Desde California, la Base de la Fuerza Aérea
EDWARDS ha informado de algo realmente increíble y
pionero, ya que por primera vez en la historia un combate
aéreo no ha tenido entre sus filas a un
piloto frente a otro, sino solo a uno, donde su
rival era una IA. Un Dog Fight de manual que le ha
valido a la Escuela de Pilotos de Pruebas de la Fuerza Aérea de EE.
UU. y la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa
un reconocimiento sobre los avances en el campo del
aprendizaje automático dentro de la industria
aeroespacial.
Para el proyecto se usó un avión X-62A VISTA (Variable In-Flight
Simulation Test Aircraft) y todo se incluyó dentro del
programa Air Combat Evolution (ACE) que promueve
DARPA. El objetivo era obviamente probar
ejecuciones innovadoras con algoritmos de IA dentro de este avión,
y así evolucionar hacia lo que debería ser la IA que termine por
tripular lo mejor de lo mejor de la Fuerza Aérea de los EE.UU.,
seguramente en los aviones de séptima generación, al menos, si los
de sexta no llegan pronto.
Un combate aéreo que enfrentó a la IA con un piloto
experimentado a más de 1.900 km/h
Se tardó solamente un año en pasar de un entorno de pruebas con
una instalación inicial del algoritmo de IA con simulaciones en
vivo de los ataques entre aviones, a una demostración en un
Dog Fight que enfrentó a un piloto frente a dicha IA. Esto
deja claro el potencial que se tiene para lograr que el combate
autónomo no sea ciencia ficción como en las películas y estemos más
cerca de que los aviones de combate futuros sean controlados por
una IA a modo de enjambre.
La Fuerza Aérea dio más datos interesantes, ya que el equipo
realizó más de 100.000 líneas de cambios en el código del
algoritmo, algunos de ellos críticos por su importancia,
donde fueron testeando todo poco a poco en base a 21 vuelos
de prueba.
X62A VISTA vs F16: la IA frente al humano en un Dog Fight,
¿quién ganó el nose-to-nose?
Los cielos de EDWARDS fueron testigos del hito en la historia.
Se emparejó dicho X62A VISTA con un F16 pilotado por un
experimentado piloto de combate. El primer ejercicio
fueron maniobras defensivas entre ambos, tras lo cual, se pasó al
enfrentamiento ofensivo nose-to-nose, donde se llegaron a
altitudes de más de 600 metros y a
velocidades superiores a los 1.900 km/h, lo que equivale a
casi 1,6 mach:
“El X-62A es una plataforma increíble, no solo para la
investigación y el avance del estado de las pruebas, sino también
para preparar a la próxima generación de líderes de pruebas. Al
garantizar que la capacidad que tienen ante sí sea segura,
eficiente, eficaz y responsable, la industria puede
considerar los resultados de lo que ha hecho el equipo X-62A como
un cambio de paradigma.
Hemos cambiado fundamentalmente la conversación al demostrar que
esto se puede ejecutar de manera segura y responsable”, dijo el
Coronel James Valpiani, comandante de la Escuela de Pilotos de
Pruebas.
Ni que decir tiene que el X-62A llevaba en la cabina a un piloto
que podía desactivar manualmente la IA y tomar el control del
avión, algo que nunca tuvo que hacer:
“Es muy fácil observar el programa X-62A y verlo bajo control
autónomo, puede realizar combates aéreos, pero eso no tiene
sentido. Las Dog Fight eran el problema a resolver
para poder empezar a probar sistemas autónomos de inteligencia
artificial en el aire. Cada lección que estamos aprendiendo se
aplica a cada tarea que se le podría dar a un sistema autónomo”,
dijo Bill Gray, el piloto de pruebas jefe de la escuela.
Por desgracia, la Fuerza Aérea no desveló quién ganó la
Dog Fight o el nose-to-nose, así que suponemos que el
humano fue más eficiente a la hora de derribar simbólicamente a la
IA, porque de haber sido al revés, seguramente la Fuerza Aérea
hubiese comentado el logro. También se podría entender que fue al
revés y que lo guardan en secreto, pues podría otorgarles una
ventaja. Quizás en el futuro sí que lo hagan público, cuando el
resto de países tengan algo similar.
