Intel supera a NVIDIA en Ray Tracing con su tecnología Embree
Intel acaba de hacer compatibles sus tarjetas gráficas ARC con las librerías Intel Embree 4.2 enfocadas a la generación de escenas por Ray Tracing profesionales. Es decir, las que se suelen usar en el mundo del audiovisual, y, por tanto, en cines y películas. Al mismo tiempo, todo forma parte de una estrategia para reemplazar a NVIDIA y sus RTX de ciertos mercados y preparar el camino para conseguir, a través de OneAPI, erosionar y tomar posiciones hoy en día en manos de CUDA.
Si bien el uso del Ray Tracing en los juegos es por el momento algo casi testimonial, no ocurre lo mismo en el mundo del cine. Y es que la llegada de las GPU con capacidades de aceleración para el trazado de rayos fueron una innovación en cuanto a costes al reducirlos en una orden de magnitud. De repente, efectos visuales, que solo se encontraban en manos de los grandes estudios de cine, pasaron a estar disponibles para pequeñas y medianas empresas del audiovisual. No es un mercado en expansión tan importante como el de la IA, pero sí lucrativo y con una gran demanda. Lo suficiente como para ser uno en los que Intel quiere que sus GPU ARC tomen el relevo.
¿Qué es Intel Embree?
Bajo el nombre de Intel Embree existe una serie de librerías de código abierto para Ray Tracing. Estas son utilizadas en aplicaciones de creación de contenido como Maxon Cinema 4D, Merceneries Engineering Guerrilla, Dreamworks MoonRay, Chaos V-Ray entre muchas otras. Pues bien, estas no se solían utilizar en tarjetas gráficas para renderizar escenas, sino en CPU.
Y es que aunque parezca sorprendente, la forma de funcionar una GPU convencional, mucho más enfocada al algoritmo de rasterizado, no se lleva bien con el Ray Tracing. Si bien se ha acabado modificando en los últimos años para acelerar ciertas funciones con el uso de ciertas unidades aceleradoras, el gran problema de los chips gráficos actuales es el de la coherencia de memoria. ¿El problema? Un píxel se encuentra en una zona de la pantalla y no tiene por qué ser coherente en datos con el resto, un rayo, en cambio, atraviese toda la escena.
De ahí a que muchos estudios profesionales prefieran seguir usando granjas con superordenadores y decenas de CPU AMD EPYC o Intel Xeon para poder generar las escenas. Y no por el hecho de que las tarjetas gráficas con Ray Tracing sean peores, sino que es como han desarrollado todo su saber hacer con el trazado de rayos durante años usando procesadores para servidor.
Intel Embree llega a las GPU ARC
Por lo que el próximo paso lógico para Intel, y dentro de su programa OneAPI SYCL donde buscan crear una alternativa a CUDA, pero independientemente al tipo de hardware donde se ejecute el código, ha sido llevar Intel Embree a las GPU ARC. Todo ello bajo la capacidad de poder optimizar el código para soluciones de hardware concretas. ¿La diferencia con la solución propietaria de NVIDIA? El hecho de que su uso no requiere del pago de regalías, su código no es una caja negra y no depende de un solo hardware.
Pues bien, la ventaja es que ahora, con la versión 4.2 de Intel Embree, los desarrolladores podrán portar todo ese código escrito en C++ para las granjas de CPU que renderizaban Ray Tracing a las GPU Intel ARC con cambios mínimos o casi nulos en el código. Lo que facilitará la adopción de dichas tarjetas gráficas en granjas de renderizado con el que aprovechar la potencia de cálculo de las tarjetas gráficas.
Hay que tener en cuenta que una sola ARC A750 puede generar una escena hasta 30 veces más rápido que un Intel Core i9-12900K, por lo que imaginaros lo que supone todo esto en cuanto a costes para muchos estudios, una vez realicen la transición definitiva de uso de CPU al uso de tarjetas gráficas. Mercado que, recordemos que Intel podría perder si NVIDIA les ganase la partida.
Pues bien, según Intel, una ARC A750 con Intel Embree supera a una RTX 3060 con NVIDIA Optix a la hora de renderizar el Path Tracer ChameleonRT. La idea no es otra que hacerle la guerra a NVIDIA en el mundo de la creación de lo audiovisual, mientras la empresa de Jensen Huang se encuentra ocupada con el boom de la IA generativa.
El objetivo de Intel: reemplazar a NVIDIA del mercado como defensa
Y es que el objetivo de Intel no es otro que atacar al ecosistema CUDA, Es por ello que han creado librerías de desarrollo para facilitar el traslado de las aplicaciones y herramientas desarrolladas bajo CUDA y dependientes del hardware de NVIDIA a las Intel ARC y OneAPI. Es por ello, que pese a la apariencia de que las ARC van flojas en el mercado por su situación en el mercado gaming, tampoco debemos subestimar su situación. A día de hoy y para las tarjetas gráficas hay mercados mucho más lucrativos y con mayores márgenes y conseguir que un gran estudio cambie sus granjas de renderizado con hardware NVIDIA por las de Intel sería una victoria bastante grande.
De ahí el interés de hacer compatible Intel Embree 4.2 con las GPU ARC, más que nada por el hecho que cada cierto tiempo dichas granjas de ordenadores se terminan renovando y las RTX son un caramelo jugoso para muchas de ellas. Si habéis visto ya combinaciones de CPU NVIDIA ARM con tarjetas RTX en el mundo de la automoción, no dudéis de que vais a verla en otros mercados.
Ya para terminar, no podemos olvidar que es precisamente CUDA lo que le da toda la fuerza a NVIDIA, en concreto la dependencia de muchos estudios y no solo en el mundo del contenido audiovisual con Ray Tracing, sino también en inteligencia artificial y Computación de Alto Rendimiento. Y la cosa se ha empeorado más, ahora que NVIDIA empieza a ofrecer sus sistemas con sus propias CPU, lo que no deja de ser una declaración de guerra a la que los de Pat Gelsinger han respondido. Eso sí, les costará tumbar al coloso, pero por algo se empieza.