La CPU de la PS5 es mucho más pequeña que el Ryzen 7 3800X o Steam Deck, pero rinde igual en juegos
Con las consolas de actual generación, tenemos un hardware bastante competente que se acerca a un PC de gama media por una fracción de su precio. Es muy complicado o casi imposible hacernos un ordenador que rinda como una PS5 o Xbox Series X, salvo que usemos componentes de segunda mano. De hecho, sorprende ver que la CPU Zen 2 de la PS5 que era su punto más débil, rinde como un procesador Ryzen 7 3800X incluso siendo más pequeña que este.
Con cada nueva generación de consolas, podemos ver un salto gráfico y/o de rendimiento frente a la anterior. Para muchos, cada vez estos saltos son menores, pero lo cierto es que aunque no lo parezca, estamos hablando de diferencias de hardware bastante importantes. Podemos ver como la PS5 es prácticamente 5 veces más potente sobre el papel que la PS4, logrando 10,3 TFLOPs vs 1,84 TFLOPs. Aun así, hay quienes ven que los juegos que llegan a PS5 parecen de PS4 pero con un aumento de resolución.
La PS5 usa una CPU Zen 2 recortada, lo que le permite ser más pequeña que otras
La optimización por parte de los desarrolladores es algo que hay que tener muy en cuenta y por ello no todos los juegos son iguales. Ya vimos títulos como El Señor de los Anillos: Gollum que a pesar de tener gráficos de pasada generación iba bastante mal. Pero quizá el ejemplo más representativo de una falta de optimización, es el recién lanzado Dragons Dogma 2 que funciona mal incluso a bajas resoluciones con gráficas de gama alta. Este último juego tampoco destaca por su rendimiento en consolas, pues en la PS5 se queda a unos 30 FPS que varían con caídas y subidas dependiendo de la zona y situación.
La CPU de la PS5 se ha considerado su punto más débil y es que se trata de un procesador que funciona a 3,5 GHz como máximo con una arquitectura algo antigua, Zen 2 de AMD. Esta estaba presente en procesadores del año 2019 como los Ryzen 3000. Ahora es cuando desde Chip and Cheese han decidido comparar el procesador de la PS5 con otros de esa misma arquitectura y número de núcleos, como el Ryzen 7 3700X y 3800X. Estos han analizado con detalle el procesador custom de la consola para descubrir que tiene una FPU recortada, eliminando algunas unidades de FMA y AES. Podemos ver en la comparativa como se han eliminado duplicados y el puerto 2 se encarga solo de manejar el FStore. Esto le ha permitido reducir su tamaño en un 35% respecto a un Ryzen 7 3800X.
Es incluso más pequeña que la de la Steam Deck 2 y no sufre pérdidas de rendimiento en juegos
Con esta reducción de tamaño significativa, en términos de rendimiento en aplicaciones y benchmarks a empezado a sufrir. Podemos ver que en algunas pruebas de cálculo la PS5 no destaca, pues hasta la APU de la Steam Deck es más rápida. Vemos una diferencia del 15% en pruebas de codificación de vídeo con libx264 Encode y valores similares en pruebas de cálculo con Y-Cruncher. Aunque la Steam Deck la supere, esto poco importa, pues recordemos que se trata de un procesador de consola, por lo que toca ver el rendimiento en juegos.
Aquí es donde está la sorpresa y es que, la pequeña CPU de la PS5 es capaz de igualar en rendimiento al resto de chips con arquitectura Zen 2. Esto no solo incluye al de la Steam Deck, sino también a procesadores como el Ryzen 7 3800X. Esta prueba se realizó con el juego Call of Duty: Cold War Zombies, donde se veía que ninguna de las unidades FPU se sobrecargaba más allá del 20-22%. En juegos se ha demostrado así, que la decisión de recortar el tamaño de la CPU en la PS5 tenía sentido, pues no se llegaban a aprovechar todas las características del chip.