Qué son los centros de datos y cuál es su importancia

Que la información sea constante y fluida es fundamental dentro de cualquier organización empresarial. La tecnología ha supuesto un avance sobresaliente en este sentido al incorporar instalaciones, como los data center (o central de datos), que tienen como función servir de nudo de conexión entre los diferentes departamentos, así como ser un enlace con los clientes y proveedores en los modelos de gestión de las empresas.

Un data center no es más que un equipo tecnológico instalado en una empresa para lograr la centralización de las operaciones y el equipo de TI que sea necesario, optimizando el funcionamiento interno de la organización. Entre las funciones más importantes a realizar por estas instalaciones hay que destacar las del almacenamiento, procesamiento, difusión de datos y aplicaciones que van a ser compartidas por los usuarios, clientes y consumidores.

Para entender qué es una central de datos en el sentido físico habrá que imaginar una habitación más o menos amplia, donde se lleva a cabo el alojamiento de los ordenadores, las redes y el resto de equipos relacionados con la Tecnología de la Información (TI) que va a permitir que la empresa funcione adecuadamente.

En la actualidad, estos data centers están considerados como piezas clave en cualquier tipo de organización, además de por los motivos anteriormente señalados por la posibilidad que ofrecen para minimizar los riesgos en la pérdida de datos y, sobre todo, para garantizar que las operaciones puedan seguir llevándose a cabo, asegurando la rentabilidad en los negocios.

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Esta es la importancia de tener un centro de datos para la empresa

A estas alturas del siglo XXI no existe ninguna empresa o negocio, independientemente del sector en el que actúe, que no tenga algún sistema informático que colabore en la gestión y las operaciones necesarias para llevar a cabo su rentabilidad.

No es extraño que estos sistemas generen algún tipo de fallo o error, abriendo la puerta a la pérdida de información, datos y/o registros que podría conllevar una reducción en los beneficios de diferente cuantía, desequilibrando el balance económico. Sin embargo, más grave aún será crear dudas sobre la reputación de la organización, pues, aunque los presupuestos económicos pueden volver a ajustarse, cuando la imagen queda dañada es prácticamente imposible recuperarla.

En este sentido, cabe citar al estudio realizado por la Universidad de Texas estadounidense que señalaba que el 43% de las empresas que sufrían una pérdida de importancia en su sistema de información terminaba en un plazo de tiempo realmente corto de operar, como consecuencia hasta un 51 % de estas organizaciones tenían que cerrar antes de los dos años después de la falla. Un pequeño 6% lograba recuperarse con enormes esfuerzos y sacrificios.

Para evitar este cataclismo empresarial, los data centers se presentan como los perfectos partners, aliados estratégicos que van a permitir afianzar la continuación de las operaciones. El motivo es que garantizan el óptimo funcionamiento de los sistemas, así como el almacenamiento de los datos y registros.

Qué debe tener un centro de datos actual

Un data center no es un espacio que se deba descuidar, debe cumplir con una serie de requisitos para mantener en buen estado la fuente de alimentación, los sistemas de seguridad, la conservación y el funcionamiento todo el material y los equipos TI que se instalen en su interior.

El suministro de energía

La primera y más importante de estas exigencias deberá ser mantener constante el flujo de la energía necesaria para que nunca deje de funcionar. Como norma general, se requiere una gran cantidad para que no falte en ningún momento ni tampoco provoque una sobrecarga que pueda dañar a los equipos. La fuente de electricidad debe ser, por tanto, fiable y estar protegida de interrupciones gracias a un sistema de respaldo que tenga la capacidad de ponerse en funcionamiento en caso necesario de forma instantánea.

La refrigeración

Como cabe suponer, al ser estancias donde conviven de forma masiva los equipos informáticos que, a su vez, utilizan, como ya se ha comentado, grandes cantidades de energía, se genera y acumula, por tanto, mucho calor, elevando la temperatura a niveles que afectarían de manera negativa a la instalación en su conjunto. En dependencia del tamaño de este tipo de espacios, se requerirá un equipo de refrigeración apropiado con el que conseguir un rendimiento óptimo. Como el agua es enemigo declarado de los equipos electrónicos, los sistemas de frío deberán ser secos y utilizar químicos retardantes que apaguen las llamas en caso de sobrecalentamiento e incendio sin que se dañen los circuitos.

Las medidas de seguridad

Ya sean físicas o virtuales, se trata de uno de los aspectos más necesarios en cualquier data center para proteger las aplicaciones, datos, información y registros que contiene la empresa, muchos de ellos de clientes. Los hacker y piratas informáticos están cada día más especializados y cuentan con herramientas muy sofisticadas para llevar a cabo sus ciberdelitos. Para contrarrestarlos, estas instalaciones deben contar con los sistemas de defensa necesarios para que estos delincuentes no consigan dañar esta parte esencial de la empresa, haciendo que pierdan ingentes cantidades de dinero o llevando a la destrucción de la marca y el cierre de la empresa.

Las medidas a implementar serán, por tanto, físicas, con cerraduras de última generación, sistemas de video vigilancia… y virtuales, como software de seguridad de red y aplicaciones que proporcionen las medidas de protección necesarias. Por último, es importante tener y supervisar el estado de la copia de seguridad, un factor fundamental para mantener el negocio funcionando, incluso si ocurriese lo peor.

Beneficios del cloud data center

Aunque, de forma general, existe la posibilidad de elegir entre dos tipos de data center, el local y el ubicado en la nube, las ventajas de este segundo superan al primero. Estos son sus principales beneficios.

Menor inversión

Este tipo de centros implican una reducción notable en los costes, ya que no requiere hacer ningún tipo de inversión en hardware, ni en licencias de software ni, por supuesto, en infraestructura propia. Así mismo, el mantenimiento no se lleva de forma preventiva, ahorrando también con ello.

Mayor seguridad

Los data centers en la nube poseen niveles de seguridad optimizados, siendo mucho menos frecuentes las caídas del sistema o la pérdida de datos que en uno local. Por otro lado, los proveedores presentan servicios de backup para resguardar la información y protegerlos de los ciberataques.

Sin limitación en el acceso

Con este tipo de tecnología no será necesario estar en unas instalaciones para visualizar la información, bastará con poseer los datos de acceso y, desde cualquier dispositivo y con conexión online, estará al alcance del trabajador.

Pago por uso y escalabilidad

Por último, e incidiendo en el ahorro, estos sistemas permiten el pago solo por el uso que se le da, contratando solo los servicios que se requieren, optimizando el pago al máximo. Del mismo modo, al crecer la empresa requerirá aumentar la cantidad de información con una mayor capacidad de almacenamiento, los data center permiten llevar a cabo este incremento sin más gastos.