Calista Redmond responde a EE.UU.: «RISC-V no está controlada por ninguna empresa o país», ¿tiene China vía libre para crear chips?
China intenta zafarse del yugo americano y, como hablamos hace solo 5 días, la Administración Biden quiere cortar cualquier pretensión de saltarse dicha presión alentando a RISC-V a no entrar en el juego de Xi Jingpin. El problema es que en la noche de ayer Calista Redmond, directora ejecutiva de la Fundación RISC-V y ejecutiva de tecnología desde hace muchos años, lanzó un mensaje en el blog de la compañía arrebatando cualquier tipo de pretensión de coerción sobre su empresa desde la Casa Blanca. ¿Tiene vía libre China para comenzar a usar la ISA RISC-V para crear sus propios chips a pesar de EE.UU.?
Es un problema mayúsculo que seguro muchos vieron venir. China no quiere depender de ninguna empresa estadounidense, eso lo sabemos todos, pero la jugada de RISC-V, aunque limitada, puede ser realmente una salida, además, sabiendo que fue creada por la Universidad de California. Es decir, China quiere usar una ISA creada por los americanos para someter el sector que su propio país domina, un plot twist de manual que ahora cuenta con el beneplácito de la propia compañía.
RISC-V contesta mediante Calista Redmond a EE.UU. sobre China
La directora ejecutiva de la compañía ha dejado un largo comunicado que vamos a ver resumido en partes, porque deja bien clara su neutralidad y su apertura como estándar abierto con RISC-V. El comunicado comienza fuerte y de la siguiente manera:
Todo el ecosistema tecnológico se beneficia de que los estándares sean abiertos, ya sea RISC-V u otros estándares populares como Ethernet, HTTPS, JPEG o USB.
Tres razones clave por las que RISC-V es estratégicamente importante:
- Los estándares abiertos han sido fundamentales para la innovación, la adopción y el crecimiento de la tecnología durante décadas.
- Los estándares abiertos crean acceso a oportunidades y estimulan el crecimiento para una amplia gama de partes interesadas (empleos, consumidores, investigación, academia, industria, etc.).
- RISC-V es la arquitectura de conjunto de instrucciones estándar abierta definida para informática.
Estas tres son las ideas clave que ha desarrollado Calista Redmond punto por punto, reflejando su postura de una forma bastante clara.
Innovación, la adopción y el crecimiento
El argumento de este primer punto tiene frases clave como la siguiente:
La competencia no se basa en estándares compartidos, sino en el valor único que cada proveedor agrega a la capa estandarizada.
¿A qué se refiere Redmond con esto? Pues básicamente a que todo EE.UU. y el resto del mundo han participado en distintos estándares y han liderado el camino con miles de consorcios y foros, trayendo al mercado algunos estándares de tecnología muy importantes.
En otras palabras, Redmond defiende que RISC-V pueda ser esa capa estandarizada e incita a EE.UU. a competir ahí contra China en vez de intentar que su compañía los vete por riesgos de seguridad nacional. Toda una declaración de intenciones para los siguientes puntos.
Los estándares abiertos crean acceso a oportunidades y estimulan el crecimiento
Dos frases interesantes y complementarias dentro de todo el argumento que ha lanzado Calista en este apartado:
El compromiso y el liderazgo en estándares globales es un modelo probado, exitoso y necesario para que las empresas de todo el mundo prosperen en los mercados globales.
Las acciones previstas por los gobiernos para una restricción sin precedentes de los estándares abiertos tendrán como consecuencia un menor acceso al mercado global de productos, soluciones y talento. La bifurcación a nivel de estándares llevaría a un mundo de soluciones incompatibles que duplicarían esfuerzos y cerrarían mercados.
Realmente no dice ninguna mentira, pero no está centrando el debate en el apartado al que EE.UU. se refiere, que es el hecho de crear chips y no estándares tecnológicos como tal, por ejemplo, como USB. China pretende usar la ISA RISC-V para diseñar arquitecturas de procesadores de distinta índole, a modo de una especie de licencia, como pasa con Arm, donde se licencian y luego se crean para cada diseñador, sea Qualcomm, Apple, Ampere o Amazon.
La diferencia es que al no tener licencias y ser de código abierto, China no tiene que depender de nadie, aunque sí tiene que realizar la inversión en I+D para crear los procesadores, pero sobre todo para crear un estándar, el cual desarrollaría el país, y de ser exitoso y con alto rendimiento, dicho estándar a base de ISA RISC-V tendría que ser usado por el resto de países, puesto que la inversión llega desde el país asiático.
En otras palabras, EE.UU. y Europa pueden usar el estándar/arquitectura, pero este está supeditado por lo que dictamine China, y puede ser solo modificado por ellos. Ahora imaginemos algo mucho más potente que lo que pone encima de la mesa Arm o Intel, de código abierto, pero con un estándar desde China, ahí está el juego.
Una arquitectura de conjunto de instrucciones estándar abierta definida para informática
El último punto de Calista es, como se suele decir, oro puro, puesto que ataca la base del argumento yanki, y además, no admite respuesta al mismo nivel:
RISC-V llegó para quedarse. Ya ha crecido enormemente en adopción e influencia global como estándar abierto para la computación. RISC-V es un estándar abierto y ha incorporado contribuciones significativas de todo el mundo. Como estándar global, RISC-V no está controlado por ninguna empresa o país.
El desarrollo de las especificaciones RISC-V se basa en contribuciones que se han puesto a disposición de forma no patentada o cultivadas abiertamente por parte de miembros de RISC-V distribuidos uniformemente en América del Norte, Europa y Asia. RISC-V International no proporciona diseño de chips, núcleos de código abierto, propiedad intelectual ni implementaciones, sino que publica un conjunto de estándares abiertos globales de uso común.
Estos estándares publicados no contienen más información que la que ya publican las arquitecturas propietarias. La única diferencia es que el mercado puede utilizar estos estándares sin licencias de propiedad de una empresa controladora. La competencia no se produce a nivel de normas, sino que se produce a nivel de implementación.
El argumento es brillante como podemos ver. En primer lugar, porque frena en seco cualquier intento de control de su gobierno y de la administración Biden al decir que RISC-V no está controlado por ninguna empresa o país, dando a entender que tampoco lo estará.
En segundo lugar, porque si RISC-V diseña un estándar la industria en general puede usarlo sin licencia, es decir, ninguna empresa tiene que dar el visto bueno, simplemente se coge y se crea un producto con esta base, o un nuevo estándar más complejo, llámese arquitectura.
Por último, y definitorio, Calista da en la tecla cuando afirma que la competencia no es a nivel de normas, sino a nivel de implementación. O lo que es lo mismo, no se compite con normas, se compite con productos. Dicho de otra manera, incita a EE.UU. a competir con China en el diseño de productos y les manda un poderoso mensaje: las normas no se hacen para competir, se hacen para regular quién compite y cómo compite.
Una defensa impecable ante EE.UU. sin defender a China, con RISC-V
Es un puesto de poder entre el que regula y determina la norma, y el resto, que tienen que entrar por el aro. Es, precisamente, el modelo que tienen Estados Unidos y Europa, pero claro, lo hacen habida cuenta de que ellos han desarrollado los estándares, las ISA, los diseños y venden como tal un producto.
Por lo tanto, Calista hace defensa férrea de lo que significa un estándar abierto, una ISA abierta, y como tal, si EE.UU. quiere cerrarles el chiringuito será por una cuestión de puro poder dictatorial, y no porque tengan la voluntad y el talento para competir con China. Indirectamente les ha hecho pasar de mártires, con la excusa de la seguridad nacional, a dictadores que tienen miedo a perder su poder.
Jugada maestra de cómo usar un relato para señalar las debilidades de quien intenta tumbarte. Se esté de acuerdo o no, la defensa de sus argumentos es ineludible para la Biden y Raimondo, los pone contra la pared y los señala. No importa que no consiga sus objetivos, simplemente planta cara con rigor, y eso en estos momentos es de ser muy valiente en un tema muy complejo y delicado. Bravo.