Las Vision Pro se actualizan: si olvidabas el código de acceso tenías que llevarlas a una tienda de Apple
Apple ha comenzado a lanzar actualizaciones para sus gafas Vision Pro, partiendo por la visionOS 1.0.3. Esta actualización es bastante curiosa, ya que trae "correcciones de errores importantes". Uno de estos errores implicaba que las gafas quedaban inutilizadas si te olvidabas el código de acceso para desbloquearlas. De esta forma, la actualización permite restablecer de fábrica las gafas para poder volver a usarlas en caso de olvidar el código de acceso. Hasta ahora, esa opción no existía.
¿Si no existía, cómo se podían seguir usando las gafas? pues los primeros usuarios que han olvidado el código de acceso de sus Apple Vision Pro tenían que llevar sus gafas a una Apple Store para que fuera posible restablecerlas. Bueno, también había un Plan B, pero no es que fuera muy interesante. Este Plan B era comprar o acceder una correa especial para desarrolladores valorada en 300 dólares que permite restablecer el dispositivo. Puedes pensar que es algo tonto no acordarse, pero basta con poner mal el código, ya que las gafas no incorporan mandos e interactúas con el teclado con las manos o la mirada.
¿La actualización de las Apple Vision Pro ofrecen algo más allá del código de acceso?
Pues básicamente nada más. Esta actualización está centrada únicamente a arreglar el problema de código de acceso de las Apple Vision Pro. Tras esta actualización, cuando se ingresa un código de acceso incorrecto una determinada cantidad de veces, las gafas ofrecen la opción de restablecer de fábrica la información para poder volverlas a usar. Eso sí, no se eliminará el bloqueo de activación de las Vision Pro. Se tendrá que iniciar sesión con el ID de Apple para volverlas a usar. De esta forma si las roban, quien las robe no las podrá usar.
Esta actualización llega apenas dos semanas después que la versión de visionOS 1.0.2. Esta actualización salió cuando las gafas ni tan siquiera salieron a la venta, es por ello que es la versión de serie con las que debutaron las gafas. Si bien no hay mucha información, al menos se sabe que llegaba para resolver un problema de vulnerabilidad WebKit. Se espera que se sigan viendo actualizaciones corrigiendo pequeños problemas. Ahora bien, se indica que no será hasta junio cuando llegue visionOS 2 con importante mejoras a nivel de software.
Por ahora la crítica de las Apple Vision Pro son muy dispares
Partiendo de la experiencia de unas Meta Quest 3, y de haber visto únicamente análisis de usuarios o medios que han probado estas gafas, las Apple Vision Pro no presentan nada nuevo o revolucionario. Había mucho hype y gente que nunca probó unas gafas de realidad mixta creyeron encontrar algo tan revolucionario equiparable a la rueda, pero a la hora de la verdad no es así.
Se destaca que la interfaz de las gafas son muy poco intuitivas y prácticas. Por no hablar de que no tiene juegos, e incluso Apple ha vetado la pornografía. Y sí, tener un potente SoC Apple M2 para ver vídeos o ir por la calle haciendo el tonto mientras ves un mapa por GPS, no es que tenga sentido. De esta forma a nivel de software las gafas están muy verde y no tienen ningún tipo de contenido interesante.
Por otro lado, también se habla de poder interactuar con tus ojos. Pero bueno, eso tampoco es nuevo. Hace años se pusieron de moda los monitores o portátiles con el seguimiento ocular de Tobii. Al igual que la tecnología 3D en televisores, monitores o smartphones, fracasó. Ahora una tecnología más pulida está dentro de las gafas. Es una adición, pero no es nada nuevo. MSI lanzó su primer portátil con la tecnología ocular Tobii en enero de 2016. Sí, hace casi 10 años. Así que no es nada revolucionario.
¿Lo único a destacar? la calidad de sus pantallas (mini-OLED Sony 4K). Por lo demás, no ofrecen nada interesante respecto a unas Meta Quest 3. Por no hablar de que las Apple Vision Pro cuestan 7 veces más dinero, y no tiene prácticamente ningún software de interés. Lo único bueno que se le puede achacar a todo esto, que Apple ha hecho suficiente ruido como para incentivar que otras marcas comiencen a lanzar sus productos.