Consiguen overclockear la Super Game Boy a 5,12 MHz, pero…
Los que vivimos la guerra de consolas de principios de los 90, la de Nintendo contra SEGA en los 16 bits, recordamos un accesorio para la Super NES, hablamos del Super Game Boy. Si bien puedes pensar que es una Game Boy con esteroides, te equivocas, ya que era un simple accesorio que permitía jugar a los juegos de Game Boy en la Super Nintendo. Pues bien, alguien ha conseguido 29 años después realizar overclocking al Super Game Boy, pero con resultados inesperados. ¿Qué consecuencias tiene romper los tiempos de funcionamiento en un sistema de 8 bits?
Solemos pensar que subir la velocidad de reloj a un ordenador o consola es la mejor idea de todas. Sin embargo, hay elementos que pueden depender para su funcionamiento de que sus diferentes partes vayan a una frecuencia concreta. Esto se hace sobre todo palpable en sistemas de videojuegos muy antiguos, previos a los lanzados a partir de 1993.
El Super Game Boy original tenía un "fallo" de diseño
No obstante, el Super Game Boy tiene una serie de problemas con el timing. Todas las consolas de la época, incluyendo las portátiles, generaban la escena en pantalla a medida que el haz de electrones dibujaba las líneas de escaneo en el fósforo de la pantalla CRT. Si bien la pantalla de Game Boy era LCD, tener un búfer de imagen completo era muy caro, y más en una consola que se vendió por menos de 10.000 yenes o 90 dólares estadounidenses de la época.
Debido a esto, todo tenía que ir sincronizado en cuanto a la velocidad de reloj. Para entenderlo mejor, imaginad una banda de música donde cada músico toca un instrumento y han de seguir un mismo compás. ¿El problema para el Super Game Boy? La velocidad de reloj es diferente a la de la Game Boy original, se subió un 2,4% funcionar de forma síncrona con la consola de sobremesa Super Nintendo (SNES). El cambio no parece mucho, pero si eres un purista te darás cuenta de que la música está acelerada. Además, carece del cable link para conectar otra consola para jugar. En 1994, cuando se lanzó el periférico no tenía importancia, pero sí que la tuvo años después con el boom de Pokémon.
Nintendo solucionó el bug con el lanzamiento del Super Game Boy 2. Esta versión no solo permitía usar el cable link, sino que el tempo del juego era el correcto respecto a la consola portátil. Pensad que en aquella época la gente apenas tenía internet y las actualizaciones de firmware eran algo que no existía. Eso sí, este lanzamiento nunca vio la luz fuera de Japón.
La solución llega en 2023, subir su velocidad a 5,12 MHz
Dado que la velocidad de reloj del Super Game Boy original ha de ser un múltiple de la de SNES, es imposible hacer que funcione a la velocidad correcta. El caso es que el periférico tiene 4 velocidades diferentes, las cuales derivan del llamado Master Clock de SNES que es de 21,477 MHz. Pues bien, un registro concreto del Super Game Boy permite escoger 4 velocidades de reloj distintas para su funcionamiento.
- 5,12 MHz haciendo uso de un divisor x 4.
- 4,3 MHz a través de un divisor x 5. Esta es la velocidad que existe por defecto.
- 3,07 MHz empleando un divisor x7, lo cual coloca el sistema un 37% por debajo de la velocidad de reloj de la Game Boy original.
- 2,39 MHz utilizando un divisor x9, una reducción del 43% respecto a la consola original.
El chip que hace de puente entre el Super Game Boy y la SNES se llama ICD2, y precisamente uno de sus trabajos es coger la velocidad de reloj maestra de SNES y dividirla. Como entenderéis, los primeros modos van a mayor velocidad de reloj que la portátil monocroma de Nintendo, pero, en cambio, las dos últimas no son viables para reproducir correctamente los juegos.
¿Qué ocurre si le haces overclocking al Super Game Boy a su máxima velocidad?
Pues bien, alguien ha decidido llevar al Super Game Boy a su velocidad de reloj más rápida utilizando para ello una ROM del World Heroes 2 de SNK. El truco consiste en usar una ROM del juego desde un Everdrive de Game Boy para modificar la velocidad de reloj del periférico y, sin apagar el dispositivo, se puede conectar otro juego para que aproveche la velocidad de reloj aumentada.
Lo normal sería pensar que todo va a ir igual, pero más suave y fluido. El problema es que esto rompe por completo el tempo de la Super NES con la señal del televisor y añade una serie de fallos gráficos importantes por el hecho que la información de los registros de posición de los sprites, así como el compás respecto a lo que se dibuja en pantalla, se ve descompensado. Por no hablar de la música, que termina teniendo prisas para llegar a donde sea.
Es más, el procesador de la consola, el WDC W65C816S, a 3,58 MHz, pasa a tener problemas al no tener la suficiente potencia para poder ejecutar el firmware del Super Game Boy. ¿Las consecuencias? Empeoramiento del control y frames enteros que se pierden. Por lo que se puede concluir que hacerle un overclocking a una consola de videojuegos no siempre es buena idea, y más cuando son anteriores a la era de 32 bits.