Guardar información en cintas es más ecológico que usar un HDD o un SSD
El formato de almacenamiento más ecológico son las cintas magnéticas, al menos esto es lo que se ha dicho recientemente en un estudio. ¿Cuáles son los motivos que llevan a afirmarlo y cómo afectará esto al futuro de Internet y el enorme volumen de datos que atesora? Veamos.
Los más veteranos del lugar recordarán cómo sus microordenadores de 8 bits usaban cintas magnéticas de casete, y, si bien estas han dejado de utilizarse en el día a día, se siguen usando cintas magnéticas especializadas para guardar grandes volúmenes de datos en frío. Es decir, información que se ha de preservar, pero que no requiere su acceso inmediato. Y es que grandes corporaciones y administraciones públicas suelen almacenar los enormes volúmenes de datos que generan y que ya no les caben en discos duros.
Almacenar en cintas magnéticas el 60% de los datos del mundo por razones ecológicas
Una de las propuestas que hay sobre la mesa para reducir la huella del carbono en lo que a sistemas informáticos se refiere es el uso de cintas magnéticas de almacenamiento. Las cuales se suelen usar para el almacenamiento en frío por el hecho de que requieren que la información se vuelque sobre una memoria.
Todo ello por el simple motivo de que es imposible hacer una búsqueda aleatoria de datos en una cinta continua. Ahora ya sabéis la razón por la cual era necesario esperar media hora para jugar al Spectrum o al Commodore, se tenía que cargar todo el programa en la RAM desde la unidad de cinta.
Pues bien, una investigación realizada por parte de IEEE Spectrum indica que el 60% de la información almacenada en los discos duros es candidata a ser almacenada en cintas magnéticas para su almacenamiento. Las cuales en la actualidad pueden almacenar información por un coste muy inferior a los discos duros. Además, sirven para guardar datos a muy largo plazo, ya que tienen una vida útil que dobla a la de un disco duro estándar.
Podría desaparecer de la vista una buena parte de internet
La cantidad de información que genera la red de redes es enorme y buena parte de ella ya no es de interés para el público. Sin embargo, se encuentra ahí, esperando a ser accedida. No en vano, existen directorios abiertos con información correspondiente a discos duros que están abiertos a cal y canto y donde se puede encontrar de todo.
Desde las fotos de las vacaciones de hace unos años de un particular, hasta la lista de clientes de una pequeña empresa. Todo ello son datos en frío que se encuentran en algún disco duro y que se encuentra funcionando y, por tanto, gastando electricidad solo para almacenar esos datos.
En otras palabras, si se empiezan a almacenar datos en cintas magnéticas por razones ecológicas, no será aquello que se consulte a corto plazo o que tenga una demanda global muy grande, sino datos muy concretos y anticuados con una demanda muy baja.
Quizás en un futuro las empresas con tal de poder almacenar su facturación no la guarden en el servidor de la empresa de forma muy mal protegida, sino que terminen en usar cintas magnéticas, lo cual era algo que se hacía en su día, pero con lo barato que se ha vuelto el gigabyte de almacenamiento, pues se ha terminado por guardar la información en HDD de ordenadores perpetuamente conectados a internet.