Demuestran que ser adicto a Internet altera la memoria desde que somos niños
El concepto de Internet y estar conectados es algo que apareció hace varias décadas, pero no ha sido hasta recientemente cuando hemos dado una transición casi absoluta. Y es que, en la actualidad tanto ordenadores, móviles y casi cualquier dispositivo electrónico está conectado a Internet, incluso los electrodomésticos. Es realmente difícil dejar de lado las ventajas de usar Internet y por ello, hay personas que acaban adictas. Un estudio ha revelado que la adicción de Internet por parte de los niños y adolescentes les provoca cambios en la química del cerebro, afectando a la memoria.
Depende del año en el que hayamos nacido, hemos estado más o menos expuestos a Internet. Si eres de los que nació en la década de los 80, muy probablemente no habrás experimentado esto hasta ser adulto prácticamente, pues las primeras conexiones de Internet no llegaron a España hasta mediados de los años 90. Eso sí, a partir de ahí y sobre todo en la siguiente década, todo avanzó rápidamente.
La adicción a Internet es peligrosa para los niños, produce problemas de memoria y dificulta la toma de decisiones
Internet ha cambiado totalmente como tenemos acceso a la información, pues si bien antes debíamos acudir a bibliotecas, revisar libros o conseguir información hablando, ahora tenemos todo en la palma de nuestra mano. Internet es inmenso, con millones de páginas web que aportan todo tipo de contenido. Si somos personas curiosas sobre un tema en concreto, fácilmente podemos pasarnos horas buscando información al respecto. Muchas veces se habla de la adicción a los videojuegos, pero parece que no se tiene en cuenta la adicción a Internet, siendo esta mucho más fácil que ocurra. Y es que, simplemente navegando por YouTube, blogs, páginas web o foros durante horas, puede empezar a ser un indicativo de que estamos "enganchándonos" a este medio.
Si hacemos esto día tras día, podemos convertirlo fácilmente en una rutina y si no podemos controlarnos ni hay nadie que nos limite, entonces podemos acabar con una adicción. Precisamente, los jóvenes son más vulnerables a acabar adictos a Internet, sobre todo si no tienen vigilancia por parte de los padres. Un estudio ha determinado que la adicción a Internet de niños y adolescentes provoca cambios en la química del cerebro, lo que a su vez, provoca una mayor adicción. Un estudio publicado en PLOS Mental Health usó imágenes de resonancia magnética funcional (IRMf) para detectar que la actividad en reposo aumentaba y se reducía la conectividad funcional en áreas que afectaban a la memoria y toma de decisiones.
Los jóvenes expuestos a redes sociales tienen probabilidades de sufrir problemas de salud mental y baja autoestima
Visto de esta forma, la adicción de Internet en los niños puede provocarles problemas de memoria y que sean mucho más indecisos, pero ahí no acaba todo. En el estudio han relacionado estos cambios del cerebro con un mayor aumento de conductas adictivas, problemas de coordinación física y aparición de problemas de salud mental. Para poder reforzar sus argumentos, los investigadores examinaron 12 estudios que se realizaron entre 2013 y 2023. Entre estos, había un total de 237 personas analizadas de entre 10 y 19 años con adicción a Internet.
Otro estudio realizado por Millennium Cohort, determinaba que la mitad de los jóvenes británicos encuestados sentía que tenía adicción a redes sociales. Si a esto le añadimos que los adolescentes suelen mentir sobre su edad, buscan ser aceptados, tienen problemas para relacionarse y experimentan esa sensación de dopamina/tristeza con los likes (o ausencia de estos), podemos entender la relación con los problemas mentales. Tristeza, depresión, perfección buscando un físico que no es viable, problemas de alimentación, baja autoestima y mucho más pueden ocurrir perfectamente con una exposición a las redes sociales y todo lo que exponen.
Esa sensación de ver a las demás personas felices tras ver sus stories y posts cuando tu no lo estás, puede ser un duro golpe para los jóvenes a esa corta edad. Es cierto que las redes sociales están completamente involucradas ahí, pero realmente Internet en sí es donde encontramos todo esto y más en forma de imágenes, vídeos o noticias. Irene Lee, coautora del estudio, reconoce los beneficios de Internet, pero considera que los niños y adolescentes deberían ser controlados o limitados por los padres, para evitar caer en una adicción.