La compañía china Brite Semiconductor sigue diseñando chips con software y respaldo financiero estadounidense
Brite Semiconductor esta ahora mismo en el ojo del huracán. Estamos hablando de un diseñador de chips chino, que casi en su totalidad pertenece al principal fabricante de chips sancionado del país, SMIC. En concreto, se indica que Brite Semiconductor está actualmente comprando software estadounidense. A esto también se le suma que cuenta con respaldo financiero estadounidense.
Brite Semiconductor es un especialista en su clase, hasta el punto que se indica que ofrece sus servicios de diseño de chips a al menos seis proveedores militares chinos. Esto, según la investigación realizada por Reuters. Su segundo mayor accionista y principal proveedor, SMIC, fue incluido en la denominada lista de entidades estadounidenses por sus presuntos vínculos con el ejército de Pekín. Esto le impide recibir algunos productos de proveedores estadounidenses. De esta forma deja al descubierto que realmente Estados Unidos tiene serias lagunas en lo que respecta a aplicar las propias leyes que inventa.
A pesar de la relación de Brite Semiconductor con SMIC, el diseñador está muy ligado a compañías estadounidenses
A pesar de esas relaciones con SMIC, Brite Semiconductor presume de contar con financiación de una empresa estadounidense de capital riesgo respaldada por Wells Fargo y de una universidad cristiana. Por si no fuera suficiente, tiene acceso continuo a tecnología estadounidense sensible. En concreto, de las empresas de software con Synopsys y Cadence Design. Ahora bien, Reuters informó que en sus investigaciones no han encontrado pruebas de que las relaciones de Brite con empresas estadounidenses infrinjan ninguna normativa.
Básicamente, no están haciendo nada ilegal, y el propio Gobierno de Biden está permitiendo que esto sea posible. Así que parece ser una fisura en el plan de EE.UU. de detener el flujo de tecnología e inversiones hacia el sector de chips de Pekín. El pasado mes de octubre presentó normas para detener algunas exportaciones estadounidenses de chips y herramientas de fabricación de chips a China, y en agosto anunció la prohibición de nuevas inversiones estadounidenses en el sector.
Se indica que Brite no respondió a las peticiones de comentarios. Por su parte, el Departamento de Comercio y la Casa Blanca si respondió, pero para indicar que declinaban realizar cualquier tipo de comentario sobre el asunto. Para terminar, la embajada china en Washington también se negó a realizar cualquier tipo de comentario sobre Brite. Pero no perdió la oportunidad de acusar a Estados Unidos de una "flagrante coacción económica e intimidación en el campo de la tecnología".
En un principio, ninguna compañía está saltándose las restricciones estadounidenses
Que todas las partes guarden silencio tiene sentido, ya que no se trata de una infracción aparente de ninguna norma estadounidense. Esto simplemente deja patente que Estados Unidos ha dejado cabos sin atar en lo que respecta a evitar a que china acceda a tecnología o inversiones estadounidenses. Evidentemente, no puede faltar la coletilla de "que se utilicen para impulsar las ambiciones militares de China". Según apuntan los informes, Estados Unidos tendrá dificultades para tener éxito. A menos que apunte a muchas más empresas que se han escabullido de aparecer en su radar.
"Brite es un ejemplo clásico de cómo una empresa conjunta chino-estadounidense puede acabar canalizando una valiosa tecnología de semiconductores hacia SMIC y el Ejército de Liberación Popular", afirmó Martijn Rasser, director general de Datenna, una empresa de inteligencia de código abierto con sede en Países Bajos.