Intel Baseline Profile provoca un rendimiento «extraño» en Linux: aumenta el consumo y no rinde mejor
Intel se encuentra sumida en un problema que parecía una tontería al principio, pero ha escalado bastante y afecta a más personas de las que creíamos. Nos referimos a la inestabilidad de los Intel Core i9 13900K y 14900K, además de sus variantes KF y KS. Estos procesadores tope de gama de la compañía tienen problemas en juegos y aplicaciones, provocando crasheos y reinicios. Tanto Intel como las placas base tuvieron que sacar soluciones y el lanzamiento del Intel Baseline Profile fue una de ellas, pero parece ser que en Linux no funciona bien, pues baja el rendimiento y aumenta el consumo.
Llevamos unas semanas sin parar de hablar del tema de los Core i9 de Intel. No es para menos, pues desde que se publicó la guía de ajustes de BIOS para aumentar la estabilidad, surgieron las disputas en la comunidad. Y es que, no podemos negar de que estamos hablando de procesadores de gama muy alta/entusiasta destinados a usuarios que quieren lo mejor o buscan hacer overclock. Sin embargo, la realidad es que ni siquiera con los ajustes predeterminados de una placa base funcionan en condiciones. Es más, perfiles como el Intel Baseline ponen límites de potencia para mayor estabilidad, provocando una caída del rendimiento.
Intel Baseline Profile en Linux provoca pérdidas de rendimiento y aumenta el consumo
La caída de rendimiento es totalmente normal, pues al poner límites de consumo, estos procesadores bajan su frecuencia respecto a la de fábrica. En Windows ya vimos que había bajadas de un 8% de media a la vez que se reducía el consumo energético en 60W, por lo que no estaba del todo mal. No obstante, en Linux no podemos decir lo mismo, tras ver las pruebas de rendimiento con el Intel Baseline Profile en un PC con un i9-14900K, una ASUS PRIME Z790-P WIFI y 32 GB de RAM DDR5.
Empezando por los resultados de AOM AV1 a 1080p, podemos ver una pequeña caída de alrededor de un 2%, pero sube su consumo máximo en 17W. En C-Ray 2.0 los resultados son aún peores, pues la caída de rendimiento es de un 9% y el consumo máximo pasa de 217W a 255W. Podemos ver así como la frecuencia con Intel Baseline disminuye de un máximo de 6 GHz a 5.7 GHz, mientras la temperatura desciende unos pocos grados. En OpenSSL si vemos una diferencia mayor de rendimiento, el consumo sube 40W y para más inri, también se incrementan las temperaturas en 11 grados con Intel Baseline Profile.
La caída de rendimiento es pequeña, pero el consumo aumenta en 40W y la temperatura media en 7 grados
En el benchmark de compilación del kernel de Linux, nos encontramos con un resultado prácticamente idéntico, por lo que aquí no hay bajada de rendimiento, pero si volvemos a ver subida de consumo. Lo mismo podemos decir en la compilación de Godot Engine, donde se incrementa el consumo en 33W. En Blender volvemos al mismo caso de tener un renderizado igual de rápido pero añadiendo 30W de consumo adicional.
Las demás pruebas continúan ofreciendo estos resultados que no tienen sentido en un perfil que supuestamente baja el rendimiento y el consumo. Al final, en cuanto a la media de rendimiento, lo cierto es que solo hay una ventaja del 2% a favor del perfil automático predeterminado. El problema es que en cuanto a consumo, pasamos de una media de 144W y máximo de 228W en el ajuste de fábrica a una media de 167W y un máximo de 268W. Lo peor de todo, es que las frecuencias son ligeramente menores a pesar del mayor consumo, pasando de una media de 5093 MHz a 4974 MHz. Por último, la temperatura máxima ha sido de 100 grados, pero la media ha pasado de 63 a 70 grados.