Rusia contrarresta las sanciones de EE.UU. con semiconductores japoneses

Según se informa desde Nikkei Asia, Rusia habría realizado unos movimientos estratégicos para adquirir semiconductores japoneses evitando las sanciones impuestas por Estados Unidos. En concreto, desde que iniciara la guerra con Ucrania, ninguna compañía puede venderle tecnología (entre otras cosas), a Rusia. O bueno, en la teoría, ya que muchas compañías han buscado la forma de mantener sus negocios para evitar pérdidas millonarias. Por otro lado, lo que Rusia no puede conseguir de forma directa, lo consigue mediante los mercados grises.

Según los informes, este movimiento habría tenido lugar pasando la mayoría de las transacciones por terceros países, como China. De esta forma, las leyes japonesas, alineadas con las exigencias del gobierno de Estados Unidos, no pueden detener el flujo de chips que llega a Rusia. Para ello, se indica que tendrían que tomar medidas adicionales para detener el flujo indirecto de sus mercancías.

Antes de que Japón iniciara el veto, Rusia ya importaba semiconductores de manera "clandestina"

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En marzo de 2022, Japón se alineó con las sanciones estadounidenses y restringió la exportación de semiconductores de producción nacional. Rusia sabía lo que se venía, y se han encontrado datos aduaneros rusos revelando registros de importación desde el 24 de febrero de 2022 hasta el 31 de marzo de 2023.

Según la empresa de investigación india Export Genius, Rusia realizó al menos 89 transacciones de semiconductores que involucraron a fabricantes japoneses. Las transacciones incluían al menos 2 millones de unidades con un valor total en torno a los 11 millones de dólares. China, incluido Hong Kong, representó más del 70% de los envíos, seguida por Corea del Sur y Turquía.

Mientras que la normativa estadounidense también afecta a las empresas de terceros países, la Ley de Divisas de Japón solo cubre las exportaciones directas desde Japón. Los datos comerciales de Japón muestran que las exportaciones de semiconductores a Rusia en 2022 ascendieron a 150.000 unidades, un 85% menos que el año anterior. Sin embargo, Japón no puede regular eficazmente el comercio de chips a través de otros países.

Hecha la ley, hecha la trampa: Rusia puede esquivar las sanciones

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Mediante esta estrategia de usar empresas comerciales con sedes en China, Corea del Sur o Turquía, Rusia evita así quedarse en la edad de piedra con las sanciones. Por ejemplo, sabemos que el conocido fabricante de chips de memoria Kioxia, envió a Rusia 4.000 semiconductores por valor de 170.000 dólares en octubre de 2022. Eso sí, la encargada de realizar el envío a Rusia fue una empresa comercial con sede en Hong Kong.

Kioxia indicó que todos sus productos están sujetos a los controles de exportación y que "exige a sus distribuidores que cumplan con las regulaciones de exportación de cada país". También se defiende indicando que "no ha podido confirmar ningún caso de entrada de productos en Rusia".

Por otro lado, en marzo de 2022, la empresa china King-Pai Technology, envió semiconductores de otro fabricante japonés por valor de 150.000 dólares a una empresa comercial rusa. Evidentemente, las compañías acusadas de ello decidieron no realizar ningún comentario. Durante la cumbre del G7, el Presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, indicó que estaban "centrados en cerrar la puerta a las lagunas". En concreto, hacer frente a la distribución de semiconductores para evitar que cualquier país evite las sanciones internacionales.