Alemania usará los 45.000 millones del Bundestag para subvencionar las FAB de Intel y TSMC

Alemania va a usar todas las armas posibles para cumplir con Intel y TSMC. El gobierno alemán está entre la espada y la pared con un tiempo límite y un déficit de deuda que no quiere tocar. Cuadrar el círculo se antoja cada vez más complicado, y como era de esperar, el dinero que se necesita va a salir del contribuyente alemán, puesto que el Bundestag espera recaudar 45.000 millones extra, pero aún así falta dinero para Intel y TSMC en los presupuestos generales del Estado en Alemania.

Capítulo tres de los problemas de Alemania con todo este problema relacionado con la sentencia del Tribunal Constitucional Federal por la reasignación de préstamos no usados tras el COVID. El gobierno de Alemania presidido por Olaf Scholz tiene cada vez menos tiempo y los movimientos están causando gran revuelo en la población, mientras Intel y TSMC esperan que el país cumpla con su palabra.

Alemania, Intel y TSMC, sin tiempo y sin dinero, el Bundestag en aprietos

Alemania-subvenciones-TSMC-Intel

Se han dado muy pocos pasos al frente, e incluso, las declaraciones ante las preguntas, que son muchas por parte de los periodistas tras la sentencia del Tribunal, son pocas. El gobierno quiere guardar silencio y trabaja, pero la rueda se tiene que pinchar por algún sitio si lo que se quiere es seguir introduciendo presión desmedida sobre una economía muy tocada. Es eso, o cambiar el neumático directamente, siguiendo el símil.

Y por ahí parece que está encaminando todo el gobierno de Scholz, en cambiar de neumático directamente en vez de pinchar y parchear el que hay colocado. Teniendo en cuenta que, según las estimaciones de los analistas, Alemania tendrá un cuarto trimestre del año más bajo de lo previsible y cerrará 2023 con recesión técnica cayendo un -0,4% anual, el 2024 no parece realmente alentador para todo el que pise suelo teutón.

¿Por qué? Pues porque el dinero acordado y prometido para los proyectos de dicho año es demencialmente alto, ya que Alemania está en una fase de inversión y expansión, con contratos que de romperse crearán no solamente una ola de quejas entre las empresas, sino un problema muy serio de credibilidad.

El ministro de economía es claro al respecto, pero no ofrece soluciones

Robert-Habeck

Rober Habeck es muy claro cuando afirma que "la frase crucial es que todos los proyectos que hemos diseñado deben ser posibles". Lo cual no se ajusta a la realidad. La primera opción para el gobierno alemán pasa por la creación del fondo especial financiado con préstamos para transformar la economía, pero esto implica reelaborar acuerdos cerrados entre el gobierno y oposición donde se rompería el déficit de deuda a la baja, como ya comentamos.

La solución más plausible son impuestos, más impuestos y muchos impuestos, como diría M.Rajoy. Ahora sabemos que el Bundestag ha acordado de última hora un presupuesto suplementario para 2023 que, a base de esquilmar al contribuyente, va a conseguir recaudar 45.000 millones extra, pero debido a la sentencia y a los casi 15.000 millones que necesitan Intel y TSMC, así como otras empresas con distintos acuerdos en otros ámbitos, solo es un primer paso.

El Gobierno Federal necesita la friolera de 15.000 millones extra a estos 45.000 nombrados. El primer paso está conseguido, el segundo es un puzzle difícil de solventar sin que el alemán medio no pierda poder adquisitivo. Como Alemania no renuncia y cancela los contratos firmados con las empresas, entre ellas Intel y TSMC, sino que sigue hacia delante, y el dinero no cae de los árboles, veremos que parte de los presupuestos se resiente por intentar desviar fondos donde no se podía.

A este paso, Intel y TSMC se volverán a plantear el invertir en suelo teutón, porque se contó con dinero que no se tenía ni era legal moverlo para pagarles.