China quiere expandir sus satélites cuánticos (imposibles de hackear) hasta una órbita de 10.000 Km
El futuro de la humanidad está en la IA, la robótica y en el espacio. La guerra espacial comenzó hace unos años, y ya hablamos de cosas como satélites que quieren hackear a otros satélites enemigos, atacarlos o incluso secuestrarlos. China va por delante de todos en esto, y la mejor prueba es la tecnología que están usando, puesto que sus satélites más punteros son cuánticos, no se pueden hackear y además, ahora van a entrar en expansión para cubrir más radio terrestre. En concreto, China quiere que sus satélites cuánticos puedan cubrir nada menos que 10.000 Km.
Lo que pretende China es un intento realmente impresionante, puesto que sus mejores satélites, llamados Micius, manejan información cuántica que es enviada y compartida entre ellos y la tierra a la velocidad de la luz. La distancia actual en cuanto a órbita geoestacionaria es interesante, puesto que cubre nada menos que 500 Km, lo cual allá arriba es bastante cercano, el problema para Europa y EE.UU. es que su siguiente paso les catapulta a otro nivel.
La guerra de los satélites y el porqué todos los países forman a sus ejércitos en el espacio
Apodados como QKD o QKDSat, es decir, Quantum Key Distribution Satellite, lo que tiene China ahora mismo ahí arriba no son más que satélites de comunicación segura mediante criptografía cuántica. El objetivo que tienen como pieza clave de hardware satelital es simple: utilizar las leyes de la física para mantener, transmitir y recibir información privada de manera que no se pueda hackear o piratear.
Un satélite normal en la actualidad puede ser hackeado, incluso en el mismo espacio, por otro satélite, físicamente hablando, lo cual no es ciencia ficción como podríamos pensar. Por eso, si el satélite que se lance es inhackeable de entrada solamente es útil el derribarlo o secuestrarlo para realizar ingeniería inversa, algo que, por otra parte, es más complejo a cada día que pasa porque otros satélites están defendiendo a estos QKD.
Es tal la realidad que se está viendo en el espacio que las redes de satélites actuales parecen más un sistema militar de ataque y defensa que otra cosa, todo a cientos de miles de kilómetros por hora en muchos casos.
China quiere que sus satélites Micius cuánticos cubran 10.000 Km
Con esta guerra interestelar en juego, China pretende llevar a estos satélites cuánticos QKD a la siguiente órbita baja cubriendo nada menos que 10.000 Km:
"Las redes de satélites clave cuánticos de órbita baja y las plataformas de experimentos de ciencia cuántica de órbita media y alta son las principales direcciones de desarrollo en el futuro. En los últimos siete u ocho años, se han propuesto a nivel internacional muchos planes de satélites de exploración de ciencia cuántica.
Sin embargo, hasta ahora, no hay satélites que realicen experimentos integrales y sistemáticos de comunicación cuántica. La mayoría de ellos son experimentos cuánticos pequeños o unidireccionales."
Por ello, desde la perspectiva de las plataformas espaciales, estamos pasando de plataformas de órbita baja a plataformas de órbita media y alta".
¿Para qué poner satélites tan complejos en órbitas más altas? Pues es sencillo de explicar: cubrir más superficie. Hay que tener en cuenta que China tiene de punta a punta algo más de 5.000 Km en línea recta. Al cubrir mayor terreno se mejora la posibilidad de poder comunicarse con estos satélites y brindarles información, o recibirla, de lo que está pasando ahí arriba.
Los satélites tendrán que mejorar su tecnología
Una órbita más alta implica más problemas de comunicación. Según parece, el principal escollo para una comunicación perfecta, por mucho que sean señales ópticas o láser, es la microvibración que se produce por los campos magnéticos y la estabilización orbital continua.
Por ello, China va a crear una nueva tecnología de entrelazamiento de fotones mediante polarización. Como la información cuántica puede estar en más de un estado, al polarizarse puede codificarse dicha información y el receptor puede desencriptarla de manera sencilla. Por lo tanto, dos fotones se convertirán en dos qubits donde uno de ellos requiere del otro en tierra.
Si no se reciben ambos, si no se desencriptan ambos, la información no se entrega correctamente, lo cual es un elemento totalmente seguro que garantiza la comunicación. Por lo tanto, China tiene que mejorar sus satélites cuánticos para alcanzar la cobertura de 10.000 Km en base a qubits fotónicos polarizados, algo impensable para EE.UU. en estos momentos.
En cambio, Europa sorprende. Según se puede leer en la web de la ESA, la UE está terminando el desarrollo de un satélite de telecomunicaciones ultraseguro con un socio privado como es ArQit, que engloba a QinetiQ (Belga), British Telecom y Teledyne e2v del Reino Unido; y varios actores clave en Alemania, Austria, Canadá, la República Checa y Suiza.
España y la UE, como China, a la vanguardia de los satélites cuánticos con PLD Space en la batalla
El director general en funciones de la Agencia Espacial Española (ESA), Miguel Belló, dio hace solo dos días un discurso en el foro denominado como "La industria aeroespacial y de defensa en la geoestrategia española y europea".
Hay bastantes proyectos y mucho dinero encima de la mesa, como el PERTE Aeroespacial con 5.000 millones de euros, un consorcio liderado por PLD Space y Pangea Aerospace con 45 millones de euros y otros, entre el que nos interesa para este artículo con QKD.
Aquí Europa se va a poner las pilas en este tema y estará por delante de EE.UU. y China, además, en menos de un año, porque en 2024 se lanzará con PLD Space (si nada cambia) una serie de satélites QKD con órbitas geoestacionarias de nada menos que 36.000 Km en el mejor de los casos, y 5.000 Km en órbitas bajas.
Belló es ambicioso y lidera los proyectos afirmando que "la fabricación de satélites está cambiando, tiene que parecerse más a la automoción y hay que dar los primeros pasos para iniciar la producción masiva de satélites".
IRIS2 vs Starlink
De hecho, la respuesta a SpaceX está en marcha y tiene por nombre IRIS2 con un presupuesto de entre 2.000 y 3.000 millones, que terminará con entre 15.000 y 20.000 millones de euros, todo para garantizar las comunicaciones seguras en todo el territorio europeo y delimitar el espacio y órbitas con EE.UU. y China. Por tanto, España está a la vanguardia, pero Belló no se queda ahí y pedirá al Parlamento una Ley del Espacio, de la que actualmente carecemos:
"Tenemos el problema de proporcionar financiación pública y privada para nuestras industrias espaciales, a diferencia del resto del mundo".
Por tanto, PLD Space y otras empresas que trabajan con ella han abierto un camino junto con la ESA en la nueva guerra del futuro, que se libra y librará en el espacio y donde China con sus satélites cuánticos quiere coger nada menos que 10.000 Km de dicho espacio.