¿Activar NVIDIA DLSS 3 o AMD FSR 3 en tu GPU es perjudicial en juegos eSports?
¿Qué pasaría si os dijéramos que NVIDIA DLSS 3 y AMD FSR3 tienen un oscuro secreto? Al principio podéis pensar que eso es imposible, que esos fotogramas de más van muy bien de cara a juegos de acción rápida. Y sí, es cierto, pero a medias. Dado que depende de la situación y hemos leído varias desinformaciones sobre el tema, tanto por parte de detractores de la interpolación de fotogramas como de los defensores de la misma.
El infierno debería tener un círculo reservado para los que lanzan juegos a 30 FPS a día de hoy, estos serían castigados para toda la eternidad junto a los que dicen que esa ridícula tasa de frames por segundo es más "cinemática" o que prefieren eso a los detalles. Pero, la cosa no termina ahí, ahora muchos han decidido superarse y justificar juegos a menos de 60 fotogramas por segundo de base con la excusa de la interpolación de fotogramas del DLSS3 y el FSR3.
¿Por qué pocos FPS son malos?
Cuando realizamos una acción en un videojuego que tiene un efecto en este, no tardamos mucho en ver el resultado de la misma delante de nuestros ojos. Los videojuegos como programas son bucles continuos en los que en cada ciclo de juego se tiene en cuenta la información de entrada, la situación del juego según las normas del mismo programa, para luego crear una nueva situación que se nos mostrará a nosotros en forma del siguiente fotograma. Todo ello varias decenas de veces por segundo.
El problema de la interpolación de fotogramas en NVIDIA DLSS 3 y AMD FSR 3
- El primero de ellos es que el fotograma resultante no es producto de la acción del jugador, por lo que empuja en el tiempo al frame posterior. El motivo de ello son los tiempos de envío por el controlador de pantalla y la latencia del monitor o televisor conectados a la interfaz de vídeo.
- El segundo son los cambios de cámara. Si entre un cuadro y otro ha habido un cambio de cámara brusco, entonces nos podemos encontrar con aberraciones como la imagen que encabeza esta sección.
30 FPS + DLSS 3/FSR 3 en videojuegos = Mala idea
Todo depende del punto de vista
- La tasa más rápida en la que nuestro cerebro puede procesar un estímulo visual son los 13 ms. Esto no debe medirse como la velocidad en la que la GPU mide cada frame, sino el tiempo que ocurre entre que hacemos una acción y nuestros ojos ven el resultado.
- A partir de ahí, ir aumentando el tiempo en que vemos el estímulo visual tiene un impacto decreciente. Sin embargo, cuando la latencia supera los 50 ms es cuando esta empieza a volverse perceptible.
Añadiendo frames de más vía interpolación
Ahora bien, dicho esto, los frames que se generan de forma automática a través de la interpolación no son producto de la acción del jugador. Por lo tanto, el fotograma "reacción" a nuestras acciones tardará lo mismo en llegarnos usando NVIDIA DLSS 3 o AMD FSR 3 que sin ellos. Esto es fatídico con bajas tasas de frames por segundo en origen.
Conclusión
Aplicar la interpolación de fotogramas a un juego a 30 FPS, independientemente de cuál sea, es una mala idea. Sin embargo, si tienes una pantalla con una tasa de refresco de 120 Hz o superior te recomendamos activarlo si la tasa de frames por segundo que tiene tu juego sin DLSS 3 o FSR 3 es de 60 FPS o más. Los motivos de ello os los hemos explicado en este mismo artículo.
Además, y ya para concluir, el problema de muchos juegos que se han diseñado para funcionar a 30 FPS, los mal llamados cinemáticos, parten del problema de su tasa de actualización suele ser igual de baja. Por lo que incluso si les hacemos una subida de frames por segundo su tiempo de respuesta no mejorará en absoluto y seguirá teniendo las mismas latencias.
La mayoría de juegos pensados para los eSports están pensados para funcionar a altas tasas de frames por segundo, por lo que su motor de actualización es bastante alto, pero por favor, si vais a activar NVIDIA DLSS 3 o AMD FSR 3 con los eSports, al menos, aseguraos que vuestro juego favorito cumple con el requisito mínimo de ir a 60 FPS para no sufrir los problemas descritos.