La industria del videojuego empeora, aumentan los despidos y caen las ventas desde la pandemia
Los videojuegos existen desde hace décadas, aunque han cambiado mucho con el tiempo. En un principio, los juegos se crearon con las máquinas arcade en mente, pues las consolas o los ordenadores no eran habituales en los hogares. A partir de los años 90, en cambio, los videojuegos encontraron un nuevo hogar en nuestras casas y desde entonces se han expandido a niveles que muchos no esperaban. A pesar de que los videojuegos han superado al cine y a la música en cuanto a ingresos, se ha revelado de que la industria de los videojuegos está empeorando, con una cifra récord de despidos a la vez que caen los niveles de ventas respecto a las cifras de la pandemia.
Cuando el COVID-19 llegó a nuestras vidas a principios del año 2020, el mundo entero se encerró en sus casas debido a la pandemia. Nadie sabía exactamente que hacer o como actuar a partir de ese momento, por lo que estar sin socializar y con mascarilla, eran las medidas más efectivas para intentar trasmitir un virus del que no teníamos cura. En esos momentos donde era obligatorio estar en casa, empezaron a aumentar las ventas de ordenadores, portátiles, consolas, juegos, webcams y en general, cualquier cosa que nos sirviera para ocio y trabajo en casa.
La industria de los videojuegos experimenta una bajada de las ventas e ingresos en el mercado estadounidense
Esto provocó que la industria de los videojuegos, entre otras, consiguiera muchos más adeptos. La cantidad de jugadores aumentó en gran medida durante la pandemia y lo mismo con las ventas de juegos y dispositivos para jugar. Al igual que pasó con el PC que observó grandes cifras de ventas durante esta época, luego llegó la normalidad y con esto, las pérdidas. En los videojuegos ha ocurrido algo similar, pero de forma más tardía que el hardware de PC y en algunos aspectos, la caída ha sido menor.
Según podemos ver en el gráfico publicado por el analista Mathew Ball que analiza la industria de los videojuegos, podemos ver que las ventas en Estados Unidos han ido cayendo. En el gráfico mostrado se observa el gasto de los estadounidenses en videojuegos, que si lo normalizamos a precios de 2023, en 2020 y 2021 suponía 66.200 millones de dólares y 66.800 millones de dólares, respectivamente. Mientras tanto, en 2022 y 2023 los ingresos cayeron a 58.400 y 57.200 millones de dólares, alrededor de un 15% menos. Estas cifras difieren de lo que vimos en la evolución por ingresos en videojuegos durante los últimos 50 años, donde vimos un enorme salto en el mercado móvil que aquí no se observa.
El tiempo semanal invertido en videojuegos baja a niveles de 2019 y aumentan los despidos
Hay juegos como Hogwarts Legacy que salieron en 2023 y lograron conseguir una enorme cantidad de ventas, también tenemos Tears of the Kingdom o el reciente Palworld que ha triunfado en lo que llevamos de 2024. Parece surrealista ver que con lanzamientos así la industria de los videojuegos esté perdiendo terreno, pero resulta que estamos viendo solo la punta del iceberg. En este sector se lanzan cientos o incluso miles de juegos cada año y solo unos pocos triunfan y son rentables.
De hecho, para ver la gravedad de la industria de los videojuegos no solo debemos ver las ventas, sino también los despidos. Hablando de esto las cifras dan miedo, pues en 2022 despidieron a 8.500 trabajadores del sector y en 2023 hubo un récord con 10.000 despidos. Lo peor de todo es que en 2024 los despidos podrían ser incluso mayores, ya que en lo que llevamos de año se han reportado cerca de 4.000 trabajadores despedidos.
Adicionalmente, tal y como podemos ver en los gráficos, nos hemos quedado a niveles de 2019. En 2022, el 73% de los estadounidenses jugaban a videojuegos, una caída del 3% respecto al año pasado y del 6% respecto al 2020. Por otro lado, se han reducido considerablemente las horas semanales dedicadas a los videojuegos, pasando de 16,5 horas en 2021 a 13 horas en 2022. Si queréis ver el análisis completo al detalle, este se encuentra en la web de Matthew Ball, aunque te avisamos que es largo.