Un Ryzen 7 8700G mejora un 37% su rendimiento en juegos al llevar su iGPU Radeon 780M hasta los 3,15 GHz
Al En el pasado, cuando los procesadores tenían pocos núcleos y bajas frecuencias, hacer overclocking no solo era algo más habitual, sino que las mejoras que se conseguían con él eran difíciles de ignorar. Hablamos de una época donde podíamos perfectamente subir en un 50% las frecuencias respecto a las de fábrica y ahí si tenía sentido comprar disipadores de gama alta para exprimir el rendimiento. A día de hoy los procesadores van muy subidos de frecuencia, pero sigue habiendo formas de poder exprimir aún más el rendimiento. De hecho, con las nuevas APU Ryzen 7 8700G, el overclock de la Radeon 780M junto a la RAM DDR5, han ofrecido un aumento de rendimiento medio de más de un 37% en juegos.
Los AMD Ryzen 7000 llevan tienen alrededor de un año y medio de antigüedad y como es habitual, seguimos viendo como la compañía sigue lanzando nuevos modelos. Tras haber visto la lista completa de CPU Ryzen 7000 y los Ryzen 7000X3D, es el turno de las APU para escritorio. Aunque se denominen Ryzen 8000G, realmente usan Zen 4 al igual que los Ryzen 7000. Sustituyen así a los Ryzen 5000G que empleaban Zen 3, ofreciendo una gran mejora de rendimiento por el cambio de arquitectura y mayores frecuencias.
El Ryzen 7 8700G mejora su rendimiento en hasta un 37,75% con
overclock de la Radeon 780M y RAM DDR5
Aunque las APU Ryzen 8000G no tenían mucho sentido desde el punto de vista de un jugador de PC convencional, resulta que no están nada mal si las vemos como una base donde empezar en el gaming. Estos procesadores tienen un potencial enorme de mejorar con overclock, pues la CPU Ryzen 7 8700G lograba mejorar en un 17% y bajaba 25 grados haciendo delid. Por si eso fuese poco, ahora se han hecho pruebas de overclock en su iGPU y los resultados son aún mejores.
SkatterBencher ha vuelto a hacer uno de sus largos y complejos análisis de rendimiento y overclock, para ver las mejoras percibidas usando distintos métodos. Aquí podemos ver que a la hora de realizar overclock de esta APU ha optado por usar PBO y EXPO, consiguiendo un 15,68% más de rendimiento con estas dos opciones automáticas. Tras esto ha optimizado PBO consiguiendo un 19,2% extra y luego el uso de frecuencia manual para llegar a un 22,3% más de rendimiento frente a como venía de fábrica. Aunque parecía que se había llegado a rascar el máximo, faltaba por hacer un overclock manual a la memoria RAM DDR5 que como podemos ver mejora enormemente el rendimiento de la gráfica, logrando un 37,75% más.
En juegos como Shadow of the Tomb Raider se consiguen un 50% más FPS
No es ninguna sorpresa que el overclock manual a la memoria RAM haya ofrecido la mayor ventaja. La iGPU emplea la RAM DDR5 directamente y por ello, cualquier mejora de frecuencias y latencias va a notarse. Lo que no sabíamos es que iba a haber tanta diferencia entre el overclock del Ryzen 7 8700G con 780M y DDR5 frente a las frecuencias de fábrica. Tenemos una media de +37,75% a lo largo de varios juegos y benchmarks, siendo Furmark el que más mejora obtiene con un +61,14%. En el benchmark de Ray Tracing se consigue un +55,49% y en Unigine Superposition un +45,15%.
En cuanto a juegos, vemos una mejora del 50% en Shadow of the Tomb Raider, pasando de 38 FPS a 57 FPS. Al pasar a Returnal, un título mucho más reciente y que pide más requisitos, se consigue mejorar el rendimiento en un 48,15%, pasando de 27 a 40 FPS. Por último, en Final Fantasy XV acaba en 53,58 FPS respecto a los 36,4 FPS sin overclock, suponiendo una mejora del 27,2%. La mejora resulta impresionante, alcanzando una frecuencia de hasta 3,15 GHz en la Radeon 780M. Sin embargo y como imaginarás, el consumo también aumenta y en este caso pasamos de 50W de fábrica en Speed Way a 156W tras hacer todos los OC de CPU, iGPU y RAM, rindiendo como una RX 6400, RTX 3050 y Arc A380.