32 asociaciones digitales europeas piden a la UE que no sea tan estricta con la regulación de la IA
Primero el miedo, después la regulación, ahora la queja. La IA es un tema demasiado candente que, como ya hemos visto en EE.UU., es muy difícil de acotar, de legislar y de regular. Europa tiene la primera Ley de IA del mundo, sentando las bases, pero la tecnología avanza, los algoritmos escalan y las empresas ahora temen lo contrario de lo que pidieron. Por eso, un gran número de empresas y grupos tecnológicos advirtieron con una carta a la UE sobre una posible regulación excesiva para la IA.
La teoría de que las empresas están jugando a dos bandas sigue su curso. Hay dos bandos claramente diferenciados y muchas están en el centro moviéndose cuando interesa para cada uno de los lados: los que temen el auge y el descontrol de la IA por las empresas, y ahora, los que temen una regulación excesiva, donde ahora manifiestan sus miedos.
La UE entre la espada y la pared viendo el modelo americano: ¿regulación excesiva de la IA?
Lo cierto es que EE.UU. con la excusa de que está estudiando la Ley de IA for America está dejando campar a sus anchas a sus empresas, y estas están aprovechando todo el tirón y la libertad para lanzar continuamente mejoras en sus sistemas, redes y algoritmos. ¿Qué ocurre? Que Europa llegó primero a legislar, y ahora está acotada por esa misma ley, ya que sus exigencias son muy altas y eso que solo es un boceto de la misma y tiene que delimitarse más.
Por ello, y en una carta, la llamada DigitalEurope, que la integran empresas como Apple, Ericsson, LSE, SAP, Airbus o la propia Google, pidió no extralimitar la regulación de modo excesivo:
"Para que Europa se convierta en una potencia digital global, necesitamos empresas que puedan liderar la innovación en IA utilizando también modelos básicos y GPAI (Inteligencia Artificial de propósito General). Como representantes de la industria digital europea, vemos una gran oportunidad en los modelos de fundación y en los nuevos actores innovadores que emergen en este espacio, muchos de ellos nacidos aquí en Europa. No los regulemos para que desaparezcan antes de que tengan la oportunidad de escalar o forzarlos y que se vayan."
Europa entra en la recta final
La carta llega en un momento clave, puesto que se quería regular dicha Ley con puntos y comas más pronto que tarde, a ser posible, antes de que finalice el año. La Ley de IA de Europa va a ser la clave de lo que hagan otros países fuera de los 27, y tiene como principal problema algo que todos conocemos como los modelos básicos como ChatGPT.
El problema es el mismo de siempre: el conjunto de datos y la capacidad de aprenderlos para realizar muchas tareas, pero sobre todo, cómo los consigue. Por ello, además de las empresas mencionadas en el DigitalEurope, 32 asociaciones digitales más firmaron la carta diciendo que solo el 3% de la IA "unicornio" (la IA más sofisticada y valiosa en el mundo) proviene de la UE.
Además, estuvieron de acuerdo con el hecho de que Francia, Alemania e Italia hayan cambiado de postura con la IA y que ahora quieran limitar las reglas de la misma para los modelos básicos en cuanto a los requisitos de transparencia.
Por último, la carta reza que la legislación de la IA puede entrar en conflicto con otras legislaciones como la de atención médica. Es decir, las empresas y gobiernos fueron catastróficas prácticamente cuando los investigadores pusieron el grito en el cielo, pidieron tiempo, se les dio, y ahora viendo cómo funciona la IA y el avance tecnológico que supone quieren abrir la mano cuando convenga para conseguir el mismo rendimiento que en EE.UU. y no dejar a Europa atrás.
¿Quién lleva razón? Es un tema complejo, pero lo que está claro es que no será fácil crear un marco de ley que contente a todos, porque esto parece girar hacia dos puntos opuestos: privacidad o innovación. El equilibrio, por desgracia, no parece una opción entre ambos.