Amazon tiene que retirar 400.000 productos en EE.UU. por riesgo de matar o electrocutar a los compradores
Que Amazon se ha convertido en un estercolero de productos de dudosa procedencia y con una calidad paupérrima no es ninguna novedad. De hecho, parece competir más con Aliexpress o Temu, que con las grandes empresas de cada país en sus respectivos sectores. En EE.UU. lógicamente esto se lleva al extremo y como apenas hay control por parte de la empresa porque la gran mayoría de productos son de terceros, el desastre era cuestión de tiempo. Ahora la CPSC ha ordenado a Amazon retirar nada menos que 400.000 productos por ser extremadamente peligrosos, hasta incluso provocar la muerte del comprador.
Tema espinoso donde los haya sin duda. La Comisión de Seguridad de Productos de Consumidor, o CPSC por sus siglas en inglés, determinó finalmente que Amazon tenía que retirar casi medio millón de productos de sus tiendas, físicas u online, y además, se enfrenta a una demanda por motivos anexos a este problema.
Amazon tiene que retirar 400.000 productos por poner en riesgo a los compradores
La CPSC advirtió a la empresa de Jeff Bezos de que entre 2018 y 2021 se vendieron más de 400.000 productos muy peligrosos y que no solamente tenía que dejar de venderlos, sino que tenía que avisar a los propietarios para que dejasen de usarlos. Según se ha sabido, hablamos de productos de todo tipo:
- Pijamas que arden
- Detectores de humos defectuosos
- Secadores de pelo que pueden electrocutar a la persona
Por ello y por muchos más motivos, de sobra viendo la cantidad de productos citada, la CPSC pidió a Amazon que retirase los productos e informarse debidamente a los usuarios. Pero según la comisión el reclamo que hizo la compañía fue insuficiente y según dicen, "restaron importancia a la gravedad" con mensajes como;
"Atención: Aviso de seguridad importante sobre su pedido anterior de Amazon" o "Aviso de seguridad importante sobre su pedido anterior de Amazon".
Bien es cierto que Amazon no pidió de vuelta los productos, pidió su destrucción y les dio a los afectados una tarjeta de regalo y exigir prueba alguna de dicha destrucción.
"No hicieron ningún esfuerzo para rastrear cuántos artículos fueron destruidos"
Lógicamente la CPSC se lanzó contra la compañía, puesto que dado el número increíble de productos les dieron tiempo suficiente para tomar las medidas adecuadas, pero según ellos, Amazon no hizo nada, ya no retirar los productos, sino que no tuvieron ningún intento directo de llegar a los consumidores.
Por supuesto, el cuento que ha llevado la compañía de que solo son un proveedor logístico ya no cuela en la CPSC y no se contempla así en la Ley CPSA. La comisión va más allá y afirma lo siguiente:
"Dejar los productos en posesión de los consumidores y posiblemente en el mercado secundario sería contrario al propósito de la CPSA de proteger al público contra riesgos irrazonables de daño causados por productos de consumo", dijo la CPSC. "La Comisión considera que la CPSA autoriza condicionar los reembolsos o reemplazos de los productos a la devolución o prueba de destrucción, de acuerdo con la política y la práctica de la Comisión, y en interés público porque evita que se sigan dañando a los consumidores".
"Pueden producirse lesiones graves o la muerte si las prendas se incendian mientras las usan los niños", advirtió la CPSC, mientras que "los niveles peligrosos de acumulación de monóxido de carbono ponen en riesgo la vida". Y los secadores de pelo defectuosos "presentan un importante riesgo de descarga eléctrica y electrocución para los usuarios y, en última instancia, pueden provocar la muerte.
Lógicamente Amazon ha respondido, pues la pelea viene de lejos:
"En el caso de un retiro de un producto en nuestra tienda, retiramos los productos afectados rápidamente después de recibir información procesable de las agencias de retiro y continuamos buscando formas de innovar en nombre de nuestros clientes.
Nuestro servicio de alertas de retiro de productos también garantiza que nuestros clientes sean notificados rápidamente sobre información importante de seguridad del producto, y que el proceso de retiro de productos sea efectivo y eficiente", dijo el portavoz de Amazon.
Lo sorprendente de esto es que, siendo Europa más propensa a comprar productos de dudosa procedencia o calidad dentro de Amazon, ninguna investigación haya salido en estos términos, puesto que los productos en su mayoría deben ser parecidos, sino iguales. ¿Está haciendo Europa la vista gorda y estamos expuestos a estos mismos problemas con la compañía de Jeff Bezos?