Las empresas chinas se van a Malasia para ensamblar chips y saltarse el veto de EE.UU.
Ya hace un tiempo que las restricciones de EE.UU. impuestas sobre China en materia de chips se establecieron y desde entonces, el gigante asiático ha estado en problemas. El hecho de no poder adquirir chips de alto rendimiento para IA y hardware en general, ha provocado que las empresas y fábricas chinas tengan que buscar alternativas. Las empresas chinas están acudiendo a fábricas de Malasia para poder ensamblar chips y así evitar las restricciones de EE.UU.
En China se han producido la práctica totalidad de dispositivos electrónicos y la mayoría de productos que vemos en tiendas. La típica etiqueta de "Made in China" demuestra la enorme capacidad del país para llevar a cabo la fabricación de todo tipo de cosas. El problema es que nos encontramos en un momento donde Estados Unidos ha impuesto un veto a China en cuestión de chips. Esta batalla de chips entre ambos países ha dejado a la mayoría de empresas extranjeras fuera de China buscando alternativas.
China acude a Malasia para fabricar sus chips y saltarse las restricciones de EE.UU.
Compañías como AMD o Foxconn, se han encargado de buscar otros países como alternativas, tales como India. China mientras tanto, ha estado actuando a la desesperada y más sabiendo que está perdiendo la carrera de los chips. Ahora que estamos en pleno auge de IA y NVIDIA ha tenido prohibido vender en China, es cuando el gigante asiático está empezando a usar los recursos que le quedan. Los revendedores aprovecharon esta oportunidad para desmantelar RTX 4090 y convertirlas en gráficas para IA cambiándoles el disipador. Por otro lado, NVIDIA se prepara para volver a China, esta vez saltándose las sanciones con una RTX 4090 D.
Por otro lado, tenemos a las empresas chinas acudiendo a fábricas de ensamblaje de chips ubicadas en Malasia para poder evitar las restricciones de EE.UU. En estas fábricas solo se encargan del proceso de ensamblaje de una parte de sus chips de gama alta. Es por ello, que no implica la propia fabricación y producción de obleas o el diseño de chips.
Malasia está libre de las sanciones de Estados Unidos y posee el 13% del mercado mundial de ensamblaje de chips
Esta guerra de chips entre EE.UU y China empezó hace meses y fue precisamente por el temor de los estadounidenses a que el gigante asiático pudiese ser un rival potencial o incluso dominar el sector de la IA. A pesar de que por ahora solo se ha mencionado que una parte del ensamblaje de chips se lleva a cabo en Malasia, han surgido empresas chinas interesadas en servicios de empaquetamiento de chips avanzados.
Aquí estaríamos hablando de crear chiplets, algo que ya hacen las grandes compañías tecnológicas. En caso de ser cierto y que China ha encontrado un medio para ensamblar chiplets, la producción podrá continuar, aunque sea llevándolos a Malasia. Este país no tiene las restricciones de Estados Unidos, por lo que China debería estar segura mientras emplee este método. Malasia es un centro importante en el negocio de los semiconductores, dado que representa el 13% del mercado mundial de ensamblaje, empaquetado y prueba de chips. Se espera que en 2030 llegue a conseguir un 15% a nivel mundial.