas por la propia AMD en cuanto a gaming, principal escenario y objetivo de los rojos con estas CPU para escritorio. Sin embargo, quedan por esclarecer algunas cosas que han sido pasadas por alto en casi todas las reviews de estos procesadores, ¿cuál es el mejor método para hacerles overclock? Si bien muchas los han subido, pocas (o ninguna más bien) han podido exprimirlos a tope. Esto es debido a que Curve Shaper es una gran desconocida y AMD ha dado en el clavo con ella para el overclock de los Ryzen 9000.
Como algunas reviews han mostrado el overclock con distintos métodos, inclusive con PBO, vamos a saltarnos toda esa parte y que cada uno saque las conclusiones que quiera sobre si le parece mucha la mejora, o poca. En cualquier caso, solo hemos visto un par de overclocks que intentan exprimir al máximo realmente a estas CPU, así que vamos directamente a conocer un poco cómo funciona gracias a los compañeros de Skatterbencher.
AMD cambia las reglas del overclock con Curve Shaper
El overclock "tradicional" de los rojos se ha basado en una optimización y agregación de funcionalidades con el paso de los años, por ejemplo, el citado PBO o el más novedoso Curve Optimizer. Pero con los Ryzen 9000 añade un paso más para llegar al límite de cada CPU: Curve Shaper.
Esta utilidad permite ajustar el voltaje generado por Curve Optimizer de una forma más dinámica y precisa según la frecuencia y temperatura que tenga cada CPU. Es decir, podremos exprimir más la velocidad final si conseguimos enfriar más y más el procesador. De momento, todo es básico en el sentido de que Curve Shaper permite ingresar valores manualmente, pero sabemos por los AIB que quieren hacerlo mediante una interfaz más sencilla, y AMD ha confirmado que será algo que se integre en el futuro en Ryzen Master.
Por tanto, habrá dos opciones como hasta ahora con Curve Shaper para hacer overclock a los Ryzen 9000: BIOS y Ryzen Master, pero de momento no están funcionales en su totalidad.
Hasta 15 pasos de ajustes para configurar la curva V/F de los Ryzen 9000 y extraer con Curve Shaper hasta la última gota de overclock
Es la finalidad de esta utilidad. La configuración no son 15 puntos en total, sino una combinación entre cinco puntos de frecuencia y tres de temperatura, lo que da las 15 configuraciones posibles. En otras palabras, podemos ajustar 5 puntos de frecuencia y 3 de temperatura de forma manual, y combinarlos para encontrar el punto óptimo para cada salto, y esto es muy impresionante de por sí.
Vamos a ver todos los "steps" y entraremos directamente con los datos, que es lo interesante, tras esta breve explicación de Curve Shaper:
Saltos de frecuencia:
- Frecuencia mínima (“idle”)
- Baja frecuencia (“background”)
- Frecuencia media (“cargas de trabajo con un elevado número de núcleos”)
- Alta frecuencia (“cargas de trabajo para gaming”)
- Frecuencia máxima (“cargas de trabajo de 1 Thread”)
Temperaturas:
- Temperatura baja (“idle”) = -5° C
- Temperatura media (“cargas de juego de 1 Thread”) = 50° C
- Alta temperatura (“cargas de trabajo bajo estrés”) = 90° C
Esto nos permite decirle a la CPU cuándo queremos ajustar, dónde y en qué valor. Por ejemplo, queremos reducir el voltaje en idle, aumentar la frecuencia entre las temperaturas de 50º C y 90º C, pero reducirlas bajo estrés. Esto también sirve para hacer undervolt y underclock de forma más precisa, lo cual es magnífico y es algo de lo que Intel tiene que tomar buena nota como método de control y configuración.
El eCLK es clave para exprimir los Ryzen 9000
Es decir, tocar lo que de toda la vida se ha llamado FSB y que como sabemos, ahora es bastante más complejo y evolucionado. El eCLK nos permite la asincronía perfecta para empujar la frecuencia general al punto más alto, por lo que combinado con Curve Shaper ya tenemos el combo para ganar hasta el último MHz de manera personalizada, y buscar la mejor estabilidad donde la CPU sea más débil.
Dicho todo esto, el resultado salta a la vista al comparar distintas opciones de overclock, como PBO+EXPO, PBO configurado manualmente, opciones de memoria ajustadas, PBO con Curve Optimizer y obviamente, PBO con eCLK y Curve Shaper.
Del 4,04% que se consigue con PBO + EXPO frente a los valores de stock de un Ryzen 7 9700X, PBO con eCLK y Curve Shaper dejan una mejora del +11,51%. Es cierto que comparado con otras arquitecturas anteriores no es demasiado, pero frente a los Ryzen 7000 es una mejora interesante que permite overclock de nuevo en los Ryzen 9000, sobre todo con Curve Shaper.
Afinando por test y puntuación mejorada, vemos desde un +1,85% en Returnal, hasta un impresionante +40,13% en PYPrime, así que una media de más del 10% general como hemos visto es una gran mejora. En gaming, para ser concretos y con 3DMark Night Raid y Solar Bay, se obtiene un +10,53% y un +2,65%, una de cal y otra de arena.
En cualquier caso, el rendimiento asciende y es posible que en ciertos juegos arañemos bastantes FPS, algo que todavía queda por demostrarse con Curve Shaper. Sin duda, AMD ha dado en el clavo y pone a Intel en una complicada posición dentro del mundo del overclocking. Veremos qué tienen los azules con Arrow Lake, el cual, apunta con luces y sombras.