Las empresas de IA, la regulación y la hipocresía que esconde el miedo, ¿reglas hechas a medida?
En el sector de la IA, sea en chips, en algoritmos o en cualquier aplicación de la misma para empresas y usuarios, como Inteligencia Artificial en sí misma como término, hay tres focos principales a nivel mundial: China, EE.UU. y Europa. Teniendo en cuenta que por si opacidad China va aparte, o al menos por otros derroteros donde las empresas occidentales no van a poder entrar en su mercado de IA, el debate se centra solo en occidente. Las empresas piden regulación en la IA, pero ahora que se ha regulado en una de las partes vienen las quejas. ¿Está ocultando el miedo una gran hipocresía de parte de las empresas de IA al pedir regulación?
La IA es pura actualidad y siempre está en el foco para lo bueno y para lo malo. Hace algunas semanas tratamos la Ley IA de la UE, la primera en el mundo, que sentaba unas bases tras los reclamos de las mismas empresas que la crean y de deslizar los peligros que podría suponer para todos, pero, ¿están buscando simplemente un marco legal para no ser sancionados más tarde?
La hipocresía que esconde el miedo, ¿quieren las empresas de IA una regulación bajo sus propios términos?
Lo que vamos a ver en este artículo son dos posturas curiosamente enfrentadas de parte de las mismas empresas. Es decir, hay dos focos ya nombrados, pero el relato para un mismo producto es distinto tras regular el sector uno de ellos.
A saber, las grandes empresas tecnológicas piden regulación en Estados Unidos, han declarado todos los CEO de las principales compañías, se ha montado un gabinete específico y se están creando dependencias gubernamentales, por lo que todavía no se ha hecho nada, simplemente se está estudiando como tal. Google, Microsoft, IBM y OpenAI, entre otras, dicen en EE.UU. que esta regulación es necesaria para garantizar la seguridad y competir contra China y Europa, pero...
En Europa el relato es distinto. La UE es mucho más agresiva con temas como la privacidad, regulados desde antes de la Ley IA y que además desde Bruselas se va a intensificar en unos meses. Tanto es así, que en gran parte del mundo se está empezando a implementar este tipo de leyes gracias a lo que aquí estamos haciendo. Por lo tanto, al ser la Ley IA más acotada de lo esperado por las leyes anteriores en la que se basa, los mismos que piden regulación en américa están peleando contra las medidas en Europa porque las consideran un freno al desarrollo (tras participar en ellas con sus declaraciones).
¿Quieren esas mismas empresas un escenario favorable para no ser multadas más tarde?
Hay que tener en cuenta las consecuencias de saltarse las leyes europeas, como la Ley IA. Los 27 pueden imponer multas de hasta el 6% de la facturación anual a la empresa y puede prohibir cualquier tipo de software o hardware que opere en la UE de forma inmediata.
Teniendo en cuenta que el mercado de la IA en Europa supone casi el 25% del mundial, y va creciendo a mayor ritmo que en EE.UU., ya se habla de al menos 1,3 billones de dólares en 10 años como mercado. Por lo tanto, esos mismos que ahora se quejan de la regulación parecen querer un terreno de juego favorable que les asegure que, con el trabajo ya realizado, como ChatGPT, no vayan a ser multadas o expulsadas de la Unión Europea, y por lo tanto, quieren unas reglas hechas a medida para evitar esto.
Por ello, en los Estados Unidos se está estudiando todo esto, porque China afirma que regulará la IA, pero cualquiera puede intuir que tendrán bajo llave proyectos donde no haya límites, porque si alguien los ha tocado constantemente y sin repercusiones por parte de otros países, esa ha sido China. Si EE.UU. coarta la expansión de la IA como está haciendo Europa se expone a quedar por detrás de los de Xi Jinping, por eso, los pasos que se están dando en Inteligencia Artificial en América son menores de lo que se puede llegar a conseguir.
Un marco regulatorio para conocer "las reglas del juego"
Las empresas se están armando con hardware, personal y desarrollando el software de aprendizaje para que una vez que se apruebe la Ley IA en EE.UU. saber cómo pueden jugar sus cartas. Todo a base de meter un miedo a la gente y a las autoridades para que desarrollen dicha ley, porque aunque el miedo esté de alguna manera justificado, el doble posicionamiento de estas mismas empresas en los dos focos comentados hace que la hipocresía sea el amparo del miedo que intentan implementar.
¿Dónde pondrá EE.UU. el listón? ¿Lo pondrá China? ¿Relajará la UE la Ley IA para no ser tan restrictiva y quedarse atrás? ¿Copiarán los americanos y chinos a los europeos en términos de ley para estandarizar el sistema y que la transferencia de modelos e IA sea más sencilla para todos? Un gran tema con más preguntas que respuestas que tardará, al menos, tres años en poder obtener algo en claro, al menos, un marco regulatorio sólido.