EE.UU.: «Haremos lo necesario para frenar la tecnología de China, y por ello, vamos a comenzar a diversificarnos en chips»
EE.UU. va a dar un paso al frente en un movimiento inteligente frente a la persecución que tienen contra China, y no es más que una estrategia de diversificación en los chips hacia, precisamente Asia. ¿A cuento de qué van a realizar esto y cómo van a llevarlo a cabo? Pues lo harán con Filipinas en un movimiento estratégico que es realmente digno de estudio, puesto que se hace para frenar a China en todo lo posible.
Divide y vencerás, lo hemos escuchado mil veces, y EE.UU. tiene un plan realmente brillante para derrotar a China, mucho más ambicioso y, sobre todo, poco lucrativo. No solamente está inflando con dinero público a sus empresas y a las extranjeras que aterricen en su suelo, sino que ahora va a ayudar a países extranjeros, en su suelo nativo, no en USA, con incentivos.
EE.UU. ayudará a Filipinas para que dupliquen sus FAB de semiconductores
Como decíamos arriba, el plan es brillante, y tiene mucho sentido si miramos el mapa de arriba: están cercando a China en semiconductores potenciando las industrias locales de chips de socios comerciales.
A saber: Japón, Corea del Sur, Taiwán, Filipinas, Vietnam, Malasia, Tailandia e India. La pregunta es clara, ¿para qué? Pues para que por mucho dinero que gaste China en semiconductores, por mucha FAB que pretenda crear, por mucho que avancen, sus potenciales clientes no van a depender de ellos, puesto que serán autosuficientes para chips maduros y EE.UU. le suministrará los avanzados con Taiwán.
Un golpe indirecto que bien explica Gina Raimondo:
"Las empresas estadounidenses se han dado cuenta de que nuestra cadena de suministro de chips está demasiado concentrada en unos pocos países del mundo. Olvídate de la geopolítica, solo con ese nivel de concentración, ya sabes el viejo dicho de no poner todos los huevos en la misma canasta.
¿Por qué nos permitimos comprar tantos chips de uno o dos países? Por eso necesitamos diversificarnos".
El objetivo está tan claro como la excusa que está usando EE.UU., pero, ¿qué ocurre con países como Birmania o Bangladesh? Pues que sus socios, como India o Malasia, e incluso Vietnam, entrarán en el juego de suministrar los chips, y a un precio inferior al de China, donde los de Xi Jinping tendrán que competir en un momento donde su PIB ya es mucho mayor a la mayoría de ellos.
EE.UU. tiene clara su diversificación en chips: "Haremos lo necesario para frenar la tecnología China"
Y van en serio, realmente en serio. EE.UU. tendrá muchos "peros" y cosas que no gusten, pero su determinación es firme y la voluntad es sólida. Prefieren sangrar hasta morir si es necesario con tal de que su rival caiga definitivamente, y de ahí la cantidad de millones que lanzan a modo de deuda pública diaria.
No van a parar, y Raimondo, con la cara descubierta, lo dice claro:
Estados Unidos "hará lo que sea necesario" para frenar la tecnología china.
Por ello, la apuesta por Filipinas, que actualmente posee 13 instalaciones de ensamblaje de un nivel aceptable, no es suficiente. EE.UU. dará mil millones de dólares con un propósito y mensaje: "Duplíquenlas".
Raimondo lanza otra frase dilapidadora para con este propósito:
"Ahora mismo hay un momento clave de necesidad en la cadena de suministro de su país, de toda esta región en general. Por ello, creo que estáis en lo más alto de la lista de EE.UU."
Biden y Raimondo van con todo a por China tras bloquearles y lanzarles restricciones. Ahora quieren asfixiarlos invirtiendo en países anexos a modo de socios comerciales, pero nada es gratis lógicamente, y Filipinas tiene grandes cantidades de minerales críticos y tierras raras, justo lo que necesita EE.UU. para sus chips, sector solar y de baterías.
Golpe crítico que deja a China bastante tocada y con Rusia como socio clave para vender sus chips en una carrera donde EE.UU. está en modo "Fast and Furious", ver para creer, pero igualmente, un gran movimiento estratégico de Biden para cercar a su máximo rival.