La NASA necesita actualizar sus viejos superordenadores con 18.000 CPU, pero con únicamente 48 GPU
El ser humano ha estado deseando explorar el espacio y los millones de planetas que existen en la galaxia, en busca de otras formas de vida inteligentes y un posible lugar donde poder vivir más allá de la Tierra. La NASA o Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio y es la mayor entidad encargada de las misiones espaciales y la investigación de ese tema. Aunque la NASA posee varios superordenadores con muchísimos procesadores y núcleos, estos se están quedando cortos en potencia, debido precisamente a que tienen muy pocas GPU y tocaría actualizarlos a algo más moderno.
Es curioso el hecho de que en las misiones espaciales, los cohetes, rovers y otros vehículos, están equipados con hardware que está completamente anticuado. Esto es debido a varios factores, pero el principal sería el hecho de que la mayoría de vehículos que se usan en las misiones espaciales van a estar muchos años fuera y no se suelen realizar actualizaciones de hardware en todo ese tiempo. Nos hemos encontrado hardware de hace décadas y que a día de hoy no sirve, pero otro factor que entra en juego es el hecho de que estos componentes deben soportar el ambiente y duras condiciones.
Los superordenadores de la NASA tienen miles de núcleos, pero provienen de CPU antiguas
Hemos visto SSD creados específicamente para aguantar en el espacio y lo mismo con distintos ordenadores y chips para tal fin. Ahora bien, si hablamos de los superordenadores que usa la NASA en la Tierra, la excusa de soportar duras condiciones no existe y aun así, no son tan potentes como se creía. La NASA tiene 5 centrales de computación de alto rendimiento (HEC) ubicados en las instalaciones de Supercomputación Avanzada de la NASA (NAS) y el Centro de Simulación Climática de la NASA (NCCS).
De todos estos, el más lento es Endeavour, que dispone de 1.792 núcleos y solo 154,8 TFLOPs. Para que nos hagamos una idea, una RTX 4090 tiene unos 83 TFLOPs, por lo que solo 2 de estas ya vencen en potencia de cálculo a este "superordenador". El siguiente en escala de poder es el Pleiades, el cual se emplea para simulaciones climáticas, estudios astrofísicos y modelado aeroespacial y posee 7,09 PFLOPs gracias a sus 241.324 núcleos. Tras este tenemos Discover con 127.232 núcleos y 8,1 PFLOPs, seguido de cerca por Electra con 8,32 PFLOPs.
Los problemas de stock, escasez de personal cualificado y unos costes muy elevados serían las razones por las que la NASA no añade más GPU
El último y más potente de los superordenadores de la NASA es el Aitken, el cual se empleó en el programa Artemis para enviar a seres humanos a la Luna. Este dispone de 308.224 núcleos que dan lugar a 13,12 PFLOPs, por lo que tampoco es tan sorprendente, sobre todo si lo comparamos con los superordenadores más rápidos que tienen alrededor de 1 ExaFLOP. Esto se debe a que los superordenadores de la NASA están compuestos principalmente por CPU de muchos núcleos, pero antiguas.
Imaginad tener un PC con un Intel Xeon de hace años, los cuales podían superar los 16 cores, pero pierden en cuanto a rendimiento contra un AMD Ryzen de 8 cores actual o un Intel Core 14 similar. Esto es lo que ocurre, pues aunque tengan una enorme cantidad de núcleos, cada uno de estos no es demasiado potente. Todos los que pertenecen al NAS emplean más de 18.000 CPU antiguas y solo 48 GPU, dejándolos bastante por detrás de otros sistemas. Se cree que la razón por la que la NASA no actualizan estos superordenadores es por los problemas de la cadena de suministro, los costes demasiado elevados o la escasez de personal cualificado.