Tú pagando la luz a precio de oro, mientras Alemania subvenciona la electricidad para la FAB de chips de Intel a 10 ct/kWh ¡durante 20 años!
Por si no se había dado cuenta, la luz, la electricidad, sigue a un precio relativamente alto, y ha llegado a estar en máximos históricos por diversos motivos. España tiene muchas cosas buenas, pero en cuanto a infraestructura, posiblemente la mejor sea el sistema de red eléctrica que tenemos. Bien pensado, con mucha renovable y bien diversificado, mejorable, pero pionero en Europa. Pues bien, aunque deberíamos tener el precio más bajo, estamos exportando y compartiendo electricidad con Francia y Portugal (3%-5% y 33%-36% anual respectivamente, solidaridad dicen) pagando de media más. Mientras tanto, Alemania, que no tiene gas ruso, en plena crisis energética, subvencionará el precio de la electricidad en la nueva FAB de Intel ¡durante 20 años! ¿Está loca Alemania y Europa?
No, no estamos locos "que sabemos lo que queremos", como decía la canción de Ketama. Europa no se está pegando un tiro en el pie, está sacando levemente la cabeza en un sector donde no compite de forma directa, pero quiere competir de forma indirecta, es decir, lo haremos con las FAB de empresas taiwanesas y americanas. A cambio, hay que ceder, y mucho, para estar en el juego, para llegar a ese 20% de cuota mundial de semiconductores, y lo de hoy es una de esas condiciones que se rumoreaba y no se sabía a ciencia cierta.
Una historia con final feliz y mucho dinero encima de la mesa, pero también muchas preguntas
La trama de la FAB de Intel está llena de rumores y da la sensación, visto cómo juega Intel y cómo se fue de Vietnam, que lo tienen todo atado y bien atado. No en vano, el aterrizaje del gigante azul en Europa iba a estar lleno de cláusulas, y la de la electricidad es una de ellas. Lo controvertido de esto es que se afirma que no hay nada cerrado, pero para no estarlo, se saben detalles muy precisos del acuerdo, curioso.
La historia es simple, y para contarla la resumiremos: Europa necesita, y quiere, tener capacidad de producción de chips a nivel mundial, quiere ser relevante y no depender de gobiernos de turno, de cierres de países, pandemias y un largo etc. Intel y TSMC han llegado a un acuerdo con la UE y Alemania para aterrizar con sus SUPER FAB de chips en nuestro territorio.
Intel llegará sola, la inversión es propia y será subvencionada en parte por el gobierno alemán y la UE. TSMC lo hace con un conjunto de empresas europeas, por lo que la inversión desde Taiwán es menor. Por ello, Intel recibirán 10.000 millones y TSMC 5.000 millones en subvenciones para levantar los mega complejos proyectados, pero en el caso de los azules esto no es suficiente.
Alemania negocia lo que, en teoría, ya está firmado con Intel y el precio de la electricidad
Resumidos casi año y medio de tensión, de idas y venidas, de "sí, pero no", llega lo interesante y que te ha traído hasta aquí, ya situado en el presente. El medio alemán Handelsblatt afirma que la pretensión inicial de Intel para con su FAB, Alemania y el precio de la electricidad, es real y lo fue en la negociación.
Es decir, Intel quería asegurarse un precio máximo para la energía de su FAB, sabedor de que cortadas las relaciones con Rusia y sin los oleoductos Nordstream el país germano pasa por momentos duros, y la FAB no se puede parar como tal, y menos, disparar el gasto económico por los vaivenes políticos de Alemania en temas energéticos.
Por ello, Intel solicitó ayuda estatal a Berlín cuando los precios superasen un umbral determinado, pero Alemania dijo un rotundo no. Aunque, y ahora llega lo curioso, en el cambio y camino de la firma para la FAB se acordó una cláusula de negociación que permite a Intel hacer lo que el gobierno dijo que no haría, es decir, solicitar ayuda estatal si los precios de la electricidad aumentaban significativamente.
El gobierno tira balones fuera al ser preguntado
Claro, el medio alemán quiso saber si esto era cierto a sabiendas de antemano que así es y está firmado. Por tanto, le preguntó al respecto al Secretario de Estado de Alemania en el Ministerio Federal de Asuntos Económicos y Acción Climática, Udo Philips. La respuesta del secretario fue la siguiente:
"En cuanto a asegurar los futuros precios de la electricidad, se acuerda que el gobierno federal está dispuesto a entablar conversaciones con la empresa para buscar soluciones y examinar posibilidades de apoyo."
Es decir, "no quiero confirmar, pero confirmo". Es el típico equilibrismo de palabras de un político del cual todos sabemos cómo funciona. ¿Qué más sabemos sobre este tema de Intel y la electricidad para sus FAB en Alemania? Pues que el objetivo de la compañía y lo firmado reflejaría un precio medio de la electricidad alrededor de los 10 céntimos por kilovatio a la hora (kWh) ¡durante los próximos 20 años!
Todo mediante lo que se conoce en el mundo de las eléctricas como "garantía de compra". Y aquí entran dos factores más a la ecuación a tener en cuenta, porque actualmente no hay una tarifa en el mercado regulado español que se acerque a ese precio del kWh, y energía precisamente tenemos de sobra en contra de Alemania, que con la excusa de lo verde dinamitó sus principales fuentes de energía a costa de reducir el CO2. Y de aquellos barros, estos lodos.
La cláusula de Intel fuerza a Alemania a tomar medidas generales
El caso es que, si esto se hacía público en el momento de la firma, el gobierno estaría ayudando a una empresa extranjera que todavía no reside en el país frente al resto, que está teniendo que parar en muchas industrias por el problema del suministro eléctrico.
Se puede tildar de muchas formas, como competencia desleal gubernamental, o cualquier otro término, pero el caso es que no se podía saber, y aunque hubo rumores, no hubo confirmaciones hasta hoy. Por ello, y sabedores de que las cláusulas saldrían a la luz más temprano que tarde, el Ministro de Economía, Robert Habeck, indicó en julio que el país estaba ante un problema energético y encaminado a solucionarlo para 2030, pero por ello pidió un límite a los precios de la electricidad para las empresas que consumen mucha energía para evitar que, curiosamente y una vez más, la producción se traslade al extranjero.
Es decir, se quería encubrir la cláusula de Intel y regularizarla desde el gobierno para todas las empresas con altos consumos de energía. Por desgracia, la propuesta no prosperó y ahora Alemania, que destinó 200 mil millones financiados con su propia deuda para afrontar la crisis de electricidad, está entre la espada y la pared con la FAB de Intel.
Las personas, las familias y las pequeñas empresas pagarían un precio más alto que las grandes empresas por la misma electricidad en kWh. Todo para mantener en liza el acuerdo y cláusula con Intel.
España se enfrenta otra vez al abismo de precios a partir de enero de 2024
Mientras tanto, en España, país exportador de energía por definición en Europa, corre una suerte igual sin tener las ventajas que trae el tener una FAB del tamaño de Intel en nuestro suelo, con la cantidad de puestos de trabajo directos e indirectos que conlleva.
Como vimos en su día, no era por dinero, Intel nos rechazó por la falta de infraestructura anexa y empresas que son necesarias para un complejo de ese nivel. Alemania tiene una pelota caliente en su tejado, y llega el invierno...
Como nota final y fuera de la noticia en sí misma, en nuestro país tenemos otra pelota caliente, puesto que el 1 de enero de 2024 se termina la rebaja del IVA para la luz, es decir, volvemos del 10% de IVA al 25%, así como otros impuestos derivados, al menos, si el gobierno en funciones no lo prorroga, algo que varias asociaciones ya están pidiendo y que desde Europa no gusta demasiado.