Intel publica su declaración en respuesta a los problemas de estabilidad de los Core i9 de 13ª y 14ª generación
Hace unos días cuando empezaron a informarse de problemas de estabilidad de los Intel Core i9 de 13ª y 14ª generación y llegó la primera guía con ajustes, parecía que iba a ser algo que solo afectase a unos pocos usuarios. Sin embargo, esto se ha convertido en una bola de nieve que se ha hecho cada vez más grande y no ha parado de crecer desde que compañías tan importantes como MSI, ASUS o GIGABYTE también pusieron de su parte. Ahora Intel se ha visto en la obligación de dar una respuesta a estos problemas de estabilidad con sus Core i9, al igual que revela los culpables de lo ocurrido.
Fue hace una semana cuando salió la primera guía que trataba un problema recurrente entre los usuarios que poseían CPU tope de gama de Intel, en concreto los i9 de 13ª y 14ª generación. Aquí incluimos CPU como los i9-13900K e i9-14900K, al igual que las versiones KS y KF, estas últimas sin tarjetas gráficas. Si bien ya hace un tiempo que se han lanzado, sobre todo los 13900K, ha habido informes de usuarios que no pueden jugar o usar los programas por mucho tiempo antes de que estos exhiban caídas de FPS, se bloqueen o incluso haya un crasheo y se cierren.
Intel ha emitido un comunicado donde culpa a los fabricantes de placas base de los problemas de estabilidad de los i9
Parecía increíble que los mejores procesadores de Intel fueran los que más problemas provocaban a los jugadores, pero si aplicamos la lógica todo es sencillo de entender. Se trata de procesadores que consumen una enorme cantidad de energía, llegando a superar fácilmente los 250 o 300W, debido a que vienen desbloqueados de fábrica. Si usas una placa base y esta CPU te habrás dado cuenta de que el ajuste predeterminado suele ser el de energía "ilimitada", por lo que no hay un límite de consumo establecido, bueno no del todo, pues tenemos 4.095W si queremos ser específicos, pero no vamos a alcanzarlo.
Así pues, las guías y ajustes de BIOS que llegaron se encargaron de limitar ese consumo, frecuencias y voltajes para evitar estos problemas. Ahora Intel por fin se ha pronunciado al respecto y tenemos su declaración oficial en cuanto al problema de estabilidad de los Core i9. La compañía ha empezado anunciando que la inestabilidad se produce efectivamente por un alto voltaje, elevado consumo y como no, altas temperaturas durante un tiempo prolongado. Si bien no han llegado a dar con la raíz del problema, se ha encargado de culpar a las marcas de placas base. Según indica, la mayoría de usuarios afectados utilizan placas base con capacidad de overclock (lógico si adquirimos estos procesadores) con chipsets 600 y 700.
Intel pide a las marcas que publiquen perfiles de BIOS con sus ajustes recomendados como predeterminados
Esta acusación parece ser más una forma de salir de la situación donde se encuentran, pues precisamente Intel es la que vende y promociona estos Core i9 como CPU totalmente desbloqueadas y perfectas para overclocking. De hecho, es debido a las altas frecuencias que alcanzan de fábrica, que su consumo y temperaturas son ya altos. Intel continúa con la explicación mencionando que es habitual que las placas base desactiven la protección térmica y otras opciones de forma predeterminada, tales como:
- Desactivar CEP
- Habilitar IccMax Unlimited
- Deshabilitar TVB y eTVB
- Desactivar C-States
- Usar el modo "Ultimate Performance" de Windows
- Subir los límites de PL1 y PL2 por encima de lo recomendado por Intel
Todo esto hay que evitarlo y por ello, la empresa pide a los fabricantes de placas base que se ciñan a un perfil de BIOS predeterminado con los ajustes que recomienda Intel. Adicionalmente, quiere que pongan advertencias sobre las opciones que desbloquean las frecuencias, voltaje o consumo y las relacionadas con el overclocking. Mientras la compañía investiga cuál es la causa raíz de todo esto, se encargará de publicar sus pautas y ajustes recomendados de BIOS en mayo de 2024.