Fabricantes de parmesano están añadiendo chips a sus quesos para evitar falsificaciones
La tecnología cada vez está presente en más aspectos de nuestra vida y aunque no nos demos cuenta, esto implica hasta la comida. Y es que, resulta que los fabricantes de queso parmesano han decidido utilizar unos chips diminutos para añadir seguimiento y evitar falsificaciones.
Estamos acostumbrados a ver falsificaciones de productos y dispositivos de todo tipo, con el fin de vender una alternativa de marca blanca más barata. Este es bastante típico en países como China y ver como hay miles de productos que se venden considerablemente más baratos. Muchos de estos que intentan ser copias no llegan a dar la misma calidad, pero como su precio es mucho más barato, algunos suelen sobrevivir a la dura competencia.
Un chip del tamaño de un grano de sal ayuda a evitar la falsificación del queso parmesano
La falsificación puede aplicarse a numerosos productos y con ello no nos limitamos, a juguetes, consolas, móviles o ropa. Y es que, entre los productos falsificados también se encuentra la comida. El famoso queso Parmigiano-Reggiano, de origen italiano está siendo víctima de esta actividad. Este tipo de queso tiene una historia larguísima, que se remonta a la Edad Media y se cree que ya en el año 1200, se elaboraba de forma similar al que tenemos hoy en día.
Este se producía en los monasterios de Parma y Reggio Emilia, de ahí su nombre. Se trata así de un tipo de queso que ha recibido la Denominación de Origen Protegida (DOP) según la norma europea. Desde 1969 se reconoce como denominación de origen a nivel internacional y a pesar de ello, está siendo falsificado. Los fabricantes de queso parmesano se han encontrado con la única alternativa de tener que utilizar chips en el interior de estos para reconocer que son verídicos y no falsificaciones. Para ello, han decidido emplear unos denominados microtranspondedores creados por la compañía p-Chip, con sede en Chicago.
El p-Chip es una mejor alternativa al RFID tradicional
La compañía afirma que estos microtranspondedores pueden añadirse en cualquier producto y esto incluye tanto la comida como embalajes o electrónica. En este caso, se han utilizado los chips para realizar tareas de seguimiento en el queso parmesano. Tienen un tamaño minúsculo, pues son como un grano de sal, pero proporcionan un código de identificación único. Cuando el láser escanea el chip, se trasmite el código a través de ondas de radiofrecuencia ultrabajas.
Evitar la falsificación en la UE es una tarea de gran importancia y actualmente que hay unos 3.500 productos alimentarios protegidos. En el caso del queso Parmigiano-Reggiano se tienen unas ventas mundiales de 2.440 millones de dólares. Si bien esta cifra es impresionante, hay que tener en cuenta que las falsificaciones han logrado alcanzar unos 2.000 millones de dólares en ventas, casi lo mismo. Aquí podemos ver como la situación es mucho más grave de lo que se pensaba y a este punto, los fabricantes están siendo afectados.
Respecto a los p-Chips empleados, estos tienen una serie de ventajas, ya que no se pueden falsificar, son diminutos, duraderos y asequibles. Otras características incluyen el hecho de aguantar temperaturas de -200 a 500°C o soportar las ondas microondas, disolventes y reactivos. En el caso del queso parmesano, este se inserta en una etiqueta de caseína, que posteriormente forma parte de la corteza del queso. Por el momento, se ha insertado este tipo de chips en 100.000 quesos parmesanos durante este último año.