EE.UU. a por los chips de origen chino: «Han introducido 150 mil millones en sus empresas durante 10 años creando un campo de juego desigual»
Estados Unidos está más preocupado que nunca y eso que China está en serios problemas con los chips. Ahora que Biden ha cerrado el grifo para los chips de alto rendimiento, queda toda la industria de chips maduros que sí que puede producir su país rival. En concreto, Biden y Raimondo quieren estudiar a conciencia todo chip que venga desde China y por ello, EE.UU. va a revisar toda la cadena de suministro. La pregunta es, ¿por qué?
El Departamento de Comercio de Estados Unidos va a ahora a por las empresas chinas con nodos que tienen autorización de fabricar. Tras ralentizar al máximo sus empresas en chips punteros, tras dejarlos sin herramientas, escáneres y demás, ahora van a por la base de flotación del país: los semiconductores maduros de más de 14 nm.
EE.UU. lanza graves acusaciones sobre la cadena de suministro de chips y China
El estudio que va a realizar el departamento de Gina Raimondo tiene un objetivo muy concreto: identificar cómo las empresas americanas dependen de los chips maduros de China, los llamados chips "heredados".
Según se informa desde la Casa Blanca, Biden ha abierto otro poco la mano de la Ley CHIPS y pondrá a disposición de sus empresas otros 40 mil millones de dólares destinados a la fabricación de los semiconductores.
Raimondo fue clara al respecto sobre cuándo y cómo comenzarán el estudio del suministro de chips desde EE.UU. hacia China: en enero y para reducir riesgos de seguridad nacional. La excusa, que siempre es usada y típica por la administración Biden, tiene un argumento de peso realmente preocupante para los americanos. Y es que en un informe que lanzaron ayer con todo detalle, se dice que China ha introducido la friolera de 150 mil millones en sus empresas de semiconductores a modo de subsidios en la última década.
Raimondo fue específica con lo que esto representa para su país:
"China ha creado un campo de juego global desigual para Estados Unidos y otros países extranjeros"
Países extranjeros amenazan la seguridad nacional
Raimondo, con su fuerte carácter imparable, atiza a China con dureza lanzando los siguientes argumentos de peso bajo la administración Biden:
"En los últimos años, hemos visto signos potenciales de prácticas preocupantes por parte de (China) para expandir la producción de chips heredada de sus empresas y dificultar la competencia de las empresas estadounidenses."
Abordar las acciones no comerciales de gobiernos extranjeros que amenazan la cadena de suministro de chips heredada de Estados Unidos es una cuestión de seguridad nacional"
El problema, obviamente, es que según los cálculos de la Casa Blanca, producir chips en suelo americano cuesta entre un 30% y un 45% más que en China o en cualquier país con mano de obra más barata. Por ello, Gina insiste en que su país seguirá inyectando dinero a modo de "disposiciones permanentes que incentiven la construcción y modernización constantes de instalaciones de fabricación de semiconductores, como el crédito fiscal a la inversión que finalizará en 2027".
Por tanto, Biden ya tiene claro cuándo tiene que terminar con las sanciones a China, puesto que para dicho año 2027 su cadena de suministro tiene que ser mucho más potente que la de sus grandes rivales, y además, tiene que haber sacado una ventaja mucho más considerable en chips de vanguardia. El primer paso lo dio Intel comprando los primeros escáneres de ASML para EUV High NA. Veremos dónde está cada uno dentro de 3 años.