Una impresora 3D y ChatGPT: las nuevas armas de Ucrania contra Rusia
La actual guerra en territorio europeo parece no tener fin, el conflicto no parece tener fin en un proceso en el que un día un frente avanza en un lado y retrocede en otro. En medio de dicho conflicto, Ucrania está usando un arma especial: una impresora 3D para desarrollar nuevos prototipos que le permitan ganar la contienda. Aparte de que estarían teniendo un aliado muy particular, el popular ChatGPT.
Una de las particularidades de la mal llamada internet profundo, o Deep Web, eran Los sitios donde podías encontrar planos completos de armas para poder reproducirlas. Así como adaptadores que hacían cosas como poder transformar un simple rifle o una pistola en un arma de mayor calibre. En tiempos de paz, no es habitual encontrarnos con la distribución y desarrollo de este tipo de dispositivos, pero en la guerra es distinto y es cuando el desarrollo de nuevo armamento se acelera empleando las técnicas del momento, que en este caso es la IA y el uso de las impresoras 3D, dos tecnologías relativamente recientes y baratas.
El ejército de Ucrania y la resistencia están usando armas hechas con impresora 3D
Ucrania estaría utilizando bombas en sus drones que habrían sido fabricadas utilizando una impresora 3D. Si bien sorprende el uso de aparatos tan poco sofisticados y totalmente caseros. Hay que tener en cuenta que no solo el Ejército ucraniano está luchando contra la invasión rusa, sino también grupos de voluntarios y de resistencias civil armada. Y son estos los que están desarrollando este tipo de artefactos aprovechándose de las capacidades que permite la impresión 3D.
Uno de estos artefactos ha sido creado por un hombre de Kyiv conocido como Lyosha, quien ha desarrollado una bomba antipersona para los drones a la que ha bautizado como "Rabbit" por la poca eficiencia del armamento de este tipo. Tal ha sido el éxito que el ejército regular ucraniano le ha pedido 1500 unidades a su inventor al día. Otro ejemplo de armamento producido con una impresora 3D durante el mismo conflicto ha sido una bomba llamada "Big Egg" producida por un grupo de voluntarios polonés y que tiene un tamaño de 27 cm de longitud.
En general, parece ser que cada grupo de resistencia en Ucrania usa una impresora 3D. Lo cual es clave para acelerar el desarrollo de nuevo armamento para solucionar problemas a pequeña escala, como para aumentar la eficiencia y rendimiento de las armas. No obstante, no es la única tecnología que están utilizando.
ChatGPT en tiempos de guerra
En Ucrania, aparte de la construcción de armas y bombas empleando una impresora 3D, también han decido apostar por el uso de ChatGPT para que les haga sugerencias sobre mejoras y combinaciones nunca vistas de cara a la construcción de los diferentes componentes y elección de los mismos. Si bien suena pavoroso que el chatbot más popular del mundo tenga la capacidad para asesorar en este tipo de cosas, de forma explícita no lo están utilizando para esto, sino para pequeños consejos de ingeniería que no tienen por qué terminar en buen puerto por la tendencia a inventar que tiene dicha IA.
Al fin y el cabo, se ha diseñado para imitar el lenguaje natural, no para solucionar problemas de ingeniería complejos y mucho menos para diseñar armas. Por lo que no se pueden medir sus efectos reales sobre el campo de batalla. En todo caso, le hemos preguntado a ChatGPT de forma directa y la propia IA nos lo ha negado, una respuesta que entra dentro de lo esperado.