El i9-14900K logra superar en gaming al 7800X3D gracias a una mayor velocidad de la memoria DDR5
Es la guerra actual en el mercado del gaming y lo será por bastantes meses, al menos, hasta que lleguen los Ryzen 8000 y los nuevos Core Ultra. El Ryzen 7 7800X3D se alzó con la corona del rendimiento en gaming frente a su rival azul, pero, ¿qué ocurre cuando se hace overclock a estas CPU y se lleva la RAM a su tope más alto sin entrar en superar los límites del IMC? Pues que las tornas se dan la vuelta, y el i9-14900K consigue doblegar al 7800X3D en gaming y con overclock, pero...
La comparativa es un poco especial por dos hechos ya comentados, aunque igualmente es interesante. El objetivo era exprimir ambas CPU dentro de los límites comunes del overclock tradicional y comprobar si el rendimiento aumentaba y si el statu quo se mantenía. Obviamente, la respuesta en ambos casos es bastante sorprendente.
Intel Core i9-14900K vs AMD Ryzen 7 7800X3D en gaming y con overclock
La configuración de la prueba tiene gran parte de culpa de que el rendimiento de Intel despegue, y de qué manera. El procesador de los azules obtuvo unas RAM a 8.000 MHz (vs 5.600), lo cual lo llevó a tener que usar Gear 2 para poder mantener dicha frecuencia en su IMC. Además, la IA hizo su trabajo y consiguió aumentar la frecuencia de un solo Core a 6,2 GHz.
En el caso de AMD las cosas van muy a la mano con las de Intel. El Ryzen 7 7800X3D ha visto su frecuencia aumentada a 5,2 GHz, lo que supone 150 MHz más, y además, corre unas memorias DDR5 a 6400 MHz.
Se especifica que se intentó con 6.600 MHz, pero no se logró de forma asíncrona con el IMC y se optó por la comentada velocidad con CL34.
En cambio, la opción de Intel obtuvo un CAS de 38 debido a su mayor frecuencia en DDR5. Por supuesto, el consumo de energía se ha desbloqueado en ambos procesadores para dar rienda suelta al overclock y poder mostrarnos el siguiente rendimiento.
Intel escala más del doble que AMD gracias al overclock
Teniendo en cuenta que el i9-14900K obtiene 200 MHz más en su Core más rápido y que AMD obtiene 150 MHz, así como una escalada de 2.400 MHz en RAM para los azules por 1.200 MHz para los rojos, el rendimiento medio en FPS es realmente sorprendente.
La escalabilidad en FPS de Intel llega hasta un +13% (113 FPS vs 128,1 FPS) al enfrentar la configuración stock frente a la overclock. En el caso de AMD lo conseguido es de +6% (117,8 FPS vs 125,2 FPS) en The Calisto Protocol. Los datos en DOOM Eternal dan la vuelta a la tortilla, ganando Intel un 2% y AMD un 4%, Dying Light 2 vuelca la balanza otra vez hacia Intel y la escalabilidad llega hasta un +8% con los azules y un +7% con los rojos.
Las escaladas llegan hasta el 20% en según qué títulos en Intel, mientras que en AMD la mayor asciende a un 11%. Lo que evidencia, dadas las subidas de frecuencia en los Cores, que Intel gana mucho más rendimiento al incluirle una RAM mucho más rápida, la cual marca las diferencias.
Por ello, en el cómputo general de ambos procesadores en su máxima expresión, Intel consigue casi un 1% más de rendimiento que la opción de AMD (0,8% para ser exactos) logrando la corona del gaming bajo overclock. En cuanto a escalabilidad, el i9-14900K logra un +11% de media en rendimiento por un 7% de subida de AMD.
El problema, obviamente, es que en cuanto a eficiencia y calor la opción de Intel sale perdiendo, igualmente en precio, lo que dado el estrechísimo margen de rendimiento entre ambas CPU sigue poniendo a la opción de AMD como el mejor procesador para gaming pese a perder en esta comparativa.